¿Que eres? -QSMP X Elitecraft-

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Una cálida noche del verano, lo único que las mantenía frescas era la brisa del campo, ambas construyendo los toques finales de la base de su cuidadora temporal o como le gustaba llamar, tía May.

Después de comer unos cuantos bocadillos, de forma amable me pidió que la ayudara, no tenia ningun problema en aceptar, me gustaba ser de ayuda para mis amigo y familia, en ese entonces era la más feliz de todas las criaturas.

Tenía personas que me querían mucho, personas interesadas en mi por mi rareza y sobre todo...

―Farfa, ¿Que haces aquí tan temprano?― Pregunto la chica al ver que llegaba su maestro más temprano de lo usual.

―Mayichi, tengo que hablar con Ever, si me disculpas― Trato de levantarme, pero fue detenido por la chica.

―¿Qué pasa, tío?― Insistió en la respuesta.

―No tengo tiempo para esto, pronto lo sabrás― Se acercó a mi nuevamente, pero ahí inicio la pelea.

Mayichi trataba de impedir que me fuera con mi maestro, en su defensa queria saber el porqué de esto, lo cual, ahora que me pongo a pensar, fue algo innecesario, aunque ella dijera que me protegía, creo que solo queria saber el chisme.

Y con la poca paciencia que caracteriza a mi cuidador, la agarro de sus hombros y la lanzó a varios bloques de donde estábamos, me sostuvo entre sus brazos con delicadeza y nos fuimos por el portal, hasta nuestra base.

En todo el trayecto, Mayichi nos siguió, en ese entonces parecía desesperada y exhausta por la situación en la que se metió ella misma.

Cuando llegamos a la base del Nether, me bajo de sus brazos y cerró la entrada para que la chica no entrara, mientras que la chica gritaba por las misma respuestas, mi maestro pareció perder la paciencia, subió hasta una de las torres del castillo y le lanzó varios proyectiles, logrando que la chica se fuera atemorizada.

No entendía que pasaba en ese momento, en menos de quince minutos había experimentado muchas cosas que debía procesar, en lo cual Farfa empezó a desahogarse como pudo, destruyendo varios objeto del castillo con su hacha, mientras liberaba su frustración con gritos desgarradores. 

Luego de aquella escena nos dirigimos a la base del overworld, más específicamente a la casa que construí, aún faltaba arreglar un poco las habitaciones, pero era lo de menos en ese instante.

Cuando entramos a la sala, farfa empezó a caminar de un lugar a otro, parecía no tener idea de qué hacer en ese momento, escuchaba como murmuraba cosas casi inentendibles para mi, lo único que pudo escuchar con claridad es que se empezaba a arrepentir de cómo trato a mi tia May.

Farfa se recostó en el sofa, mientras tanto le prepare su té de hierbas, me contó que era un método que lo ayudaba a tranquilizarse.

Me demoro unos cuantos minutos, pero valió la pena ya que cuando se percató de mis acciones, me dio una pequeña sonrisa, agradeciéndome al instante y disfrutando de la infusión. 

Aproveche para sentarme a su lado, pocas eran las veces que pasaba tiempo de tranquilidad con él, la mayoría del tiempo entrenábamos y jugamos con nuestros amigos, estos momentos son los que guardo en mi memoria con mucho aprecio.

―Ever...― Su voz sonaba tranquila, sabía que eso significaba que el té había dado efecto―, tenemos que hablar seriamente sobre algo― Su cara me transmitía profunda tristeza.

Y como suponía lo que me iba a decir no era algo para nada bueno.

...

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No puede ser...

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