Parte 6

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Abrazado al cuerpo del castaño lloro con más fuerza, el ver a aquella maldita mujer le había traído el recuerdo de haberla visto reír mientras comía con deleite la carne de Estrella, sin querer había contado entre hipidos la situación a su mayor, pero no importaba, quería borrar aquel recuerdo, olvidar que no había podido hacer nada. 

- Yo~ yo siempre desee encontrarlos a los cinco - los besos sobre su cabello le hicieron relajar, pero sus lágrimas no se detenían, por primera vez podía llorar y no detenerse, por primera vez en cinco años de escape volvía a ser abrazado. 

- Te aseguro que pensé en la idea de ir por ti, pero no pude, no podía - siendo apresado en un fuerte abrazo se sostuvo a él, temiendo alejarse de Edward de nueva cuenta - sé que no deben existir siquiera sus cadáveres, para ellos éramos simples gatos que habían fallado en la misión. 

- Ellos no eran gatos - asintiendo recordó que era verdad, Hada y Benny eran cuervos, Kimba una lechuza y Estrella un perro, solo él había tomado la forma de gato - Louis~ yo~ yo~ no pude protegerte, no importo cuanto lo intentará, no pude saber. 

- Ahora estas aquí, no me sueltes, no me dejes caer, ya no tengo nada~

- Te sostendré, mi pequeño gatito, no te volveré a dejar solo - asintiendo volvió a llorar hasta caer dormido. Edward observo al pequeño azabache antes de poder soltarse a llorar y comprender que su esperanza de volver a ver a su familia se había perdido años atrás, había apreciado a aquellos cuatro como hermanos, amo hasta el alma a Louis, reconociendo que no sería correspondido, inclusive sus amigos se lo decían, sabiendo que ellos al ser sus hermanos lo conocían mejor comprendía que solo podía aspirar a una amistad. 

El día de la alarma fue atrapado en la habitación de los cinco hermanos, no había nadie ahí, pero al ser la personal de los hijos del director del hospital tenía más seguridad que cualquier otro lugar, esta no cayó hasta que el fuego consumió el lugar, pero por más que busco entre los escombros no encontró nada, ni un solo cabello que le pudiera otorgar una pista. 

Teniendo la esperanza de que los cinco hermanos siguieran con vida siguió la pista que dejaban los hombres de Pregonas dejaban atrás, sabía que buscaban a alguien con magia, pero nunca tuvo la idea de que fuera Louis, ya que jamás supo si el experimento había trabajado en realidad, creía la posibilidad de que fuera alguno de los otros cuatro, alguno que pudiera darle la guía de donde se encontraba su gatito, jamás creyó que mientras el perdía el control de su magia asesinando a los rezagados del incendio sus mejores amigos eran comidos como cerdos. 

Por la noche con temor despertó al menor, sus ojos y nariz estaban rojos, tenía fiebre y parecía estar cerca de volver a llorar, no quería dañarle, pero necesitaba que comiera algo. 

- Hola, gatito ¿Quieres salir o pido algo para comer? 

- No tengo hambre - su voz era un susurro sin soltarse de él. 

- Lo sé, bebé ¿Por favor? ¿Por mí? - viéndolo dudar acaricio su cabello - te recuerdas de la misión para mañana - viéndole asentir noto como parecía estar más despierto - debes comer para estar con fuerza y aguantar regresar a aquel lugar - escuchándole tragar comprendió - si no te sientes listo lo puedo hacer solo, te lo juro, solo por favor come algo. 

- Iré contigo, lo tengo que hacer por ellos, por ti, por mí, por nosotros - levantándose observo la mirada carmín del castaño, que, aunque buscará ocultarla de igual modo aparentaba haber llorado, ambos estaban heridos, sabía que era doloroso y comprendía - te extrañe~

- No sabes cuanta falta me hiciste, gatito - levantándose beso la mejilla del menor. 

- Salgamos a comer algo, busquemos serenar nuestra mente, mañana en óptimas condiciones ¿Verdad? - bajando de la cama corrió al closet donde tomo un par de pantalones y una playera verde limón - ¿A dónde iremos? 

No. 2 - Regreso a Casa (Gay Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora