Capítulo 4

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Una mañana como cualquier otra, se había levantado más tarde de lo normal, ahora eran las ocho de la mañana, seguramente porque se había ¨desvelado¨ la noche anterior.

Con pereza se levanto de la comodidad de sus sábanas, tratando de recordar lo que había pasado ayer por la noche, recordaba que Shadoune había llegado y lo llevó a su habitación.

—Espera... ¿Y el huevo?— Preguntaba en medio de un bostezo.

No había nadie junto a él en la habitación, lo cual se sentía bastante extraño, casi toda su vida la había pasado solo, pero ahora que un huevo no estaba con él se sentía solo.

Seguramente estaba en la sala, así que no se preocupo de más e inició con su rutina mañanera, prácticamente asearse, ejercitarse y tomar un desayuno nutritivo.

Cuando terminó de ducharse, se fue directamente al lavabo y se cepillaba sus dientes, bastante peculiares, ya que sus caninos eran más prominentes que el promedio. 

Observaba con detalle sus facciones, tenía unas grandes ojeras por la falta de sueño, unas que solamente él podía ver por el camuflaje negro que envolvía todo su cuerpo, recuerda que durante toda esa semana que trabajo no se tomó ni un solo descanso con poder terminar a tiempo.

No le dio mayor importancia y salió del cuarto de aseo con toalla cubriendo la parte inferior de su cuerpo, se secó, y se vistió, ahora era momento de ejercitarse.

Bajo las escaleras adentrándose a la sala, el huevo no estaba ahí.

No demostraría en su rostro que verdaderamente estaba preocupado, lo busco por todas partes de su hogar, incluso rebusco en el patio trasero.

No lo encontró.

—Muy bien...— Se sentó en el sofá y apoyó sus brazos en sus piernas—, Seguro que alguno de esos pelotudos se lo llevó— Le dio poca importancia y siguió con su rutina.

Salió de su casa, admirando el paisaje a su alrededor casi todo lo que podía alcanzar a observar le pertenecía a él y a su equipo.

Su rutina de ejercicios iniciaba con un calentamiento, luego de esos cien de cada ejercicio, planchas, lagartijas, sentadillas, y finalmente correr hasta que sus piernas se cansaran. Todo esto no le llevaba más de una hora, pensaba en aumentar la cantidad de repeticiones, pero el trabajo pendiente que tiene  no se lo permitía o al menos así era.

Justamente ayer había terminado su trabajo, asi que se tomo la libertad de realizar cuanto ejercicio quisiera o soportara, lo cual no fue más de una hora extra, cuando sintió como sus músculos estaban realmente calientes y sus fuerza se esfumaba. 

Cuando regresó a su casa, notó que había alguien sentado en el pórtico, la puerta estaba abierta, así que supuso que sería uno de los chicos, seguramente para decirle que se habían llevado al huevo a alguna exploración o simplemente para divertirse. 

Y con mucha confianza se acercó y le dio un fuerte abrazo en señal de saludo.

—Que ondaaa, ustedes fueron los que...— Cuando paso su vista al chico que tenía delante noto que no era ninguno de los chicos del imperio, era el administrador.

Con algo de vergüenza se separo de el abrazo que inició.

—Ahm, Buenos días Rich— Dijo tratando de disimular su nerviosismo por lo que había hecho anteriormente.

— Igualmente — Respondió a secas el otro—, necesito hablar de algo contigo, si no te importa— Dijo para dar unos pasos hacia la entrada de la casa.

¿Que eres? -QSMP X Elitecraft-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora