12. Mon amour

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Charles's POV

Después de un momento, cuando las lágrimas de Grace comenzaron a calmarse, me aparté suavemente para poder mirarla a los ojos. Aunque todavía había rastros de angustia en su rostro, también vi una chispa de gratitud y alivio brillando en su mirada.

—¿Estás bien?— pregunté con suavidad, mi voz llena de preocupación genuina.

Grace asintió lentamente, su respiración comenzando a tranquilizarse. —Sí, gracias—, murmuró, su voz apenas un susurro.

—¿Quieres que te lleve al hotel?— ofrecí, extendiendo una mano para ayudarla a ponerse de pie. —O puedo llevarte a donde necesites ir...

Ella asintió con la cabeza, aceptando mi oferta con un gesto de agradecimiento. Juntos, salimos del garaje, una vez fuera, tomé su mano en la mía, ofreciéndole un apoyo silencioso mientras caminábamos juntos por el paddock. Con cada paso, sentía una sensación de determinación creciendo dentro de mí, un deseo de proteger y cuidar a Grace, incluso cuando el mundo a nuestro alrededor parecía estar en caos.

Sin importar que nuestra relación se hubiera ido a la mierda años atrás.

Finalmente, llegamos a mi auto y abrí la puerta del pasajero para que Grace pudiera entrar. Con cuidado, se acomodó en el asiento, y me aseguré de que estuviera cómoda antes de cerrar la puerta y correr hacia el otro lado para tomar mi lugar en el conductor.

El trayecto hacia el hotel fue tranquilo, cada uno sumido en sus propios pensamientos mientras el paisaje pasaba velozmente por la ventana. Aunque las palabras eran escasas, la presencia reconfortante del otro era suficiente para llenar el silencio con un sentido de paz y seguridad.

Cuando finalmente llegamos, me aseguré de que Grace estuviera a salvo, dándole agua y ayudándola a que se acomodara en su cama, lista para descansar, antes de despedirme. —Si necesitas algo, no dudes en llamarme—, le dije, mirándola a los ojos con sinceridad. —Siempre estaré aquí para ti, Grace. Quieras o no, eh...

Con un asentimiento de agradecimiento, Grace me sonrió débilmente antes de desaparecer por la puerta de su casa. Mientras me alejaba en mi auto, sentí una sensación de gratitud y determinación llenando mi corazón. Sabía que, pase lo que pase, estaría allí para Grace, dispuesto a apoyarla en cada paso del camino. Porque en ese momento, había encontrado un propósito más grande que las carreras: cuidar del bienestar de alguien que significaba todo para mí.

Si.

Ella significaba todo para mi, ¿vale?

Wow... ¿Al fin lo he dicho, hmm?

𝕺𝖋𝖋 𝖙𝖍𝖊 𝖙𝖗𝖆𝖈𝖐 - 𝑪𝒉𝒂𝒓𝒍𝒆𝒔 𝒍𝒆𝒄𝒍𝒆𝒓𝒄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora