Cap 3: Primera sesión.

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A pesar de que mis padres dijeran que el era una buena persona no sabría si darle la razón o no.

Me encontraba recostada en aquel sofá que usan los psicólogos en sus sesiones, el psicólogo estaba ahí, sentando frente a mi mirándome directamente, él no decía una palabra, yo no decía una palabra, sentía el ambiente incómodo de mi parte, al parecer él estaba... ¿Feliz? No lo sé, tenía una sonrisa de oreja a oreja, observaba mi cuerpo y parecía perdido en sus pensamientos... ¿Que se puede hacer en este caso?.
Me arme de valor y decidí cortar esa tención con un saludo o algo así.

T/N: H-hola...

Hola... ¡¿Hola?! ¡Por Favor! ¿No sé me puso ocurrir algo más decente?

Mi rostro se torno de un color rojo de la vergüenza, ese fue el saludo menos favorable para el momento, hablarle fue una mala idea, estar con el es una mala idea, incluso estar aquí es una mala idea, estoy dudando sí de verdad mis padres dijeron que el era bueno, al parecer solo es un tipo extraño que solo se hace pasar por un psicólogo.

Al ver qué no recibí respuestas de su parte mis nervios subieron al punto de entrar a la desesperación, no sabía que más hacer así que me pare del sofá y me pare.

Y/N: L-lo siento... No puedo estar aquí.

Mis piernas temblaban por el estres y el miedo del momento, el no había dicho una palabra ante mis acciones o mis palabras, estaba calladoz estaba atento a mis movimientos más no decía nada, me seguía mirando con la misma sonrisa, era escalofriante, claramente está, pero no podía hacer mucho más, simplemente me quería ir, ya estaba muy estresada para seguir en ese lugar.

Al llegar a la puerta la abrí ligeramente pero sentía una fría mano tocando mi hombro, era él, se encontraba justo detrás de mí, podía sentir si presencia detrás de mi, es como si está me abrazara, mi piel se erizaba de pies a cabeza, eso me ponía incluso más nerviosa y ansiosa que antes.

Masacrik: no te vas, aún no ha terminado mi sesión contigo.

Su mano izquierda se poso en la puerta cerrandola completamente mientras que con la derecha se poso sobre mi hombro, sentía su peso cayendo sobre mi espalda, era tan extraño, pero esa sensación solo duró por unos minutos, el comenzó a guiarme nuevamente al lugar en donde me encontraba anteriormente, su mano seguía en mi hombro mientras que con otra mano me tomaba la mía. Llegamos al sofá y me volvió a recostar en él, ahora no tenía la misma sonrisa, incluso se veía más... ¿Normal? Si así podría decir.

Masacrik: Por lo que tus padres me contaron, no has estado durmiendo bien ¿Cierto?

Este tomaba nuevamente su libreta y se sentaba en el sillón frente a mi, se cruzaba de piernas y comenzaba a anotar algunas cosas en ellas.

Masacrik: ¿Podrías contarme algunos de tus sueños?

*Cerraba los ojos por un momento y hacia pequeños suspiros para calmar los latidos de mi corazón, la sesión ya está empezando y yo necesitaba calmarme para hablar.*

T/N: Bueno... No son sueños, son pesadillas. Cada que la noche cae siento miedo, terror, y todo empezó de un día a otro, todas las noches me despierto cuando siento algo subiéndose a mi cama, voces o algo tocandome....

Mientras le iba describiendo todo a aquel hombre en mi cabeza pasaban muchos recuerdos de las noches sin dormir, de mis pesadillas, esto hacia que mis ojos se llenarán de lágrimas y mis manos comenzarán a temblar.

T/N: Pero... En muchas ocasiones siempre ha aparecido un hombre... No veo su rostro o su ropa, simplemente veo sus ojos rojos brillantes, se acerca a mi y pronuncia "Ush-" y ahí es cuando me despierto, ese hombre lo alcanza a decir más cosas, solo "Ush"...

Los segundos pasaron...
Los minutos pasaron...
Se podría decir que pasaron horas hablando con aquel hombre, le conté casi todo sobre mi, le dije todo desde que tengo memoria, le dije sobre mi hermano, sobre mis pocas amigas del instituto, sobre mi relación con mi familia, le dije absolutamente todo, el me preguntaba y yo respondía, así era la dinámica entre los dos.

Después de un largo tiempo el psicólogo dionpor terminada la sesión.

Masacrik: muy bien pequeña, ¿Cómo te sentiste después de estar aquí?

T/N: No lo sé... No estoy segura...

Masacrik quedó en silencio por unos segundos, claramente no era la respuesta que esperaba, supuso que solo era porque es tu primera vez estando aquí.

Masacrik: Bueno... Creo que me sentí bie-

De un momento a otro escuché el teléfono sonar, mire al lugar en donde estaba y al parecer era el teléfono de la oficina del Señor Masacrik, ante este suceso Él bufó algo molesto y contesto aquel teléfono, al parecer era la recepcionista.

Masacrik: Hum... Uhum... Esta bien, vamos para allá.

Después de aquella palabras se incorporo entre sí nuevamente y me miro a los ojos con una gran sonrisa.

T/N: eh... N-no, nada...

No sabía si realmente quería hablar al respecto.

Masacrik: Está bien, lo tomare como algo positivo.

El señor Masacrik se acercó a mi y estaba a punto de poner una mano en mi cabeza pero su secretaria abrió rápidamente la puerta antes de que esté me llevará a tocar.

Secretaria: Señor Masacrik, llegaron por la señorita T/N.

Masacrik miro a la asistente con una sonrisa en su rostro, su mano aún seguía estirada casi tocando mi cabeza. La secretaria lo miro fijamente y hizo una pequeña sonrisa.
Y si, había tención.

Mire a Masacrik por unos momentos y agache la cabeza en forma de despedida, yo camine algo rápido a la puerta ya que de verdad había mucha tención entre ellos pero mi pie se doblo y sin querer caí a medio camino.

T/N: ¡Auch!

La secretaria se apresuró a mi pero al parecer Masacrik ya estaba justo al lado mío tomándome por los brazos y levantandome del suelo.

Masacrik: ¿Estás bien?

No dije nada y solo asentí con la cabeza, ante esto mis ojos se llenaron de lágrimas ya que me dolió el golpe y no quería que ellos vieran, en especial la secretaria ya que está no la conocía y por algún motivo me daba mala espina.

Camine hacia donde estaban mis padres, abrace a mi madre y respire ondo para que mis lágrimas no salieran.

Madre: Cariño, ¿Que pasa?

En ese momento Masacrik salió del pasillo y se acercó a ellos.

Masacrik: Bueno, justo cuando estábamos por salir ella iba caminando rápido y se cayó.

Madre: Oh cariño, sabes que no debes correr o ir caminando rápido.

Y/N: L-Lo sé...

Me alejaba de mí madre y me pondría a un lado de ella con la cabeza agachada.

Padre: No sé lo preocupe, estás cosas le suceden muy seguido.

Masacrik se confundió un poco ante la aclaración del padre ¿Esto sucedió siempre?

Masacrik: ¿Hay alguna razón en especial?

Padre: Bueno, T/N nació con una discapacidad en sus piernas que le impide correr o caminar muy rápido.

Los ojos del Señor Masacrik brillaron, su rostro mostró preocupación pero sus ojos decían una cosa diferente, tal parece que le gustó aquella noticia, ¿O me estaré equivocado?.

La mascota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora