Parte 1

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Corriendo por las oscuras calles de la ciudad sentía sus manos heridas, sus rodillas raspadas y su respiración agitada, el aire frio fácilmente podía cortar su piel, pero eso no importaba, debía escapar, golpeando contra una pared observo un callejón a su lado, se encontraba sin salida, rogaba porque por lo menos este le llevará a algún lugar. 

Resbalando entre algún liquido desconocido no busco detenerse, podía escuchar la voz de los hombres que lo perseguían, tenía frio al ir vestido con una simple gabardina negra, pero no había tenido el tiempo para buscar un conjunto completo, solo podía pensar en su vida. 

Volviendo a un callejón sin salida se vio esta vez sin salida, había sido atrapado sin posibilidad de escapar, apretando sus puños volteo a los tres hombres de enorme constitución, estos reían al ver se había atrapado a sí mismo en el lugar más oscuro de toda la ciudad.  

- Vamos, gata, vete desnudando, nos divertiremos antes de entregarte al jefe - negando dio algunos pasos hacia atrás, golpeando contra la sucia pared, mientras los otros comenzaban a bajar la bragueta de sus pantalones - ven, te aseguro lo disfrutaras. 

- Por favor no, solo deseo irme de aquí - llorando se agacho, abrazando sus piernas. 

- Que buena vista, porque no me la chupas - teniendo a menos de un metro al hombre sonrió, tomo la barita de escama de hidra y apunto a su garganta - ¡Que mierda! 

- Que mala elección ¡transfiguratio! - repitiendo el hechizo dos veces más rio al ver las ratas correr por su alrededor, parecían animales sin cabeza que corren por lo que queda de sus miserables vidas - déjenme decirles que los he convertido en algo útil, alguna bruja los tomará y podrá hacer algún brebaje con sus cuerpos ¡adieu! 

Caminando de regreso por los sucios callejones fue jugando con su barita, ahora que había sido vuelto a ser encontrado debería buscar una nueva ciudad a la que escapar, pero a ser verdad ya había recorrido todo el maldito país, lo único que le quedaba era volver a empezar, sabía que su padre no lo creía tan estúpido como para regresar al lugar donde todo había comenzado y por lo mismo era el mejor lugar.  

- Transmutatio - moviendo sus patas salió por debajo de la pesada gabardina, jugando entre pequeños saltos, buscando escapar de los charcos de agua que estaban por la calle. 

Entre tarareos mentales camino hasta la estación más cercana, en su forma gatuna era imposible que alguien le obligará a pagar pasaje, maullando al oficial de la estación este lo acaricio suavemente antes de permitirle el paso, ganando un pedazo de pollo cocido pensó en lo tonta que llegaba a ser algunas personas. 

Al ser de noche el tren iba lo suficientemente lleno, escondiéndose por debajo de los asientos ignoro a algunas mujeres que eran acosadas o a algunos hombres que las mujeres más hermosas llegaban a asaltarles, sonriendo tomo una de las billeteras que se cayeron notando como era un excelente botín, debía comenzar de nuevo y no podía pasar de nueva cuenta siendo la mascota de una familia adinerada. 

Con magia escondió el dinero y dejo lo demás tirado al azar, no le interesaba mucho lo que sucediera con lo demás. Una anciana le observo mientras se enrollaba en busca de dormir, ofreciéndole más pollo cocido, aceptándolo comió a la vista de algunas personas que comentaban lo delgado que se veía un gato tan pequeño. 

A la última parada del tren, cuando este se encontraba aún más lleno bajo, estiro sus patas, limpio su pelaje y bajo tranquilamente, ganando aún más caricias, e inclusive algunos nombres bobos dados por ancianas o niños que lo querían para jugar. 

Era un gato negro de ojos azules, por lo que más de alguna persona escapaba de su cercanía, alegando mala suerte o que atraería sus muertes, que sus vidas fueran malas no quería decir que el tuviera algo que ver con ellos. Tenía la barriga llena, por lo que no necesitaba buscar comida, solo por el momento podría perder el tiempo, observando los cambios que habían conllevado cinco años. 

No. 2 - Regreso a Casa (Gay Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora