En un juego lleno de estrategias, la luz y la oscuridad encuentran su equilibrio perfecto. Ambos se necesitaban y el destino se encargaría de unirlos.
⋆ Todos los personajes pertenecen a la autora Verónica Roth, excepto alguno que otro de mi propied...
- Arabella despierta, ya despierta! - oigo los gritos de Tris que me hacen saltar de la cama.
- Tris? Que pasa... - digo aún somnolienta.
- ya casi es hora de ir con Cuatro, vine a buscarte - me explica.
- mierda es cierto - digo levantándome para vestirme rápidamente - dónde están los demás? -
- Cristina les insistió a todos en qué te dejaran dormir y se adelantaron a desayunar, por cierto tienes que contarnos lo de anoche - dijo entusiasta.
- si está bien, encontremos a Cris primero - propuse.
Salimos de las habitaciones buscando a la morena, fuimos a la cafetería y como lo suponía ahí estaba.
Nos sentamos las tres juntas y empecé a contarles sobre mi cita con Eric, claro sin dar mucho detalle de todo lo que hablamos.
- el tonto ese resultó ser bastante encantador - afirmó Cris.
- ya no le digas así - pedí.
- hablando de tontos - dijo Tris y observé al segundo piso de la cafetería al igual que ella.
Y ahí estaba él, me saludó brevemente y yo hice lo mismo, luego pude ver cómo se distrajo porque otro osado se acercó para hablarle.
Seguí observándolo sin apartar mi vista de él.
- Ara... - dijo Cris llamando mi atención - no puede ser - habló sorprendida.
- qué sucede? - inquirí.
- estás enamorada de él - aseguro.
- claro que no - proteste
- oh, claro que si - siguió Tris.
- ya basta, mejor vamos se nos hará tarde para la prueba - es obvio que quería cambiar el tema.
Es decir, si estoy muy enamorada de Eric, pero me da miedo admitirlo, por todo lo que puede pasar.
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Llegamos a la sala de control, Cuatro comenzó a llamar por personas hasta que me tocó a mí.
- lo hiciste bien - dice Cuatro.
- gracias - respondí.
- okey, puedes irte Ara - pero antes de que me levanté vuelve a hablar - por cierto, donde fuiste anoche? -
Uhh atrapada.
- a qué te refieres? - digo manteniendo la calma.
- anoche pase a hacer la inspección rutinaria y cuando pase por las habitaciones no estabas ahí, y sabes, por pura casualidad, Eric tampoco se encontraba - su tono era interrogante.
