Mientras miraba la televisión me recosté en el sofá, la televisión tenía el volúmen considerable, agradable para el odio humano. El cana de televisión estaba entretenido, era un tipo de programa de cocina.
Comencé a sentir mucho sueño, a pesar de que había estado dormida la mayor parte del día mi cuerpo se sentía agotado, aunque luche por mantenerme despierta no pude, poco tiempo después comencé a quedarme dormida, el señor Masacrik no había llegado en ese momento y pensé que solo sería una siesta pequeña así que dormí plácidamente, sin algún tipo de preocupación, simplemente me dormí.
Pasaron un par de horas, y yo me desperté, sentía como algo acariciaba mi cabeza por lo que rápidamente me desperté y me pare del sofá en el que me encontraba acostada, mi vista estaba algo borrosa ya que me había dormido y no había despertado del todo. Estaba asustada, pensé que alguien se había metido a la casa y que me harían algún tipo de daño, los pensamientos se alejaron cuando escuché una voz muy familiar.
· · · : Hola pequeña, he vuelto a casa.
Esa voz... ¡Era el señor Masacrik!
Masacrik: Vamos, ¿No me darás la bienvenida?
Mi sonrisa reflejaba una sonrisa, el saber que Masacrik había vuelto a casa hacia que mi corazón latiera mucho por él. Me acerqué con mucho cuidado pero esa emoción no duró mucho, recordé lo que había pasado y lo que el había hecho con mi cuerpo por lo que pare en seco y lo mire, me quedé muy pensativa, ¿De verdad estoy emocionada por él?
No, no creo que lo haya extrañado.Di unos pasos hacia atrás, me aleje de él, me a pesar de que estaba feliz por volverlo a ver una voz en mi interior me decía que no fuera, que el era un hombre malo y que me haría mucho daño otra vez. El miedo de apoderó de mi cuerpo, "¿Masacrik me hará daño?" Es pregunta se repetía en mi cabeza una y otra vez, no me dejaba en paz.
El aura Masacrik había cambiado, el mantenía la misma sonrisa de siempre pero no se sentía igual, ahora se sentía incómodo estar cerca de el, parecía que estaba enojado conmigo, tendría sus razones ya que no le hice caso y en vez de acercarme me aleje más de él.
Masacrik: ¿Te quedarás aquí parada? -suspiro- Se que me tienes miedo por todo lo que ha pasado, lo entiendo pero no creo que sea para tanto, te pregunté si harías lo que fuera para estar y mi casa y eso hiciste, hiciste lo que yo quise y ahora te has ganado un hogar y un amo el cual te cuidarás y te dará la calidez que necesitas.
Sus palabras resonaron en mi cabeza, tenía razón, yo le pedí que hiciera todo eso por mi, no podía rechazarlo así nada más después de todo lo que el ha hecho por mi, sería algo muy cruel de mi parte así que decidí obedecerle.
Me acerqué a él y me pare al frente, y estaba recostado en el sofá con las piernas cruzadas pero cuando me vio las acomodo abriendo las un poco, con su mano hizo una señal de que me sentará frente a él y eso hice, me senté frente a él y el se acomodo acercándose a mi.
Me tomo de la barbilla, movió mi cabeza de un lado a otro observando mi rostro de cerca, su rostro estaba a tan solo unos centímetros del mío, podía sentir su respiración en mi rostro y eso hacia que mi corazón se aceleraba, ¿Por qué me gustaba está tención? A pesar de ser incómoda me gustaba, hacia que mi cuerpo estuviera tensó, mis mejillas coloradas y mis manos temblando, una sensación que antes me parecía desagradable pero que ahora era fabulosa. Algo en mi cambio.
Masacrik: Eres diferente a las demás, a pesar de otras creaciones que he hecho tu eres la que más me gusta. Dejando todo esto de lado, veamos la televisión.
¿Soy la que más le gusta? Oh... Eso hacia que me emocionara más, a decir verdad lo había extrañado, me había acostumbrado tanto a él que simplemente no podía estar tranquila. Su aroma, su rostro, sus manos tan suaves y grandes, esas manos que tocaban mi cuerpo cada que el quisiera... ¿Estoy bien?
Quería disfrutar más del señor Masacrik, el estaba mirando la televisión, se veía muy entretenido a decir verdad, mire por un momento la televisión pero no me parecía interesante, solo quería verlo y disfrutar de su regreso.
Masacrik me miró y se notaba algo raro, puso su mano en mi mejilla y la acaricio suavemente, a pesar de que tenía guantes podía sentir la calidez de su mano tocando mi mejilla, me estaba tocando, esa sensación me encantaba, me gustaba mucho.
Masacrik: Vamos, no me veas con cara de gatito tristeza, me das ternura.
En el momento en el que Masacrik quitó su mano yo me quedé quieta, ame la sensación que sentí cuando me tocó, ame la manera en la que me miraba. Me gustó todo.
Puse mi cabeza en su pierna y cerré los ojos, en ese momento me encontraba sentada en el suelo con la cabeza recargada en el hombro de Masacrik, el puso su mano en mi cabeza mientras me daba pequeñas caricias.
Esta es la vida que me espera a su lado, no sé si sea buena o mala pero le lo único que estoy segura es de que no me la pasaré tan mal con él, ¿O me estoy equivocando?.