Cap 16: ¿quién soy?

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Estaba sentada en el suelo en un lugar completamente oscuro, abrazaba mis piernas pir el miedo de estar en un lugar desconocido "¿Quién era yo? ¿Cómo me llamo?" Eran las preguntas que me decía a mi misma.  Decidí ponerme de pie y empezar a caminar sin rumbo fijo, sentía muchas miradas pero cuando regresaba a ver no había nadie ¿Que estaba pasando?.

Mientras caminaba, escuche el sonido de un charco, mire hacia abajo y mi pie estaba húmedo de un líquido negro y de cierta manera viscoso, una sensación desagradable recorrió mi cuerpo por lo que rápido aparte mi pie y pise en otro lugar pero para mí sorpresa puse otra vez un charco igual. Era muy desagradable.  Comencé a correr pero por dónde pisaba era lo mismo, el suelo estaba lleno de aquel líquido vizcoso el cual fue creciendo más y más hasta llegar a la altura de las rodillas en donde ya se me dificultaba caminar. 

Pare de caminar y miraba a todos lados, era un lugar sin salida, había una luz que me permitía ver por dónde iba pero no había un fin y tampoco un comienzo, no había nada, solo yo y el líquido que cada vez iba creciendo.

No había escapatoria, aquel líquido extraño iba subiendo más y más, este subió al punto de estar hasta mi cuello, no podía moverme, las miradas seguían puestas en mi.  El silencio era muy aterrador, podía escuchar el sonido de mi corazón latir.  Mire a todos lados y a lo lejos una luz alumbró a una persona que vestía todo de negro, solo podía morra sus ojos el cual era de un rojo intenso.

Comenzaba a caminar pobre el líquido pero mientras más se acercaba más se iba uniendo al punto de taparlo completamente más sin embargo sentía como se seguía acercando por el movimiento del agua, mi corazón se aceleraba ya que yo no me podía mover.  Me comenzaba a desesperar, quería escapar, quería irme de ahí pero no podía, aquella cosa estaba cada vez más y no podía hacer nada para escaparme, solo podía esperar a que llegara por mí.

De pronto, sentía como unas manos me tocaron los tobillos, estás manos iban subiendo más y más, recorrían mi cuerpo hasta llegar a mi cuello y ahí se detuvieron, lo apretaron al punto de ya no podía respirar, abría la boca con la esperanza de poder tomar aire pero no podía, de pronto mi cuerpo dejo de tener fuerzas, cerré los ojos con fuerza y ahí fue cuando deje de sentir las manos en mi cuello, abrí los ojos de golpe y comencé a respirar de una manera muy alterada pero... ¿Dónde estaba?

Cuando abrí los ojos estaba en una habitación, escuchaba pitidos así que regrese a ver al lado mío y había una máquina que media mi pulso, miraba mis manos y estaban llenas de agujas y tubos, ahí entendí que estaba en un hospital, ¿Qué hacía ahí? No, más bien ¿Cómo llegue ahí? Intentaba recordar pero no podía, de hecho, no podía recordar nada, mi mente solo recordaba lo que había pasado en mi cabeza y la segundos atrás.

Escuché un ruido en la puerta y regrese a ver rápido, cuando se abrió lo primero que vi fue a un hombre alto y vestido con el uniforme de doctor, me miró y sonrió de una manera extraña, ¿Qué le pasaba? Aunque ahora me sentía segura ya que no estaba sola, mientras el se acercaba yo me recosté en la cama y di un suspiro.

•~: Vaya, ya despertaste, me estaba preocupando mucho.

T/N: si... ¿Qué me pasó? ¿Por qué no recuerdo nada?

En ese momento bubo un silencio incómodo.  Mire su rostro y parecía estar muy serio aunque también preocupado.

•~: ¿Qué? ¿No recuerdas nada?

T/N: no, no recuerdo nada... No sé ni cómo me llamo.

•~: Bueno, debe ser porque te golpeaste la cabeza. 
Al parecer caíste por unas escaleras, tienes fracturado uno de los tobillos y también uno de tus brazos, claro, no fue tan grave como tú tobillo pero tienes que guardar reposo.

T/N: Entiendo... Pero... ¿Sabes cómo me llamo? Me imagino que deben tener algunos informes míos. 

•~: Nada, por tu condición física y raro aspecto no hemos encontrado nada de ti.  Cuando llegamos quisimos hacerte unos análisis pero era imposible, tu sangre aunque funciona bien para nuestras pruebas no funcionaba para nada, aunque pase mucho tiempo fuera de tu cuerpo y sin cuidado no tiene cambios como grumos o cambio de color, es extraño para nosotros.

En ese momento no entendía nada de lo que estaba hablando, quizás solo estaba bromeando pero recordé el momento en el que vi mis manos, eran de un color diferente al de los demás.

•~: Tranquila, no te alteres, aunque tú color de piel o color de pelo es diferente al de los demás, tu cuerpo es exactamente igual al de un humano, no es grabe.

T/N: Entiendo...

•~: Bueno, te dejo descansar un rato más.  Más tarde la enfermera te traerá tu comida.

T/N: Está bien... Muchas gracias.

El doctor asintió con la cabeza y se marchó de la habitación dejándome sola.

Me recostaba en la camilla y miraba hacia el techo por unos minutos, alzaba mis manos para verlas y quedarme pensando en como puedo ser así, ¿Así nací?, ni creo... ¿Y si de verdad nací así?
De tanto pensar ya me dolía la cabeza...

Baje las manos y dirigí la cabeza a la ventana, tenía las persianas cerradas por lo que solo podía ver muy poco, era de día así que los rayos de sol pasaban, de pronto la sombra de una persona se miraba a través de ellas, supuse que eran las personas que caminaban por fuera así que no le preste mucha importancia y volví a mirar hacia la pared.

T/N: ¿Quién soy?...

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