Riendo se dejó alborotar el cabello, corriendo por toda la mansión escapaba de Edward quien estaba ensimismado en inyectarle un suplemento mágico, pero verdaderamente no quería, el solo ver el tamaño de la aguja era suficiente para comprender que dolería, quizás más que cuando tuvo su primera vez. En el medio de su carrera Charles le había detenido en el aire antes de siquiera poderse transformar, siendo entretenido mientras este alborotaba su cabello el cual aún llevaba algunas gotas de agua.
- Si sigues corriendo podrás herirte - un pinchazo en el brazo le hizo jadear, volteando con sorpresa a Edward quien parecía había ocupado su distracción como momento oportuno - ¿Louis? ¿Ya nos podemos ir? Vamos atrasados.
- A mí no me digas nada, él fue quien decidió correr por su vida~
- Aun falta que te la coloquen a ti - el azabache volteo a su pareja quien negó.
- Yo para eso tomo vitaminas diarias ¡Ja!
- Me dolió - haciendo un puchero observo su brazo mal herido donde su ahora buen cuñado le colocaba una calcomanía de un pequeño sol sonriente - ¡Oh! ¿Para qué sirve?
- A no dejar marcas y que sane más rápido - asintiendo roso ligeramente sus dedos sobre esta - toma y no llores, te aseguro que es por tu bien - recibiendo un pequeño chocolate sonrió con emoción pues nadie le había dado un regalo por dejarse inyectar.
- Vámonos ya - asintiendo tomo la chaqueta que Louis le extendía, colocándosela corrió detrás de Charles quien parecía ya aburrido, al salir de la mansión observo la gran motocicleta negra que comprendía era perteneciente a la hidra mayor - ven - colocándose cara a cara este le coloco el casco que pesaba sobre su cuello - es por tu protección.
- Gracias~
- Simplemente no quiero que los padres sobreprotectores luego me quieran matar - riendo acepto que era una posible realidad - ¿Te sabes subir?
- Hasta hace veinticuatro horas seguía teniendo patas en lugar de piernas ¡Aah! - siendo cargado fue sentado cómodamente sobre la motocicleta con las piernas abiertas a cada lado - ¡Oh! Así se sube uno, es muy bonita.
- Gracias - volteando al mayor le observo colocarse otro casco, subirse frente a él y hacer rugir el motor de la bestia sobre la que estaban - abrázate que no me hago cargo por la velocidad.
- Entendido - abrazando la cintura del mayor pensó que quizás lo hacía mal, pero no llegaba a sus hombros, podía ser que Louis fuera más pequeño que él, pero aún de esa manera no podía compararse a las hidras.
A los pocos segundos comenzó el recorrido, sonriendo observo su alrededor con emoción, jamás había salido de la mansión Viderra, de las jaulas oscuras y menos aún de la torre P, podía recordar en su infancia el hospital en el que de igual modo había crecido Louis, pero sabía que en algún momento habían crecido en cajas de cristal, su mayor se había visto obligado a escapar desde temprana edad, para su caso esta era la primera vez sintiéndose libre.
Sonriendo pensó en la vez que conoció a Louis en el parque y aunque uno pensará que en esa ocasión ya había salido de su caja era una mentira, el parque seguía perteneciendo a las tierras de Pregonas, había cámaras por doquier y cada maldita persona que "disfrutaba del paisaje" eran personal pagado para vigilar cada paso que se diera, los universitarios podían ser un asunto aparte, pero ellos eran los que terminaban de pintar la fachada.
En aquel momento desconocía que Louis fuera su hermano, pero aun así lo había buscado proteger colocándose frente a una de las cámaras que pudiera enfocarle de manera perfecta, le había ofrecido ser un calentador, porque, al fin y al cabo, que más podía ser un mago, jamás creyó que aquella hidra tan famosa por ser dueño de un alto porcentaje medico pensará distinto, amará a su hermano mayor y le protegiera como si fuera tan frágil.
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No. 2 - Regreso a Casa (Gay Love)
FantasyEscapando de lo que alguna vez fue, pero el olor a sangre, el recuerdo de sus manos manchadas en carmín y aquellos gritos, cada momento estaba fuertemente grabado en su mente. Corriendo de la verdad por cinco años vuelve a donde alguna vez todo com...