Cap 10: La desición.

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A la mañana siguiente me desperté porque sentí muchas ganas de ir al baño, abrí lentamente los ojos e hice un bostezo, sentía que había dormido muy bien, me sentía muy tranquila pero al mismo tiempo seguía teniendo sueño así que volví a cerrar los ojos. Me di media vuelta en la cama para volverme a acomodar pero sentía algo extraño, un peso encima de mí, no era por las sábanas era algo más, aparte de que sentía muy cálido a pesar de que estábamos en épocas en las que había más frío de lo común, aparte de que sentía un aroma muy agradable, volví a abrir los ojos y me encontraba con el pecho del señor Masacrik, la camisa de su pijama tenía un botón desabrochado por lo que dejaba notar su piel blanca como porcelana. Baje la mirada y lo que vi fue que el peso que sentía no eran las cobijas, era su brazo, me estaba abrazando, alce la cabeza y vi que el seguía profundamente dormido, no quería despertarlo así que me quedé ahí, quieta y sin moverme, tenía ganas de ir al baño pero me las aguantaría para no despertarlo.

T/N: ( Dormí muy bien... Desde hace mucho tiempo no dormía de esta manera... ¿El señor Masacrik tuvo algo que ver? Quizás... Quizás fue su compañía...)

Había pasado un rato después de que me había despertado, no hice mucho, simplemente me quedé despierta, pensaba en todo y a la vez en nada, me sentía muy bien estando en sus brazos, me sentía segura y protegida, eso era algo que no había sentido antes, claro, mis padres a veces me abrazaban pero era una sensación distinta a la que siento ahora. Mis ganas de ir al baño se habían ido, era algo malo pero bueno por el momento.

Estaba usando el brazo del señor Masacrik como una almohada por lo que me sentía cómoda, no sabía por cuánto tiempo me iba a quedar así, tampoco sabía si esto volvería a pasar, supongo que está era una de esas ocasiones que pasaban una cada mil años así que decidí aprovechar la situación y tomar más confianza, me acurruque más en él, puse mi cabeza pegada a su pecho al igual que mi cuerpo, sentía su calidez, su aroma tan agradable y su presencia, todo era bonito, hice un suspiro para quitar toda la tensión que sentía. Todo era tranquilidad.

Masacrik: Que rápido agarras confianza, eso me agrada.

Su voz era más profunda de lo común, era de esperarse pues no tenía mucho de haberse despertado. Escuchar su voz hacia que diera un salto en mi misma y rápidamente alejarme de él, me hice para atrás a tal punto de llegar a caerme de la cama.

T/N: ¡A-ay! ¡P-perdón!

Me puse rápidamente de pie, mi rostro estaba sonrojado hasta más orejas, mis ojos se llenaron de lágrimas por la vergüenza que sentía. Quería que la tierra me tragara en ese preciso instante.

Masacrik: jajaja, tranquila, vuelve a la cama.

T/N: N-no gracias, y-ya descansé lo suficiente. C-creo que me ir-

Masacrik: Sé obediente y haz lo que digo. Pero antes de que regreses quiero que traigas los papeles que tengo en el escritorio, quiero mostrarte algo.

T/N: e-esta bien...

Mientras el señor Masacrik se sentaba en la cama yo caminé hasta el escritorio y vi una carpeta la cual tenía algunos papeles dentro, los tome con cuidado para que no se calleran y camine nuevamente hasta la cama, me subí nuevamente y le di los papeles, el los tomo y así espero hasta que yo me acomodara.

Masacrik: Quiero mostraré algo.

Estaba algo confundida pero aún así acepte, asentí con la cabeza por lo que el sonrió con algo de felicidad, era algo extraño para mí pero no había mucho que decir, simplemente iba a hacer todo lo que el me pidiera.

Abrió la carpeta y ahí vi algunos bocetos. Eran unos bocetos muy bien dibujados, tenían algunos trajes y una que otra marca en la cara de las personas dibujadas, de cierta manera el rostro era casi igual al mío pero tenían algunos dibujos en el rostro el cual hacían la diferencia. Cada hoja era un boceto, mire por un momento el rostro de el señor Masacrik y los miraba con gran entusiasmo, parecía orgulloso de ellos, claro, los bocetos eran muy bonitos pero eso no le quitaban lo extraño.

Masacrik: Desde hace un tiempo he estado pensando cuál se vería mejor contigo y estos eran los mas decentes aunque hay uno en específico que me gusta para ti y creo que ese será...

La última hoja era un boceto, era el que parecía más detallado.
Un suéter con rayas moradas y negras (así como el que tenía puesto.),
Una pequeña falda negra y medias del mismo color que el suéter.
En la cabeza tenía un gorrito con orejas de gatito, el pelo lo tenía corto y despeinado, en el rostro parecía tener un antifaz o alguna marca en mis ojos. Lo que más era notorio en todo esto era que la piel era azúl, por algún motivo este combinaba con el pelo y con la vestimenta.

Masacrik: Este es lo ideal para ti, no es nada parecido a lo que tú costumbras a usar y eso es lo más genial, la ropa, el gorro, los colores, la piel. ¡Todo es perfecto para ti.! ¿Aceptas usar esto?

Sentía un poco de tensión por el comportamiento que estaba teniendo, se veía animado y contento de lo que están diciendo, se veía orgulloso.

T/N: N-no entiendo... ¿Cómo es que esto es perfecto para mí?

Masacrik: Te explico. Si quieres estar aquí tendrás que adaptarte a mis gustos, tendrás que lucir como yo que luzcas, tendrás que hacer todo lo que quiero que hagas, tendrás que aceptar todo lo que te pido, si no es así tendrás que volver a tu casa...

T/N: ¿Quiere que luzca así? E-eso no es posible, h-hay muchas cos-

En ese momento Masacrik tiro todo a un lado, se abalanzó sobre mi y me puso contra la cama, con una de sus manos se recargaba de la cama para tener distancia conmigo mientras que con la otra mano me tomaba de la mandíbula y me miraba directamente a los ojos. Sus ojos eran brillantes, su sonrisa era muy grande pero se notaba enojado. Todo me era muy familiar. Me estaba dando mucho miedo, mis ojos se llenaron de lágrimas y ni cuerpo se tenso tanto como para comenzar a temblar.

Masacrik: Nada es imposible para mí. Si yo te pido algo tu lo tendrás que hacer sin cuestionar, aunque yo te pregunté que tienes que hacer las cosas tu asentiras sin pensarlo.

Me quedé callada, a este punto yo ya estaba llorando, el nieto me recorría de los pies a la cabeza.

Masacrik: Te lo vuelvo a preguntar. ¿Aceptas usar esto?

No podía hablar así que solo asentí con la cabeza, con lo que solo recibí más presión en mi mandíbula la cual ya comenzaba a dolerme mucho.

Masacrik: ¡Responde con palabras!

T/N: ¡S-si! ¡A-acepto usar eso!

En ese momento Masacrik soltó mi mandíbula poco a poco, sé alejó nuevamente en la cama quitándose de encima mío y sentándose nuevamente sobre la cama, este me miró con la misma sonrisa que antes, parecía satisfecho. Puso su mano sobre mi cabeza y le daba suaves palmaditas.

Masacrik: Muy bien mi pequeña T/N, sabía que aceptarías con mucho gusto. Ahora vamos a desayunar que ya es muy tarde y tengo hambre.

El señor Masacrik había vuelto a la normalidad, el aura que tenía ya había desaparecido y lucía amable otra vez. Se paró de la cama y se fue caminando a la puerta de la habitación.

Masacrik: por cierto, antes de que salgas quiero que recojas los papeles que se cayeron, y no tardes.

Me dio una sonrisa antes de salir y dejarme completamente sola.

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