Todos habíamos escuchado claramente las palabras de Clyde resonar en la bodega del negocio de los Tweek, donde el bullicio parecía disiparse, dejando incluso a la tostadora al fondo del local en un breve momento de calma.
—¿Qué hizo Eric Cartman? —preguntó Kyle, su voz cargada de temor, mientras Donovan encogía los hombros en un gesto de aparente indiferencia... ¿pero cómo podía restarle importancia a algo así? —¿Estás bromeando, verdad? Esto debe ser solo una broma.
—Me gustaría decirte que sí, pero no —respondió Clyde. Sentado en el suelo, apoyado contra la puerta, su novia a su lado sosteniéndole la mano con fuerza. —Lo hablé con Bebe hace un rato, cuando estábamos en la escuela. Kenny se me acercó y me tomó la barbilla, como si buscara algo en mis ojos. Sabía lo que esperaba encontrar, pero algo en mí me decía que Kenny sabía que no lo hallaría. Ya sabes, "una corazonada".
—No tiene sentido. Si las sombras no hacen eso, entonces, ¿por qué Kenny se comporta así? —Marsh estaba alterado. Ni siquiera su novia lograba calmarlo. Después de todo, eso significaría que Kenny simplemente estaba siendo un imbécil por el placer de serlo. Y si lo pensaba detenidamente, era algo que posiblemente los hiriera mas de lo que podia imaginarme, despues de todo eran amigos desde hace años. ¿como alguien a quien llamas amigo te lastimaria solo por que si?.
—¡Espera un segundo, déjame explicarte bien! —intervino Clyde, deteniendo casi de golpe al azabache—. Quise decir que estaba seguro de que él no encontraría lo que buscaba en mí, no que no funcionara. Es como con Kyle. Él es como el fuego, ¿verdad? Lo cual significa que es luz. Yo, por otro lado, soy más como relámpagos, o rayos, como quieras llamarlo. También tengo esa chispa de luz en mi naturaleza, solo que mas veloz, no estoy seguro de explicarme correctamente, seria como un... ¿pikachu?.
—Fue tu luz la que me atrajo hacia ti esa noche —agregué, notando la mirada penetrante de Stanley sobre mí—. Supongo que ese espectáculo de luces deslumbrantes también fue lo que los llevó hacia nosotros. ¿No crees que la naturaleza te otorgó esa luz que necesitabas para enfrentarte a eso?
—Tiene sentido para mí. Mi Clyde mencionó que solo estaba corriendo y que lo encontraste exhausto. Él es atleta, así que no es normal que se agote tan fácilmente, ¿verdad?
—Me parece logico. Si Eric ya te había envuelto en sombras, tal vez el agotamiento se debiera a que la misma electricidad dentro de ti estaba luchando contra ellas.
—Y el rayo que me alcanzó fue como si la luz me recorriera, evitando que la oscuridad se arraigara en mí —afirmó con orgullo—. Si los que tenemos luz en nuestro interior estamos protegidos, entonces tenemos todas las de ganar.
—S-sí, pero no podemos estar pegados a ustedes 24/7 —comentó el rubio, sus palabras resonando con una nota de preocupación que nubló momentáneamente la expresión alegre de Clyde—. Stanley y Kyle viven prácticamente uno al lado del otro, tú y Craig son vecinos, ¿pero Barbara, Tolkien y yo? ¡Incluso Wendy y Nicolle!, ¡n-no estaremos a salvo!.
—Perfecto... ¿No podías dejarnos una pequeña victoria? —le reprochó rápidamente el castaño, mientras una sonrisa forzada intentaba combatir la gravedad del tema, aunque el gesto afectuoso de Barbara al golpearlo suavemente en las costillas indicaba que su comentario no había caído en oídos sordos—. ¿Qué? ¡Es un avance!, me gustaria tener esa sensacion un poco mas.
—Pero tiene razón, Clyde. Si Eric llegara a atrapar a alguno de ellos... ¡incluso a mí!Kyle no puede prenderme fuego, ni tú hacer que una corriente eléctrica me pase por las venas.— añadi poniendo mi mano diestra sobre mi sien.
—Craig, en realidad ni siquiera sabemos qué puedes hacer. Hasta ahora, tus poderes están relacionados con el espacio. ¿Quién sabe? Quizás nos sorprendes y eres una jodida estrella —Tolkien intentaba aligerar el ambiente tan tenso que se habia creado, aunque era evidente que las palabras de Tweek habían sembrado la semilla de la preocupación en todos nosotros.—Quizás, al salir más tarde, podríamos armar grupos... —susurró Stanley, su era apenas un murmullo.