capitulo 11

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El reloj marcaba las 7:00 pm, y la casa se llenaba de expectativa y emociones encontradas. Las risas nerviosas y los susurros de emoción se entremezclaban en el aire cargado de misterio.

Nicolás se movía con una elegancia casi hipnótica por la sala, su mirada profunda y enigmática parecía escrutar cada rincón en busca de algo que solo él sabía. En un juego de seducción sutil, sus ojos se posaron en mí, desafiándome, provocándome a un baile de emociones prohibidas.

Me sentí como presa en su mirada, como si sus ojos penetraran las barreras que intentaba levantar. Cada movimiento, cada gesto, parecían diseñados para desarmar mi coraza emocional y despertar sentimientos desconocidos en mi ser.

Era como si conociera cada secreto oculto en lo más profundo de mi ser, como si leyera mis pensamientos más íntimos con solo una mirada. Cada palabra suya resonaba en mi mente, despertando un torbellino de emociones que luchaba por contener.

“¿Qué juego estás jugando, Nicolás?”, pregunté con una mezcla de irritación y curiosidad en mi voz, sabiendo que sus acciones estaban meticulosamente calculadas para destapar capas de mi ser que preferiría mantener ocultas.

Nicolás sonrió enigmáticamente, disfrutando del efecto que causaba en mí. “La vida es un juego, Sofía, y yo simplemente estoy jugando mis cartas”, respondió con una calma que chocaba contra la tormenta de emociones que rugía en mi interior.

La tensión en la habitación era palpable, como si el tiempo se hubiera detenido para observar el duelo silencioso entre dos almas en busca de respuestas en medio de la incertidumbre.

Decidí dar un paso atrás, intentando retomar el control de la situación, pero antes de que pudiera hacerlo, Nicolás se acercó lentamente, sus ojos fijos en los míos, buscando algo que ni yo misma sabía qué era.

“Sé que hay algo más en ti, Sofía. Algo que anhela la libertad, que anhela ser descubierto”, susurró con una intensidad que enviaba escalofríos por mi espalda.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, como si sus palabras hubieran desenterrado una verdad que me había negado aceptar. En un gesto atrevido, acercó su rostro al mío, sus labios rozando apenas los míos en un roce que encendió mil chispas en mi interior.

El mundo se detuvo en ese instante, el tiempo se suspendió, y en el silencio abrumador, pude escuchar el latido acelerado de mi corazón revelando la verdad que intentaba esconder tras una máscara de indiferencia.

Nicolás se apartó con una sonrisa fugaz en los labios, dejando en el aire una promesa velada de secretos por descubrir y emociones por explorar en una noche que prometía ser inolvidable.

Las miradas cómplices de mis amigas denotaban la complicidad en un juego peligroso de seducción y verdad que apenas comenzaba a desplegarse en esa noche de revelaciones y emociones encontradas.

El ambiente se cargaba con una electricidad palpable, como si cada suspiro resonara con la intensidad de un latido apresurado en medio de la penumbra que envolvía la sala. Las miradas se entrecruzaban, buscando respuestas en los ojos de los demás, mientras los secretos anidaban en cada rincón de la estancia, aguardando a ser liberados.

En un momento de silencio tenso, la puerta se abrió de par en par revelando la figura de Nick, cuya presencia parecía arrastrar consigo un reguero de intriga y misterio que se entrelazaba con las emociones ya a flor de piel en la habitación.

“Parece que me he perdido de algo interesante”, declaró Nick con una sonrisa traviesa en los labios, sus ojos escudriñando las miradas inquietas de los presentes en busca de pistas sobre lo que se había gestado en su ausencia.

Nicolás, con su mirada penetrante, pareció anticipar el efecto que la llegada de Nick causaría en el equilibrio precario de emociones y secretos que se tejían en la atmósfera cargada de misterio y verdad.

Los rostros se iluminaron con una mezcla de expectación y sorpresa, como si la entrada de Nick hubiese activado un resorte secreto que desencadenaba una serie de eventos impredecibles y emociones encontradas en la sala.

En medio del vaivén de miradas y emociones, los ojos de Sofía y Nicolás se encontraron en un duelo silencioso de profundidades ocultas y deseos reprimidos, como dos almas destinadas a unirse en medio de la tormenta de las circunstancias adversas.

Sara, la amiga leal y observadora, permanecía en silencio, como si intuyera el curso que tomarían los eventos en esta noche de secretos desvelados y corazones expuestos a la verdad inclemente de la confesión.

“¿Quién sigue?”, interrogó Nicolás con voz suave pero cargada de una aura magnética que magnetizaba las miradas y los corazones presentes, invitando a adentrarse en el abismo de verdades y desafíos que aguardaban ser descubiertos en esta noche en la que los destinos se trenzaban en un baile de incertidumbre y revelación.

El juego apenas comenzaba, y en cada decisión, en cada verdad desenterrada, se gestaba el futuro incierto de los presentes en esta noche que prometía transformarlos para siempre en el torbellino de emociones y secretos que se desplegaban ante ellos.

En el silencio tenso que reinaba en la habitación, Sofía se hallaba sumida en un torbellino de pensamientos y emociones, su mente aún aturdida por el casi beso con Nicolás, ese encuentro cargado de electricidad y promesas no pronunciadas que le había hecho palpititar el corazón con una intensidad desconocida.

Nicolás, con su mirada enigmática y su sonrisa misteriosa, parecía leer en los ojos de Sofía la confusión y la atracción desatadas en su interior. Sin embargo, en un gesto inesperado, se acercó a una de las amigas de Sofía, Laura, y sin mediar palabra, imprimió en sus labios un beso que desencadenó un cataclismo de emociones y miradas incrédulas en la habitación.

Los ojos de Sofía reflejaban un tumulto de emociones encontradas. La sorpresa, la decepción y una punzada de dolor que se adentraba en su pecho como una daga afilada. Sus otras amigas, Ana y María, intercambiaron miradas de asombro y murmullos llenos de confusión que se perdían en el aire cargado de expectación y sorpresa.

Nicolás se apartó con una sonrisa en los labios, su mirada escondiendo un torbellino de sentimientos que se agitaban en su interior, un enigma para los demás y para sí mismo. La habitación se inundaba de un silencio espeso, roto únicamente por el latido acelerado de los corazones que parecían enfrentar un momento de inflexión en sus destinos entrelazados.

Stefany, testigo mudo de la escena, percibió el sufrimiento latente en los ojos de Sofía y la tormenta emocional que se desataba en el corazón de Nicolás. Un destello de comprensión surcó sus ojos, como si intuyera la complejidad de los lazos que se estaban gestando entre ellos en medio de la confusión y el deseo.

Nicolás, con una expresión enigmática y un brillo fugaz de anhelo en sus ojos, tomó asiento junto a Stefany, la mirada turbada dejando entrever un abismo de sentimientos contenidos que buscaban salir a la luz en medio del caos emocional que los envolvía.

Nick se sentó al lado de Sofía y le dijo :

__ Mi hermano es un imbécil , pero bien guapo verdad? - dijo en un tono burlón .

- A ti te gusta Stefany o solo quieres jugar con ella ? - interpuse dejandolo perplejo con mi pregunta .

__Yo no juego a nada ni con nadie , ella me interesa solo eso y espero que no te entrometas - Me dijo con un tono firme .

__ si le haces daño te mato - le dije mirandolo a los ojos .

__ Cuidado en que te metes Sofía , no vaya ser que la muerta sea otra - me dijo dejándome sin palabras y a la vez tranquila porque no me importo lo que me dijo tal vez lo dijo bromeando .

Pero todos sabemos que aquí nada era broma ......

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