NARRADOR ONMISENTE
Los hermanos Pimentel, habían crecido en un ambiente familiar casi perfecto, vida de lujos, amigos y conocidos en cada rincón del país, además de padres amorosos que daban lo que fuera necesario para verlos felices. Sin embargo, siempre hay un factor que llevan a los jóvenes a querer ser rebeldes. Joel y Zabdiel, lo tenían literalmente todo, pero siempre sentía que sus vidas eran vacías, sin ningún motivo por el cuál querer ser mejores personas. El menor de los dos, era él más rebelde, nunca fue un buen estudiante, no le gustaba las responsabilidades y mucho menos era un chico que creyera en las casas del amor. Todo ese cuento de hadas que les pintaba a los niños pequeños, le parecía una mierda.
Zabdiel, por su parte, fue un buen estudiante, no le gustaba meterse en problemas sin motivos alguno, siempre creyó que para tener un compromiso con alguien, se necesitaba más de palabras bonitas. Para él, la palabra "te amo", tenía un significado valioso, por lo cuál nunca había tenido la necesidad de decirsela a alguien, puesto que las personas que han estado con él, simplemente no les parecían dignas de recibirla.
—¿En que tanto piensas?— la voz de su hermano mayor, lo saca de sus pensamientos.
Él rizado, lo mira un par de segundos antes de negar lentamente.
—En nada— susurra, viendo sus pies.
Zabdiel, fruñe el ceño, sabía que su hermano le mentía.
—Algo debe pasarte, o al menos estás pensando el algo importante, de lo contrario no estarías tan distraído—
—No es nada— vuelve a susurrar.
—Vamos Joel, sabes que puedes confiar en mi hermano— Joel, lo mira para luego suspirar.
Su relación con su hermano, siempre ha sido bastante confortante.
—Co-conocí a un chico— exclama, mientras sus mejillas se sonrojan.
Él mayor lo observa, y puede notar que su hermano estaba nervioso. Sabía que debía ser algo importante para él.
—¿Enserio?, ¿dónde?—
—En la cafetería de papá— él mayor iba a responder, pero la voz de su padre los interrumpe.
Un hombre alto de cabello negro azabache, entra a la habitación dónde se encontraban sus dos hijos.
—Hola hijos, ¿cómo están?—
—Estamos bien papá, ¿y tú?— respondió él menor de los tres.
—Bien hijo, algo estresado por los cargos que he tenido últimamente. Sobre eso les venía hablar, hoy vendrá a almorzar mi nuevo asistente junto a su hermano. Les pedí que viniera porque necesito que organice unos papeles importantes y no puedo esperar hasta el inicio de semana entrante—
—Esta bien padre, nosotros bajaremos a recibirlo cuándo lleguen— él mayor asintió sonriendo, amaba a sus hijos demasiado.
Él señor Pimentel, dió media vuelta para irse, pero antes de hacerlo recuerda algo y gira nuevamente hacía sus primogénitos.
—Joel, la mamá de Yoandri llamó, deberías al menos ir hablar con ella— él rizado, lo miró para luego suspirar.
—Sabes que no quiero ir a esa casa papá—
—Lo sé, pero debes asumir las consecuencias de tus actos Joel, no es justo lo que esta viviendo Yoandri, a causas de tus jueguitos. Agradece que su madre no acudió a tratos peores contra ti— sin decir más, sale de la habitación.
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Chiquito (Joerick)
Fanfic──────────────────────── ¿Quién diría que un pequeño chico con discapacidad intelectual, tocaría profundamente el corazón de Joel Pimentel?. Un joven, que vivía una vida de libertinaje, sexo, alcohol y un sin fin de cosas, que a la vista de muchos e...