Capítulo II. Ser hermana mayor

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CAPÍTULO II
Ser hermana mayor

              —No puedo creerlo

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              —No puedo creerlo.

Fue lo siguiente que salio de la boca de Charlie. Tenía sus manos sosteniendo su cabeza, algunos mechones agarrados.

—Olvida lo que dije, de hecho ¿qué dije? —dijo Adán, soltando una risita nerviosa que ahora mismo sonaba sospechosa.

—Oh no, tú dijiste lo que dijiste y no se olvida.

—Yo no dije nada.

—¡Sí lo hiciste! —gritó Charile.

Ambos ángeles se inclinaron hacia atrás, parpadeando con sorpresa ante el repentino tono tan fuerte y molesto. Bueno, por algo la muchacha era una princesa infernal.

—Hey, hey. Respira un poco, nena. Vas a terminar colapsando y eso sí que sería un problema. ¿Cómo explico esa mierda?

Charlie aspiró, relajó sus hombros y volvió a enfocar su vista en los ángeles.

—Esta bien, vamos con calma. Soy súper comprensiva y paciente, de hecho incluso podría decirse que soy muy empatica. —sonrió—. Así que...¿cómo era eso de lo otro, de que tú y mi papá van a tener un bebé?

Cuando la pregunta salió de su boca, fue consciente de que todo eso era real. Charlie nunca pensó que ese día iba a tener una vuelta de turca tan enorme como la que estaba viviendo. Estaba acostumbrada a sorprenderse, un poquito pero esto se sentía a un nivel más allá de la comprensión. No.  No porque un ángel estuviera embarazado, era porque ese ángel era Adán, ¡El Primer Humano! Y peor aún, el otro padre, el sujeto activo, compañero, cómo sea. ¡Era Lucifer! Lucifer, ¡su papá!

Al parecer su paciencia tenía límites porque Charlie sentía como estaba entrando en pánico. ¡¿Qué mierda?! No tenía intenciones de saltarse ningún protocolo, de hecho incluso seguía pendiente de dar una buena impresión porque incluso su proyecto se sentía como un as bajo la manga. Ahora, mientras escuchaba las divagaciones de Adán y la ángel a su lado, quienes trataban de explicar algo. Ella se sintió como si su mente flotará en el aire.

¿Por qué mierda su papá no estaba aquí? El maldito Adán había solicitado esta reunión y, si todo lo que ella creía fuera cierto significaba que claramente era para darle la dichosa noticia de que iban a ser padres.

Oh. Adán creía que ella sabía de está situación.

Pero no lo hacía.

Acaso...Podría ser.

Jodido Infierno. Su papá, Lucifer, había estado jugando demasiado sucio y ahora tenía otro hijo en camino. Un chiquito, que necesitaría de ese padre.

—...Aunque si lo piensas mejor, la culpa fue de Miguel, porque él estaba encargado de la vigilancia, pero ya ves, ni se puede tener fe en esos tontos. —río Adán. Charlie lo miró con grandes ojos. — ¿Todo bien, nena?

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