Chiquito (Joerick)

2da temporada (3)

NARRADOR ONMISENTE

La mujer sonríe débilmente viendo a su nieto jugar con los legos, durante los años que habían pasado, aún se sorprende que ése pequeño niño era producto de su hijo.

Ella más que nadie sabe por todas las cosas que el rizado vivió. Todo esos años de bullying hacía su persona, solo por el simple hecho de ser un niño que necesitaba un inhalador constantemente para poder respirar. Todas esas noches de insomnio, que le generaba su ansiedad por las pesadillas de sus compañeros diciéndole que era un fenómeno.

Las múltiples veces que fué internado en un hospital, debido a las fuertes gripes y neumonía que generaba su condición.

Su niñez y adolecencia, la vivió en soledad, nunca tuvo amigos ni conocidos con los cuales pudiese pasar una buena tarde.

Recuerda cuando se enteró que cayó en las drogas, su vida de libertinaje de la cual jamás imaginó.

Y ahora, cuando por fin encuentra ese amor y esa paz que siempre soñó con tener, la vida se la arrebataba cruelmente.

—¿Mamá?— La pelinegra, brinca al escuchar la voz de su hijo.

Dirige su vista hacía el sonriendole.

—Hola cariño, ¿cómo amaneces?—  Él rizado, se encoge de hombros, como respuesta.

Patricia, suspira pesadamente. Desde que él ojiverde cayó en coma, su hijo se había vuelto nuevamente ése chico encerrado.

Lo observa en silencio, cuando se dirige hacía él pequeño niño.

—Papá, Joel— Exclama, mientras se levanta y lo abraza.

—Hola, campeón— Lo toma en sus brazos, besando sus mejillas.

Will, niega incómodo. Él rizado, asiente entendiendo a su hijo.

—¿Quieren desayunar?—

—Gracias, mamá— Patricia, sonríe grandemente.

Se dirige hacía la cocina, para preparar algunos Sándwich.

—¿Llevarás a Will, con su pediatra?—

—Supongo— Exclama, tomando el plato que su madre le entregó.

Sienta su hijo en su regazo, dejando que coma él.

—Richard, llamó ayer. Aún insiste en que deberías ir a la fiesta de aniversario. Tu padre, también desea que lo hagas—

—Ya dije que no iría, mamá—

—Joel, necesitas distraerte y conocer personas, cariño. Cada día, se nota más tu cansancio, yo puedo cuidar de Will— Él rizado, se levanta en silencio con su hijo.

—A la única persona que necesito, no la puedo tener. No me sigan jodiendo la poca paciencia que conservo— Sin decir más, se dirige a su habitación.

Patricia, suspira con frustración. Estaba consciente que su hijo, jamás iba a poder soltar al ojiverde, y eso realmente la preocupaba.