IMPRESCINDIBLE

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Una ira recorrio mi cuerpo de pies a cabeza, mis manos se formaron en puño apenas escuché aquello. La odiaba, no específicamente a ella, sino lo que había hecho. Estaba seguro de que la emoción inicial de Barbara se había esfumado cuando vi el rostro de Clyde lleno de ira; ellos dos entendieron rápido lo que estaba pasando.

Si, toda mi rabia venia con motivo, y se trataba de mi insomnio, eso siempre me había causado problemas para controlar aquello del espacio. Todas las mañanas luchaba por no perder el control y las noches en vela intentando reacomodarlo todo.

Todo ese tiempo, desde que habia escuchado aquella voz,  había creído que se trataba de algo mistico, sobre humano, o extraterrestre, tratando de enviarme un mensaje sobre un destino que trataba evitar, pero saber que había sido intencional y de alguien a quien ni siquiera le hablaba, me hacía rabiar. 'por que era mas que obvio que lo habia ignorado por que no deseaba unirme a su juego de mierda. Y esta vez no pude ocultarlo.

-¿Tú eres la zorra que me ha estado causando problemas para dormir? ¿no estabas en contra de el acoso? vaya... pense que practicabas lo que predicabas,  - murmure observandola directamente a los ojos, mientras que la mayoria se quedaba en silencio.

-¡No le hables así a Wendy! - Marsh respondió de inmediato - ella solo estaba haciendo lo que pedíamos, necesitábamos ayuda y...

-Clama, Stan, yo lo entiendo, debe ser frustrante tener a alguien en la cabeza todo el tiempo. Yo solo quería encontrar al chico que sabia que faltaba, supuse que seria un lider nato y vaya que lo fue, deberiamos poder hablar y...

-¡Sí! Bueno... Me importa una mierda, ¿sabes? -interrumpi de golpe a la chica que me observo sorprendida aunque poco tardo en fruncir el ceño-  Mis problemas de control son por ti. Si me interesara ese tipo de cosas, habría buscado una forma de hacerte llegar un mensaje, pero sin embargo te ignoré. No sé en qué mierda se están metiendo o cuál es su estúpida idea de "el otro líder", pero no cuenten conmigo para ello. Cada vez me doy cuenta de que solo desean arrastrar gente a sus problemas de mierda que siempre terminan en tragedia. No necesito eso - afirmé y más rápido que tarde comencé a caminar con velocidad, sintiendo los pasos de mi amigo tras de mí. - No, Clyde... - murmuré - no me sigas, esto puede causarte problemas con Bárbara.- No había volteado, a esas alturas simplemente no planeaba dejar de caminar ni mirar atras. Quería distanciarme, cada  momento cerca de ellos parecía estar teñido de algun color radiante, como el de una rana venenosa o simplemente el ver  una gran señal de alerta en rojo brillante. Sin embargo, después de un par de minutos caminando, sentí una mano sujetándome del brazo para detenerme. Fue ahí donde me di cuenta de que no se trataba de mi mejor amigo, aun asi, conocia bien ese agarre.

-Oh, genial - susurré deteniéndome de golpe, notando por fin que no reconocía en lo absoluto la zona del bosque en la que estaba. me habia perdido y estaba con la persona que menos habia deseado estar - ¿Puedes dejar de seguirme? Tú eres el que me metió en este lío. No me interesa que de la nada ahora seas el estúpido que decide que su compañía es lo que necesito.

-Solo... creí que necesitarías ayuda para regresar a casa. Te alejaste del sendero y Clyde y Bebe se quedaron discutiendo cuando te marchaste. - murmuro- pense que necesitarias compañia o alguien para deshaogarte.

-Sí, bueno, eso no hubiera ocurrido si en primer lugar no hubieras abierto la boca contando cosas que no te corresponden, ahora hasta clyde y barbara pelean por ello...- gruñí furioso esta vez, apartando de un golpe la mano del rubio - si tanto te importaba, debiste cerrar la boca y mantenerme fuera de esta mierda. Al menos así hubiera creído que honestamente estabas intentando arreglar las cosas entre nosotros - aseveré, notando en sus ojos una determinación que nunca antes había visto en él.

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