OCHO

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Había aceptado salir con un amigo de Jace porque pues su hermano mayor no estaba y además era la única persona que podría saber sobre la misteriosa Sara. Sólo iban al cine, porque tampoco había muchas cosas que se le antojaran hacer, así que el cine era la mejor opción siempre. 

Se iba a ir vestido con lo que se puso en la mañana, jeans amplios y una playera que había heredado de Jace, era de dinosaurios. Pero después le pareció que se veía demasiado como su hermano, desenfadado, relajado. Ese no era su estilo. 

Acabó vestido con unos pantalones que se ajustaban mucho en la cintura y le marcaba el trasero y con un sueter azul y blanco que ante el más mínimo movimiento dejaba descubierta su piel. ¿Por qué tenía ese tipo de ropa si nunca la usaba? La compraba en línea, baratísima, su madre ni le preguntaba sobre esas compras, así que seguía haciéndolo. 

-Luke, ¿podría ir por los vasos que dejé junto a la alberca? 

Su madre no lo mira, está lavando trastes, está vez no le correspodía a él porque había ayudado a hacer la pasta que comieron para la cena. Lucerys va por los vasos, cruza el patio, sus tenis blancos hundiendose en el pasto, se tiene que estirar un poco para tomar lo que le ha pedido su madre sin dar la vuelta a los camastros. Pero lo hace así por si alguien está mirando por la ventana se de cuenta de cómo va vestido.

Regresa sin que otra cosa pase y le deja los vasos en el fregadero.

-¿A dónde vas?

-Al cine - le responde a su madre.

-¿Con Dalton? 

-No, me invitó Cregan.

-¿El Cregan de Jace?

-Aja.

-No regreses tarde. 

Su madre le sonríe, esa sonrisa tensa que le demuestra que se preocupa, porque salga, porque salga con alguien aunque sea el mejor amigo de Jace. Ella se seca las manos, le da un beso en la frente y casi sale de la cocina, pero se gira y lo mira con atención por primera vez.

Tal vez le diría algo de la ropa.

-¿Tienes dinero?

-Él me invitó.

-No, Lucerys, no. 

Rhaenyra se va al closet que está en el pasillo entre el recibidor y la cocina, saca su bolsa y luego su cartera. Saca algunos billetes y regresa a su lado.

-Toma - le pone el dinero en la mano - nunca salgas sin dinero y no dudes en llamarme si necesitas algo.

-Sólo vamos al cine y es Cregan, lo conoces desde que tiene como diez años.

-Como amigo de Jace - su madre tenía de nuevo esa expresión, labios apretados y  parece que respira demasiado profundo como tranquilizandose - pero no va a salir con Jace, va a salir contigo y siempre te ha mirado...raro.

-¿Raro? - Lucerys levanta una ceja esperando a que su madre diga algo más pero ella parece dudarlo. Él suspira, sabe que su madre siempre vio con ojos muy inocentes la relación de su hermano con Cregan, pero este fue el primero en mostrarse conmocionado por la noticia de Sara a tal grado que se había desaparecido por un buen tiempo antes de dar señales de vida una vez más. Una señal de vida es la salida de ahora, pero a su madre le parece extraño, por supuesto. 

-No sé, tiene una vibra extraña, no podría explicarlo...

-Mamá, Cregan extraña a Jace, es todo.

-Bueno, yo también lo extraño, no sé porqué no ha venido a visitarnos.

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