Prólogo

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Erase una vez un reino protegido por puertas doradas llamado el Cielo, el cual era gobernado por seres de brillante luz, los ángeles, y su todopoderoso líder, Dios.

Estos magníficos seres eran los encargados de expandir el bien a todos los rincones del universo y protegerlo de las garras del mal. Cada ángel fue diseñado meticulosamente por Dios, quien doto a cada uno de ellos con las herramientas necesarias para cumplir sus deberes.

Pero uno de ellos había sido dotado con demasiada curiosidad e imaginación.

Lucifer, el ángel favorito de Dios y el mas joven de todos, era el encargado de traer alegría y felicidad a todos los habitantes del cielo. Con su gran imaginación era capaz de hacer que los ángeles mas estoicos cayeran ante su encanto y gracia, y fue quien logro sacar a su señor de los abismos de la desesperanza cuando la creación del universo era demasiado estresante para Dios.

Era una pequeña estrella, una que estaba en la mas alta estima para su padre y hermanos.

Pero su curiosidad fue la que lo metió en mas de un problema.

Haciendo preguntas prohibidas y alborotadoras a sus compañeros, cuestionando la realidad misma de su mundo, y causando angustia en sus pobres hermanos mayores. Lo único que estos podían hacer era castigar a la pequeña estrella, pero los castigos no lograron aplacar esta actitud rebelde e incorregible.

Lo único que logro ganar con esas conductas fue lograr que lo excluyeran de la creación de la Tierra. Si tan solo le hubiera hecho caso a su familia, el hubiera podido ver por si mismo el proceso de creación del primer hombre y la primera mujer.

Adam y Lilith.

Lilith, la insufrible seductora, atrajo al mas joven de los ángeles con mentiras endulzadas y promesas vacías, alejándolo de la influencia de su familia y corrompiéndolo para volverlo una marioneta en sus maquiavélicos planes. Negándose a obedecer a sus superiores y creyéndose mas de lo que realmente era, Lilith simplemente arruino al joven Lucifer, llenándole la cabeza de tonterías que lo volvieron un ser totalmente diferente al que habían moldeado sus hermano y padre.

La influencia de aquella mujer lo llevo a cometer el acto mas imperdonable contra el Cielo. Darle la fruta prohibida a Eva, liberando el mal en el mundo y trayendo una nueva era de pecado y destrucción al mundo que tanto se habían esmerado en construir.

Con pesar y dolor en sus corazones, los hermanos de Lucifer se vieron obligados a desterrarlo al abismo de pecado que había creado, con la esperanza de que algún día se arrepentiría de sus actos, para volver a ser el amado hermano e hijo que fue antes de caer. Aunque esa fantasía se vio truncada al ver como la malvada mujer lo acompaño a ese oscuro abismo, lista para seguir utilizando a la amada estrella.

Luego de esto, Dios dejo de lado su personalidad amable y cariñosa, recluyéndose lejos para llorar la perdida de su amado hijo, esperando que algún día este encuentre el camino de regreso a su luz.

Sus hermanos en cambio, no tomaron este camino.

Furiosos y con el corazón roto, buscaron venganza contra la arpía despiadada que corrompió a su querido hermano. Cada año enviarían a sus tropas a masacrar a los humanos corrompidos por el acto egoísta de Lilith, creando al guerrero perfecto para que acabara con su inmunda vida por ellos. Pero también fue como una advertencia, de que si alguna vez intentaban revelarse contra el cielo, las consecuencias serian devastadoras para todos en el infierno.

Pero sobre todo, esperarían con paciencia el momento indicado para traer a su amado hermano de regreso al cielo. Con el objetivo de purificarlo de los males por los que fue infectado y devolverle su legitimo lugar como el ángel favorito del cielo. Con el regreso de Lucifer, Dios regresaría de su profunda tristeza y todo volvería a ser como antes.

No importa los métodos, estos recuperarían a la pequeña estrella.

Quiera volver o no.

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