CAPÍTULO 14

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La risa del omega mientras estaba entre las sabanas e iluminado por la pantalla de un celular que poco a poco aprendió a usar, dado a su falta de acercamiento a la tecnología que tuvo durante toda su vida

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La risa del omega mientras estaba entre las sabanas e iluminado por la pantalla de un celular que poco a poco aprendió a usar, dado a su falta de acercamiento a la tecnología que tuvo durante toda su vida.

Sabe usar una computadora de escritorio que fue la única que le enseñaron cuando estaba estudiando los fines de semana, pero luego de eso, nada.

Así que aquel día en el que su alfa le prometió tener un celular, se lo cumplió y le enseñó a utilizarlo, también las redes sociales, pero esas no le llaman la atención, todavía.

Con las únicas personas con las que pasa el día mensajeándose, son su hermano Jimin, Taehyung quien se ha vuelto un buen amigo para él enseñándole cosas de como vestirse y hasta maquillarse, también con su suegro a quien le manda videos de su vientre moviéndose y de los resultados de los postres que hace con las recetas que él omega mayor comparte.

De vez en cuando, cuando su alfa esta en otra habitación le suele enviar stickers graciosos, una nueva adicción que tiene desde que aprendió a usarlos.

—Mira, Joonnie, el gatito que me manda Jiminie es adorable, dice que es Yoongie hyung cuando tiene hambre—le comparte a su esposo.

—Sí se parece—afirma el alfa un poco soñoliento, tuvo una reunión bastante larga.

De repente el omega da un respingo por el tono de llamada que recibe.

—¿Quién es?—pregunta el alfa un poco extrañado, por lo general a esa hora de la noche solo se envían mensajes.

—Es Jiminie—un hueco se abre en su estómago cuando le da contestar y escucha ruido.

Por el lazo su alfa sabe que algo pasa, por lo que le quita el teléfono para ponerlo en alta voz.

—Jinnie...—escuchan en susurros—. E-entraron a la mansión... Yoonie fue a ver... tengo miedo.

—Soy Nam, Jimin, tranquilo ¿estás en un lugar seguro?

—Me metí en el armario como me dijo Yoonnie.

—No salgas de ahí, ¿tienen suficiente personal?

—Sí, hemos doblado la seguridad...

Y entonces en su propia casa escuchan un cristal rompiéndose, luego gritos provenientes del ala donde se quedan las empleadas.

Como puede, hace levantar a su omega, junto al celular de este siempre en llamada. 

—Jinnie, necesito que te quedes aquí.

—¿Qué ocurre?

Namjoon quita el alta voz y se lo da a su omega claramente asustado.

—Mi amor, ven.

Lo lleva al armario también, ahí abre una compuesta escondida que da lugar a una pequeña habitación de no más de dos metros cuadrados, donde no hay nada más que dos puertas.

Omega Bonito ᴺᵃᵐʲⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora