Purificado

Capítulo I

Todo había empezado con un sobre dorado sobre su cama. Quizás si no lo hubiera abierto y leído la carta en su interior, esta historia jamás habría ocurrido.

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Lucifer Morningstar.

Lo invitamos cordialmente a una reunión con los ángeles superiores del Cielo. Su presencia se es requerida para discutir sobre todos los acontecimientos ocurridos en los últimos seis meses del año, incluyendo la interrupción del exterminio anual, el proyecto "Hotel Hazbin" presentado por Charlotte Morningstar, entre otros.

Con la muerte del primer hombre Adam y la información que nos fue brindada por la Serafín Emily, es importante discutir sobre cómo proceder con los conocimientos adquiridos en el último año lo mas pronto posible para tomar las medias necesarias para la protección del Cielo y sobre como se elaboraran los procedimientos futuros para aplicar en el Infierno.

Como también se ha mencionado, con la nueva información y pruebas que el Cielo ha obtenido, se discutirá a fondo para que el proyecto de Charlotte Morningstar, el "Hotel Hazbin" pueda ser llevado a cabo con la aprobación de los ángeles superiores y verificado para obtener los mejores resultados.

Esperamos su presencia mañana en la Embajada Celestial, donde un portal se abrirá a las 12:00 AM para dejarlo ingresar a nuestro reino celestial. Por motivos de cautela política, solo usted puede asistir a esta reunión.

Atentamente, el Consejo Celestial.

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Lucifer arrugó el papel dorado en sus manos con una expresión nerviosa. Casi le era imposible creer lo que estaba escrito en el, pero aquella impecable letra cursiva no dejaba lugar para dudas.

El Consejo Celestial quería verlo.

Esto era muy diferente a reunirse con Sera o incluso con Adam, ya que mínimo tiene el poder para defenderse en caso de que estos intentaran hacer algo en su contra. Pero el Consejo Celestial era diferente, ya que esta conformado en su totalidad por ellos, los seres mas poderosos de la creación, quienes tienen la habilidad de borrarlo con un movimiento de sus manos.

Los ancargeles. Sus hermanos mayores.

Al pensar en ellos, su mente lo llevo involuntariamnete a aquel horrible dia. La brillante luz del Salón del Juicio contrastaba con las miradas oscuras que todos los presentes le daban. El cosquilleo en su espalda causado por el miedo provocaba el movimiento de sus alas, junto con el sudor que se acumulaba en su frente.

Los pasos de su hermano mayor, Michael acercándose por su espalda, el sonido metálico de la espada siendo desenfundada junto con el fuerte tiron de unas de sus alas, hasta que lo único que podía oir eran sus propios gritos de dolor acompañados de los abucheos de los demás en el cielo, junto a la dolorosa mirada de decepción que toda su familia le daba desde los altos palcos. Ahogadas por sus lamentos, pudo escuchar las palabras que los mayores susurraban con malicia.

- Ya era hora que disciplinaran al muchacho.

- Es lo que le corresponde por lo que hizo.

- Espero que esto sea el ejemplo perfecto para alinear a los de pensamientos rebeldes.

- Me alegro de deshacernos de el.

Pero de todos los susurros, el que se había clavado en su corazón como una estaca ardiente no provenía de ninguno de los ancianos, alguna virtud celestial o de los testigos. El que mas había penetrado en el provenía de los labios de su hermano, Gabriel.