Los días pasaron, el no se comportó diferente después del cambio que me hizo, seguía tratándome de la misma manera en la que me trataba cuando llegue a la casa, es lo que esperaba después de todo, me alegro que tenga el mismo comportamiento de antes, sería un poquito raro que el cambiara solo porque yo cambie mi forma de vestir o en este caso mi apariencia, aún así quizás tenía un poquito de esperanza de que me trataría un poco mejor... Bueno, si me sigue tratando de la misma manera entonces no me quejo, así es el y no me deno de quejar.
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Ya era tarde.
Estaba sentada en la alfombra de la sala mientras veía la televisión entusiasmada, últimamente estaba viendo un programa (cual tú quieras.) que no me lo perdía por nada, verlo hacia que el tiempo pasará más rápido de lo normal, era mi único método de entretenimiento de esta casa, claro, aparte de que hacía los quehaceres del hogar aunque esos no eran tan grandes, ver la televisión se había vuelto uno de los más grandes métodos de entretenimiento, aparte de ser lo único que podía hacer en ese lugar tan encerrado como era esa casa que aunque tenía ventanas que por supuesto tenían cortinas de un color vino las cuales no dejaba que entrara mucho la luz.
De la nada escuché como la puerta principal se abría y pensé que era Masacrik por lo que regrese a ver y le pare para darle la bienvenida pero me lleve la sorpresa de que era Mimi, ella me vio y no hizo expresión alguna, de hecho no me dijo nada.
Dejo su abrigo en el perchero que se encontraba a un lado de la puerta y camino hacia las escaleras, supuse que iba a la habitación de Masacrik, sabía que ella era la única que podía entrar ahí sin permiso así que no dije nada y me senté otra vez a ver la televisión.
Paso un rato y no escuché ruido hasta una voz me llamo de la parte de arriba.
Mimi: ¡T/N, ven un momento!
¿Qué es lo que quiere? Es raro que me llame, normalmente ella ni me dirige la mirada pero ahora me está llamando,
Igual le dice caso. Me pare de dónde estaba sentada y camine hasta las escaleras, iba algo lento ya que el día anterior me había lastimado un poco el pie por correr.
Llegué hasta la oficina del señor Masacrik y abrí la puerta pero ahí no había nadie, pase para ver si no estaba detrás de la puerta haciéndome una broma pero no era así, de hecho la oficina estaba completamente vacía, ¿Donde estaba Mimi? Salí de la oficina y me dirigí a la habitación de Masacrik pero otra vez una voz me llamo y ahora venía de la planta baja de casa así que camine hasta las escaleras, cuando iba a bajar sentí algo detrás de mi.
Mimi: Eres un estorbo...
Rápidamente regrese a ver lo que pasaba pero vi a Mimi con los ojos rojos y llenos de lágrimas, subí nuevamente el escalón que había bajado hace unos momentos y me acerque a ella la cual solo me estaba mirando, puse mi mano en su hombro y con una voz suave pregunte.
T/N: ¿Estás bien? - Sin respuesta- Mimi, no se lo que pasa pero te aseguro que todo estará bie-
Mimi: ¡No lo digas! ¡No todo estará bien!
Me empujó hacia atrás, no entendía lo que pasaba, ¿Por qué está a llorando? ¿Que es mi que pasó? ? será que vio algo? Ah... Aunque tenía curiosidad o quería preguntar nada para no lastimarla más o ofendiera en todo caso.
Me acerqué otra ve, pero tuve más cuidado porque puede que me vaya a caer otra vez.
Mimi: T-te robaste lo que más quería.... Hiciste que su tiempo ahora te lo dedique a ti y solo a ti, dejando a un lado mi amor y...
En ese momento ella se abalanzó sobre mi y me empujó haciéndome caer hacia atrás, cayendo sobre mis glúteos e hice un pequeño quejido por el dolor, me trate de levantart tu uuhh lo un yo ìt nome tlo más rápido que puse pero ella no me dejó, mientras estaba a punto de pararme me volvió a empujar haciéndome perder completamente el equilibrio y caerme hacia atrás, lo que no contaba conmigo era que no había nada de mi, empecé a caer las escalera. Lo último que vi era él rostro de Mimi, estaba lleno de lágrimas, sus ojos estaban abiertos como platos y estiraba una mano para intentar tomarme pero ya era demasiado tarde, sentí un fuerte golpe en la espalda y en la cabeza, me encontraba tirada en el suelo,bhice lo imposible para no perder el conocimiento pero era en vano, mis ojos se cerraban por sí solos, escuchaba un fuerte pitido en mi oído el cual me impedía oír. Sin poder hacer nada más mis ojos se cerraron quedé inconsciente.
Narrador
T/N había caído de las escaleras en una posición algo mal, uno de sus pies estaba torcido, su cabeza había sufrido un fuerte golpe y ahora estaba sangrando.
