En un juego lleno de estrategias, la luz y la oscuridad encuentran su equilibrio perfecto. Ambos se necesitaban y el destino se encargaría de unirlos.
⋆ Todos los personajes pertenecen a la autora Verónica Roth, excepto alguno que otro de mi propied...
Hoy era el día de la primera prueba para la segunda etapa, estaba a un lado de Cristina esperando a que Cuatro nos llamara para pasar a la habitación, Tris acababa de entrar, salió en poco tiempo así que solo quedábamos unos tres esperando.
- Ara - Cuatro me llama.
Entre al pequeño cuarto y lo primero que ví fue una camilla con un gran equipo al lado, creo que esto sería igual que en la prueba de aptitud.
- te inyectare un suero que estimulará tu cerebro, caeras en un sueño que te mostrará tus peores miedos, la mayoría son de 5 a 10, mientras tanto yo vere como reaccionas a estos - me explico mientras yo me recostaba en la silla.
- osea que entraras en mi cabeza? -
- algo así - dijo inyectandome una especie de suero en el cuello y yo me queje.
- al menos avisa - protesté - entonces esto sabrá cuáles son mis temores? Porque no se verdaderamente cuantos son - voltee a mirar a Cuatro pero ya no estaba.
- Cuatro? - estaba sola, el equipo de a un lado ya no estaba y la habitación había quedado vacía.
Estoy en la simulación.
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Salí de la pequeña habitación, los chicos ya no estaban afuera, camine por los pasillos de osadía pero no había nadie, llegando al pozo logré ver pequeñas manchas negras por todas partes, note que estás se movían y enseguida me alerte, no eran manchas eran cientos de arañas.
Aracnofobia. Desde pequeña que me aterran.
Empecé a correr cuando ví que el lugar se estaban llenando de estás, estaban por doquier, en el piso, las paredes de piedra hasta en el gran ventanal de la facción.
Algunas se me subían y lograba quitarlas mientras buscaba lugar donde refugiarme.
Más al rato las arañas ya no estaban, todo había quedado en silencio y yo me encontraba por uno de los pasillos, en ese momento varias de las luces comenzaron a apagarse haciendo que no se pudiera ver absolutamente nada.
Miedo a la oscuridad.
El lugar cada vez se iba quedando sin luz, corría para quedarme en un lugar con iluminación, pero ya todo estaba oscuro, no notaba nada, empecé a escuchar pasos provenientes al final del pasillo, no veía de quién se trataba pero cada vez se escuchaban más cerca. Trate de alejarme pero me chocaba con todo.
Sentí que alguien me tomo por los brazos y me arrastró por el pasillo hasta una habitación con una pequeña luz tenue de color amarillo, ahí logre ver la cara de cierta persona.
- Eric? Que estás haciendo? - le pregunté pero el no respondía solo estaba quieto mirándome fijamente sin decir una sola palabra - oye? -
La puerta de la habitación se abrió una vez más dejando entrar a mis padres, se colocaron a un lado de Eric sin decir nada, cuando los ví tuve el impulso de abrazarlos pero no hubo respuesta de parte de ellos, solo me alejaron.
