2da temporada (7)

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JOEL

Suelto un pequeño quejido al mover mi cuello, la noche anterior me había quedado dormido junto a Will en su habitación.

Suelto un suspiro al recordar todo lo que pasó, mis ojos se cristalizan cuando el recuerdo de Erick llega a mí. No lograba asimilar que después tantos jodidos años, él haya vuelto.

Mi bebé volvió conmigo.

Me hubiera gustado que se acordara de mí, al decir verdad eso era algo que me mataba por dentro.

El amor de mi vida, ni siquiera recuerda quién soy.

Sin embargo, el solo hecho de saber que de saber que está con nosotros, era suficiente para hacer que mi vida volviera a cobrar sentido.

Decido levantarme cautelosamente, Will aún estaba dormido y no quería despertarlo.

Mi hijo estaba feliz por que pudo ver a Erick, aunque estoy consciente que este proceso no sería fácil para él tampoco.

Al salir de la habitación me encuentro con mi hermano en la cocina sirviendo café.

—Hola, Joel— Exclama al notar mi precencia.

—Hola— Susurro, mientras me siento en una banca de la cocina.

Mi hermano voltea y me mira con una pequeña sonrisa, mientras se sienta también.

—¿Cómo estás?— Susurra, luego de algunos unos minutos en silencio.

Suelto un suspiro sabiendo a lo que se refería.

—N-no sé Zab, ¿me estoy muriendo sabes?, mi chiquito ni siquiera recuerda quién soy. Pero Will está feliz, y estoy seguro que Erick a él no lo va a rechazar— El nudo en mi garganta era asfixiante.

Zabdiel suspira mirándome con tristeza, últimamente todos me veían así.

Siento unos pasos acercarse, volteo mi mirando donde con mi hijo. Sonrio débilmente al verlo con su pijama puesta y su peluche en la mano, mientras restrega sus ojitos.

—Hola, campeón— Me acerco para cargarlo pero niega al instante.

Suelto un suspiro asintiendo, retrocedo y miro a Zabdiel en busca de ayuda. A pesar de que han pasado años y he sido yo quién ha cuidado y educado a Will, hay veces que siento que no voy a poder.

—Hola pequeño, ¿quieres que tío Zab te cargue?— Will mira a Zabdiel y niega.

—Q-quiero a papi Er— Al escuchar el nombre de Erick, siento mi pulso acelerarse.

Sabía que este día iba ser más difícil que el anterior, Christopher se había quedado con él en su habitación. Suponía que ambos seguían dormidos.

—Y-Yo te llevo Will, pero primero tienes que desayunar hijo—

Mi hijo negó empezando a sollozar, suspiro pesadamente levantándome de mi asiento.

—Vamos, no llores mi niño— Me alza sus manitos para lo cargue.

Sonrío haciéndolo, mientras limpio sus lágrimas. Suelto un suspiro mientras me encamino a la habitación de Erick.

Chiquito (Joerick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora