La seguridad de la mansión Kim fue triplicada, llegó la noticia que Park era el responsable de ambos ataques, lo tomaron como una declaración de enemistad, transmitida a los demás clanes quienes se pusieron a favor del Clan Min y Kim.
Patadas de ahogado pensó.
Park había perdido más del 50% de sus acciones dentro de la empresa que maneja de la familia, y la inversión de los Lee también la había perdido.
Hasta su esposa le había dado la espalda fugándose con su amante, yéndose a otra parte del mundo.
La tía Lee, al enterarse del matrimonio de su sobrino, del bebé por venir y que su otro sobrino había optado por escaparse de su ruin padre, además, del ataque que sufrieron los heredó en vida dejándoles el 40% de toda su riqueza a cada uno.
—Pero, yo no quiero nada—dice el omega un poco incómodo en esa dura silla en el despacho de su amigo y abogado Jung.
—No puedes rechazar esta herencia Jin, es irrevocable.
—Acéptala amor, puedes dejarla en un fideicomiso y ya luego decides que hacer con ella.
—No quiero ese dinero.
—¿Y si lo donas a la caridad? un orfanato, un refugio.
—O creas uno, para niños, ancianos, animalitos... Algo.
—¿Podemos pensar en algo luego? No me siento bien.
—¿Qué ocurre, Lunita?—el alfa se pone alerta, pensó que el malestar que sentía de su omega era del estrés que sentía desde que se enteró de la herencia.
—Siento mi pancita dura y me duele estar sentado aquí.
Es cuando ambos se dan cuenta de la postura en la que está sentado.
—Llamaré a Hobi, será mejor que vayamos al hospital.
—Demonios... Sí—el alfa no sabe que hacer, pero se activa cuando ve el sudor en la frente de su omega—. Vamos, amor.
Ha llegado el momento con 39 semanas cumplidas, el alfa carga a su omega, mientras su amigo y abogado va abriendo paso.
—¿Cachorrito estará bien?
—Estará excelente, puede que hoy lo conozcamos, amor.
—No me duele, solo es incómodo.
—Mejor asegurarnos visitando a hyung.
Fueron directamente al hospital donde ya está el doctor Jung esperándolos con una habitación reservada para el omega.
—Necesito que te pongas esta bata, la enfermera te va a ayudar.
—¡NO! que lo haga Joonnie. Quiero a Joonnie aquí.
—Está bien. Namjoon, ponle la bata, quita toda su ropa.
—¿Pueden llamar a Jiminnie?
—Yo lo hago, omeguita—le dice Taehyung saliendo junto a las enfermeras y su alfa.
—Tengo miedo, alfa ¿y si le hago algo al cachorrito? no quiero lastimarlo.
—Serías incapaz, amor. Estaré a tu lado así me quieran sacar a patadas, aquí estaré.
—Es muy rápido, aún nos faltan cosas en su habitación.
—Yo sé, pero tal parece que nadie le dice a cachorrito qué hacer.
—Ni hemos pensado que nombre le vamos a poner—un puchero seguido de una cuantas lágrimas adornan la cara del omega.
Mientras con delicadeza su alfa le pone la bata de hospital.
—Cariño, desde el momento en que nos enlazamos hasta ahora nada ha sido normal, por lo que esas cosas no deben preocuparte. Cuando lo tengamos en nuestros brazos vemos de quien tiene cara y escogemos un nombre. ¿Te parece?
El omega ríe, su alfa tiene razón, lo importante es que hoy va a tener en sus brazos a su cachorrito.
Luego de la revisión correspondiente, está a cinco centímetros de dilatación. Le piden que se relaje, aún falta tiempo.
Aunque sintió que los minutos eran horas, a las 4:15 de la tarde de un 7 de noviembre, una hermosa tarde de otoño, recibían a su pequeñita.
—Dalnim—dice el alfa al ver a su pequeñita rosadita envuelta en sus sábanas.
—¿Cómo la diosa de la Luna?
—Ajá, tú eres mi Luna y mi cachorrito será la diosa de la Luna.
—Me gusta mucho —el omega hace un puchero a punto de llorar, aun está sensible, no puede creer que ya tenga a su cachorrita en brazos y esté bien.
—Kim Dalnim...
—Kim Dalnim, bienvenida a la vida mi cachorrita.
Me equivoqué... este si es el penúltimo.
Quien le atinó al género del cachorrito... ahora sabemos que es cachorrita 😊
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Omega Bonito ᴺᵃᵐʲⁱⁿ
FanficSe dice que todos tenemos un destino. Tarde o temprano las cosas pasan, no siempre con un orden adecuado o como nosotros quisiéramos. -¿Qué debería hacer contigo? podría usarte para concretar mi venganza hacia el estúpido de tu padre... encerrarte...