Aiko y Rindou estaban en el lugar infiltrados pues ambos eran ágiles con sus movimientos por ende no pudieron ser descubiertos, para ingresar al lugar pudieron matar sigilosamente a los dos guardias que estaban en la entrada gracias a que tenían en sus armas un silenciador para así no llamar la atención de los demás, caminaron por los pasillos del lugar matando a quienes se les cruzaron por enfrente.
-Aiko escúchame en este momento.- Hablo Rindou mientras llegaron a un sector en dónde habían dos caminos, debían encontrar rápidamente a los demás ejecutivos y más que nada a Mikey.- Buscare a Ran, y a los demás por aquí tu ve por Mikey y Haruchiyo ¿Si?
-Entendido.- Dijo ella mientras cargo su arma nuevamente para ir en busca de aquellos dos.
-Cuidate, te quiero.- Dijo con una sonrisa, Aiko lo miro y el la abrazo antes de irse, las mejillas de la rubia se pusieron un poco rojas pues no espero tal acción del Haitani menor, aún así decidió concentrarse, y corrio por ese pasillo.
-¡Ahí está!- Grito uno de los de la otra pandilla comenzando a disparar una metralleta al ver a la rubia correr por allí está los esquivo como pudo y los mato uno por uno, su puntería gracias a Mikey había mejorado cada que disparaba.
-Al diablo el silenciador.- Ella tiro este mientras ahora hacia todo el ruido posible con sus armas y movimientos, no le temia a la muerte, matarla a ella era una tarea difícil.
-Finalmente Sanzu Haruchiyo.- Dijo aquel mafioso mientras Sanzu estaba arrodillado en el suelo con las manos atadas y su rostro totalmente golpeado y lastimado.- Me voy divertir muchísimo con lo que haré con ustedes dos.- Dijo desviando su mirada hacia Mikey quien estaba de la misma forma que el pelirosa.- Ustedes dos, me jodieron la vida, solo hay espacio para una gran mafia y esa sin duda será la mía y empezaré matando a este hijo de puta.
Coloco su pistola en la cabeza de Sanzu, este cerro sus ojos esperando a recibir la bala en su cabeza y así finalmente pasar a mejor vida, pues no había nada que pudiera hacer finalmente Bonten perdió.
El fuerte disparo rezono por toda la habitación y un cuerpo sin vida cayó a los pies de Mikey quien estaba totalmente en blanco al ver esto, Aiko había matado al hombre que le estaba apuntando a Sanzu, el pelirosa quedó con los ojos bien abiertos al ver que aquella rubia fue en el rescate de ambos, mato a todos los enemigos de la habitación y finalmente desató a Sanzu y Mikey.
-Siempre tuve fe en ti Aiko.- Dijo Mikey con una sonrisa en su rostro mientras ahora rápidamente del cinturón de Aiko agarro la pistola que tenía y disparo a lo lejos a un sujeto que se aproximaba.
-No los dejaría morir, después de todo somos Bonten, y nadie jamás nos va a vencer.- Dijo ella y estrecho su mano con la de Sanzu quien ahora sentía que estaba en deuda con ella, y le entrego una de las armas que tenía.
-Estamos a mano rubia.- Dijo este y dió unas palmadas en la espalda de Aiko, pudo verla mejor y sinceramente cuando Mikey le dió un abrazo en agradecimiento de haberlo salvado se quedó pensativo ya que la rubia tenía un fuerte aire al albino y no sabía por qué, la rubia estaba próxima cumplir la mayoría de edad pero tenía las agallas necesarias para ser parte de Bonten no por nada ya era una "ejecutiva".
-Hora de matar a todos estos hijos de puta.- Dijo Mikey mientras ahora se colocó delante de Haruchiyo y Aiko quienes cuidarían la retaguardia para ir en busca de los demás, pudieron localizar a Ran, Kakucho, Kokonoi, Mochi, y Takeomi antes de que los asesinaran claro Rindou había impedido todo esto.
Habia Sido una batalla a muerte pues balas iban y venian, pero nadie de Bonten había resultado herido ya que estos ganaron en cantidad, veían todos los cuerpos tirados sin vida.
-¡Pensé que veía la luz!- Grito Ran cansado mientras estaba golpeado por el rostro.
-Todo gracias a Aiko y Rindou que pudieron venir a nuestro rescate.- Dijo Kakucho abrazando a los mencionados quienes rieron.
-Y está chiquilla me impresiona se cargó a una banda de doce criminales ella sola.- Dijo Haruchiyo ahora abrazando a Aiko despeinadola mientras la rubia estaba cubierta de sangre.
-Ya desgraciado, me arruinas mi cabello.- Dijo ella con una sonrisa.- Tengo hambre, vamos a la mansión a comer algo y luego ordenamos todo lo que hicieron estos hijos de puta.
Aiko estaba feliz, mientras caminaba al frente de todos, todos hablaban de lo fascinante que había sido la rubia y en ese momento cuando Rindou subió su mirada para ver a Aiko logro ver a uno de los ejecutivos de la otra banda vivo.
-¡AIKO CUIDADO!- Grito e intento disparar el pero su arma ya no tenía balas, corrio rápidamente hacia la rubia pero fue tarde, se escucharon dos disparos Rindou cayó encima de Aiko.- ¿M-mi amor estás bien?- Pregunto el tembloroso mientras Mikey mato al sujeto y corrieron hacia donde Aiko estaba en el suelo ella hizo una pequeña sonrisa y su pecho comenzó a teñirse de rojo efectivamente los dos disparos le dieron en el pecho.
-G-gracias por intentar salvarme Rindou.... Te amo eres muy lindo.- Dijo ella mientras sentía como perdía fuerzas por los disparos que le dieron a la vez que comenzó a toser y sangre salía de su boca.
-¡Aiko resiste ya te atenderá el médico!- Dijo Haruchiyo mientras Rindou comenzó a llorar y levanto a la rubia en sus brazos mientras sentía como el ahora se manchaba de sangre la ropa para ir rápido y salvar a la rubia.
Mikey estaba desesperado también mientras iba a cuidando todo que no apareciera otro ejecutivo más que no hayan matado, debían de atender a la rubia con urgencia ya que estaba muriendo.
Aiko simplemente sentía un peso en sus ojos mientras Rindou corría lo más rápido que podía hacia el auto.
-R-rindou ¿V-voy a morir?- preguntaba mientras el chico se aferraba a ella y tenía lágrimas en sus ojos, no quería perderla.
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Ujujujunujujuj denle amooooor al capo se nos muere la Aikooooo
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❝...𝘼𝙇𝙀𝙅𝘼𝙏𝙀 | Mikey/Senju/Chifuyu
De Todo»... Cuando permaneces al lado de las personas equivocadas tu vida puede ir de mal en peor, aún si tienes a alguien que te vincula a ellos. En dónde Akashi Senju es la novia oficial del alto mando de Bonten, pero por un pequeño error de una noche t...
