MARTINUS

CAPÍTULO 22

A la mañana siguiente el tiempo era bastante agradable, las hadas volaban por la habitación y el sol iluminaba alrededor de Louis y Harris que estaban dormidos abrazados.

Louis fue quien se despertó primero por los rayos de sol que le pegaba en la cara, frotando sus ojos miró a su alrededor encontrándose con Harris abrazandolo por la cintura. Tenía la cara sobre su hombro con los labios semi abiertos y la respiración calmada.

Louis tocó su hombro delicadamente para despertarlo.

–Buenos días Lou –dijo Harris sonriente sentándose lentamente en la cama .

–Buenos días Harris –dijo Louis de vuelta .

Harris miró el tatuaje de Louis,encontrándo pequeñas gotas de sangre que se acumulaban justo antes de derramarse por la piel. Volteó su mirada hacia su brazo para ver si su tatuaje sangraba y no, solamente el de Louis lo hacía. Harris lo miró preocupado y dijo :

–Louis, ¿estás bien ?, ¿te duele el tatuaje?

–Si, y no sé porqué solamente el mío está así –dijo Louis

–¿No sabes cuál puede ser la causa ?, ¿No te duele nada más? –dijo Harris acercándose hacia él con una mirada preocupada .

–No me duele nada más y creo que es porque estoy cansado o el cambio de entorno –dijo el hechicero—. No te preocupes, de todas formas son solo pequeñas gotas.

–Descansa un poco más yo tengo asuntos que hacer, si me necesitas estaré en mi despacho –dijo Harris con una sonriendo levantandose de la cama.

Louis le sonrió  de vuelta  y Harris se vistió y bajó a su despacho para hablar con sus ayudantes que los esperaban.

–Mi príncipe, a llegado una carta de Rimos –dijo uno de los encargados.

–¿Cuándo ha llegado ? –dijo Harris con firmeza.

–Esta mañana –dijo entregándola  a Harris.

–¿Existen asuntos pendientes con ellos? —preguntó el hombre mientras la hoja hizo un sonido brusco cuando su sello fue roto.

—No señor.

–Salgan todos por un momento y llamen a los obispos la coronación será mañana por la tarde  –dijo con la voz firme.

—Por su puesto majestad, le diré a las sirvientas que le traigan algo de comer— dijo un hombre mientras los demás caminaron hacia la puerta.

Harris se quedó solo en el gran despacho apretó sus labios levemente mientras se preguntaba que había dentro de aquel papel, ¿será otra guerra?, ¿será una rebelión? Una pequeña dolencia le estuji las tripas junto con la anciedad de saber porque Timos había enviado algo bajo su nombre.

“Querido príncipe Harris de martinus”

Yo el rey Danelim de Rimos te envió esta carta con gran pesar de las palabras que encontrarás escritas en ella. Lamento profundamente la perdida que ha dejado el rey en tu tierra y en tu vida, se le recordara siempre con gran honor y un hombre ejemplar.

Bajó los derechos de rey que se me han otorgado en mi tierra y el tiempo que hoy se vive compartiendo los mismos títulos contigo, te informo con honestidad mis intenciones ante las noticias que se me han hecho llegar.
Ante el honor y el respeto que personalmente le he tenido a tu padre, mis informantes me han comentado la relación que tienes con él hechicero Luis Dilton. Me parece una falta grave de tu parte perdonar a un ser que está prohibido por ley en Martinus y mucho menos que sea un invitado en tu castillo.

Aquel ser es el responsable de la tristeza que tiene hoy tu pueblo, si aún tienes honor y valoras a tu progenitor, pido que aquel hombre sea sentenciado por el crimen tan grande de asesinar a un rey.