UNO

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Aemond Targaryen era su crush.

Ese Aemond Targaryen super guapo y hermoso que sólo veía de lejos, porque acercarse habría sido atentar contra su propia vida.

Aemond lo asesinaría si se enterara de que lo admiraba de esa manera porque había muchas cosas en contra. 

Número 1 es bastante mayor. Bueno, no tanto. Unos años y ya. Pero ya va a la universidad y por eso lo ve muy poquito. Antes podía verlo después de la escuela y los fines de semana, ahora tal vez sólo una vez al mes.

Número 2 es su tío. Bueno, medio hermano de su madre. Lo cual era malo, muy malo. ¿Quién se enamora de su tío? Nadie, eso no estaba bien. Peor porque habían crecido juntos y por eso es que siempre había sabido lo mucho que lo admiraba. Antes porque era ese tipo de niño que no se dejaba de nadie y luego porque pues comenzó a verlo con otros ojos y se le hacía muy guapo.

Número 3 a él no le gustan los chicos. Le había conocido varias "novias." No era nada oficial, sólo chicas que llevaba a su casa cuando su madre no estaba y no se daba cuenta de nada. Pero él lo veía desde su ventana, porque vivían en casas contiguas y cuando llegaba con alguna chica cerraba las cortinas y no salían en bastante rato. 

Odiaba a esas chicas.


Lucerys tenía dieciseis años cuando por fin ha comprendido que su crush con Aemond siempre será algo unilateral. Las últimas vacaciones el mayor lo ignoró todo el tiempo y ni siquiera le contestaba los saludos. Así que en estas nuevas vacaciones no esperaba nada más, aunque no perdía al cien las esperanzas, la verdad es que no haría ningún esfuerzo extra por agradarle a su tío.

Es más, antes habría estado al pendiente de cuándo llegaba Aemond, estaría esperando por el taxi para verlo bajar y pelear con su maleta, entonces él iría corriendo para ayudarle, lo cual le ganaría un bufido molesto y el que lo quitara de su camino con un gesto un poquito grosero.

Ahora, ni siquiera supo si llegó el día anterior o ese día temprano en la mañana. No le interesaba estar detrás de él.

Tal vez se debía a que este año conoció a dos nuevos amigos y los dos le gustaban bastante, así que estaba al pendiente de ellos, les aceptaba regalos e invitaciones, aunque nada de eso había llegado a algo más. 

El jardín entre ambas casas era grande, pero como finalmente eran familia, no había una barda que dividiera las dos propiedades. La piscina era compartida, por lo que Lucerys salió con su traje de baño, su toalla, el bloqueador y su celular.

Uno de sus amigos le estaba contando un chisme sobre una de las maestras de su escuela y el otro estaba en una boda con su familia y le enviaba fotos de lo que veía en la ciudad a donde había viajado. Definitivamente los dos lo mantenían ocupado y sin tiempo para pensar en Aemond.

Por ello, cuando llevaba menos de una hora acostado boca abajo, tomando el sol y leyendo los mensajes de sus amigos, alguien se acercó haciendole sombra.

-¿Lucerys?

El menor se gira, encuentra a su tío, lo puede ver recortado contra el sol, así que aprieta los ojos para tratar de mirarlo sin que se lastime la vista.

-Hola.

Responde y vuelve a su celular, el chisme de la maestra está muy bueno y las fotos del viaje son divertidas.

-¿Cómo estás?

-Bien - responde Lucerys sin prestar atención.

-Llegué ayer.

-Ah, OK - dice y luego suelta la carcajada porque su amigo le envía una foto muy graciosa de su hermana cayendo al tropezar.

-¿Con quién hablas?

-Con un amigo - responde sin dar detalles porque para Aemond serían irrelevantes, él no conoce a ninguno de sus amigos.

-¿Es tu novio?

-No, es mi amigo - le aclara aunque iba a decir algo como ¿y tú como sabes que me gustan los chicos? Pero se lo pensó dos veces y se quedó callado.

-Está bien. Nos vemos.


Lucerys no se despidió, cuando terminó de mandar mensajes se metió a la piscina y se olvidó de todo. Realmente después de tanto tiempo de ser ignorando había dejado atrás a Aemond. Aunque siempre sería su crush ahora su atención estaba en otro lado. 

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