Capítulo (11)

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NARRADOR OMNISCIENTE

Dos semana habían, pasado desde la pequeña crisis de salud que tuvo él ojiverde, Christopher no dejaba de culparse así mismo. Debió de tener más precaución y guarda el dinero suficiente para las medicinas de su hermano.

Por su parte, los hermanos Pimentel estaban cumpliendo con su promesa, cada cinco días ambos visitaban al castaño y al ojiverde, llevandoles  suministros tanto de comida cómo de medicina. Él más apegado, era Joel, visitaba todos los días a su pequeño novio, desde ese día sintió un temor irracional al saber qué de un momento a otro podía perder al menor.

Terminando de cortar algunas verduras para el almuerzo, él castaño siente el timbre de la casa ser tocado. Soltando un suspiro, deja de cortar los vegetales para luego dirigirse a la entrada, al abrir la puerta pudo visualizar a Joel, mirándolo tímidamente.

—Hola, Joel. Pasa— él rizado, asintiendo lentamente.

—Hola, Chris ¿cómo estás?— preguntó al llegar a la sala.

Christopher, hace una mueca extraña para luego hablar.

—Bien, supongo— exclamó, agachando un poco su mirada.

Joel, lo miró tristemente. Desde qué su hermano salió hace cinco días de viaje a otra ciudad, en representación de la empresa no había vuelto hablar con él castaño.

Zabdiel, estaba sobrecargado con tanto trabajo y estrés. Su padre, lo había encargado de representar en la ciudad de New York, la colección de textiles para la Fashion Week of verano.

Él sabía qué tanto cómo él castaño extrañaba a su hermano, él rubio también lo hacía. De los cincos días qué llevaba por fuera, solamente una sola vez tuvo la oportunidad de llamarlo, y lo primero qué hizo ante sin siquiera saludar, fue preguntar por dicho castaño.

—Extrañas mucho a Zabdiel, ¿verdad?—

—L-lo hago— susurró, aún con su mirada baja y sus ojos cristalizados.

Joel, suspiró pesadamente.

—Él también lo hace—

—Nisiquiera, me ha llamado la primera vez desde que se fue— subió su mirada, mirando al rizado con el ceño fruncido.

—Chris, Zabdi está muy ocupado. Él te lo explicó, sabes muy bien qué él también te extraña— por alguna extraña razón, las voz del rizado, sonó fríamente.

Al menos para Christopher, sonó de esa manera.

Sin poder evitarlo, sus lágrimas descienden por sus mejillas silenciosamente.

—L-lo siento— susurró, hipando.

Joel, niega mientras se acerca a él para luego abrazarlo. Sabía lo sensible qué era él castaño, su hermano se lo había dicho antes de irse.

—Tranquilo Chris, no tienes porqué disculparte. Sé que eres muy sensible, además qué el embarazo te hace aún mucho más—

—Gr-gracias— susurró, refiriéndose al abrazo qué recibió de su parte.

Tenía dos semanas, qué nadie lo abrazaba.

—Te prometo qué haré todo lo posible, para qué hables con Zabdiel, hoy ¿vale?— él castaño, asintió sonriendo.

Chiquito (Joerick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora