Después de pensarlo por varios días y de evitar a Aemond como si fuera la peste hasta que Alicent anunció que su casa estaba limpia y regresaba a ella.
Lucerys respiró tranquilo esa primera noche donde pudo subir a su cuarto y dejar la ropa tirada en el suelo sin miedo a que desapareciera algo más.
Aun tenía que seguir lavando su ropa, recogiendo su tiradero, encargándose de los platos sucios y cualquier cosa que su mamá pensara que debía hacer; pero por lo menos ya no tenía el pendiente de que su tío apareciera en cualquier momento salido de nada.
-Lucerys, ¡¡duérmete ya!! Son las cuatro de la mañana.
Su mamá apareció en su habitación encontrando que estaba jugando videojuegos con su venadito favorito, Qyle Martell.
-Es la nueva temporada del Fornite mamá, Qyle y yo tenemos que conseguir...
-No me importa, Lucerys, te dije desde la media noche que te durmieras y mira nada más...
-Bye, Luce, al rato nos conectamos - le dice Qyle en los audífonos antes de desaparecer de su partida.
-Genial - refunfuña Lucerys al cerrar el juego y apagar la consola.
Se despertó a las dos de la tarde y sólo porque había ruido afuera, música y risas. Se talló la cara, parpadeó muchas veces para enfocar y trató de volver a dormirse cuando se dio cuenta que no tenía nada de ganas de levantarse.
Pero la música subió de volumen de repente y el ruido de gente entrando a la alberca le picó la curiosidad.
¿Era su alberca?
¿Pero quiénes la estaban ocupando?
Sus papás no estaban porque llevarían a Joff y a Daeron al acuario, era un evento enorme al ser el primer día que la mega mantaraya enorme dinosauria, como la describía Joff, estaría en los tanques y tenían que verla.
Del otro lado, Helaena era alergica al cloro o algo así de ridículo y su mamá la alejaba hasta del shampoo. Alicent, le había dicho su madre en el pasado, el shampoo no tiene cloro. Lucerys se había reído muchísimo de que la señora Alicent fuera así de obsesiva.
¿Aemond?
Este pensamiento le hizo levantarse y asomarse por la ventana de su cuarto. Una escena muy ridicula sucedía enfrente de él y sólo era explicable por el hecho de que los vecinos tenía un invitado y este invitado había traido a sus amigos.
Gwayne Hightower era el tío de Aemond y Lucerys tenía fácil cinco años de no verlo. Era estudiante de posgrado y sus amigos se veían como pequeñas ratas de laboratorio. El primero que vio le rechazó una cerveza a Gwayne y se puso a beber jugo de naranja. ¿Eso traería vodka? Ay no, claro que no. Otro estaba en la alberca, con chaleco salvavidas. Lucerys se quiso reír, pero era muy responsable de su parte no ahogarse en su piscina así que no diría nada en su contra.
Una chica tenía puesto el traje de baño más raro del mundo, le cubría todo y tenía la cara blanca con bloqueador. La otra tenía una pistola de agua y estaba mojando a la que no quería que le diera ni el sol y al chico del jugo.
Luego estaba Aemond, con el pecho descubierto y Lucerys no podía creer lo blanco que era. O sea si había pectorales y abdominales, pero, parecía que la chica del bloqueador lo había recubierto con este porque eran del mismo tono.
Y como cereza del pastel, Gwayne Hightower. Lucerys, el año pasado claro, no habría despegado sus ojos del pecho pálido vampírico de Aemond y habría fantaseado con pasar su lengua por esos pectorales; pero este año, con los pies puestos en el suelo y convencido de que ese comportamiento de la noche del cine solo fue para joderlo, podía apreciar la innegable belleza del hombre joven que era el tío de Aemond.
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Crush
FanfictionLucerys tiene un crush secreto. Nunca jamás le diría nada sobre lo que siente porque seguro se burlaría de él.