Lo peor que podría pasarle en la vida era tener todos esos pensamientos en su cabeza y no poder escapar de la persona que le causaba toda esa locura. Esa locura que le quitaba el sueño y que convertía sus días en tortura.
Por eso aceptó ir con su madre al centro comercial, para distraerse, aunque ello significara ir detrás de Rhaenyra de tienda en tienda.
Podría sonar aburrido, pero por lo menos era mejor que estar en la casa, mirando por la ventana para ver si Aemond está en su habitación.
- Creí que no te gustaba acompañarme.
-Me gusta, pero te tardas demasiado al elegir ropa.
-Hay que probarla.
-Demasiado.
-Exageras.
Camina con su madre, dejando que ella lo tome del brazo. Este último año él ha crecido bastante, ya es más alto que Jace, podría jurarlo.
Entran a una tienda, muy exclusiva, lo dejan sentado en un cómodo sillón, le ofrecen algo de beber. Lucerys siente mucha vergüenza por quedarse sólo sentado, ahí a la vista de todos mientras espera que Rhaenyra tome la decisión entre dos vestidos.
Se levanta, pasea entre las prendas, ni siquiera tienen etiquetas de precios. No sabe porqué su madre ha elegido este lugar, el evento al que irá debe ser muy elegante para necesitar algo así de caro.
-Oh querida, seguro encontrarás algo precioso para la fiesta.
Lucerys se queda frío al escuchar la voz de Alicent, es clarísima, no podría confundirla con otra.
-Aemond, ven acá, es importante para Floris que a ti te guste.
Tiene que escapar, irse de ahí a toda velocidad, solo salir corriendo y evitarse aquella vergüenza. Pero por supuesto que no podría, porque entonces su madre sale del probador viéndose espectacular.
-¡Rhaenyra! - Alicent mira a su madre y su madre lo mira a él. Aemond sigue ese camino y lo encuentra, del otro lado de la tienda, tan cerca de la puerta que fue doloroso saber que no había podido escapar.
-Este es el elegido - le dice su madre muy orgullosa -. Te dije, Luke, no iba a tardar una eternidad eligiendo.
-Si mamá, increíble.
Aemond lo mira de arriba a abajo. Lucerys se estremece y quisiera ser simplemente invisible para poder irse sin que nadie lo notara.
-Ah, estás ahí Lucerys - dice Alicent y se acerca para darle un beso, todo normal, esa tensa cordialidad entre la madre de Aemond y los hijos de Rhaenyra. ¿Qué diría la mujer si supiera que los hijos mayores se han ido juntos lejos de ellos?
No le caería nada bien, estaba muy seguro. Sólo por ello le gustaría decirle, pero su madre tampoco tiene idea, así que se quedará callado.
-Nyra, ayúdame, quiero tu opinión para el vestido de Floris.
Lucerys mira a su madre, quiere que se niegue, que le diga que no pueden quedarse. Pero ella acepta y van con la joven a buscar un modelo en color verde. Claro, tenía que ser en verde. Espantoso color.
-Es la fiesta de aniversario de sus padres, veinticinco años de casados.
-Ah que bien, pues que se diviertan.
Aemond pone su mano en la cintura del joven, este se estremece. Si había querido huir de su tío ahora estaba fregado. Deseaba volver atrás, al día del beso entre ambos, decirle todo va a ser raro, no sabré como verte a la cara después de eso. Me voy a morir de la pena. Quería explicarle la mala idea que era ponerse celoso de otros, de Cregan, de Dalton, y que actuar por celos traería consecuencias.
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Crush
FanfictionLucerys tiene un crush secreto. Nunca jamás le diría nada sobre lo que siente porque seguro se burlaría de él.