Mi deber era cuidarte, el tiempo decidió que era quererte (Finalizado)

20.Final

Tal vez estaba siendo un poco egoísta al pensar que estaba feliz de este hecho.

Que mientras él estaba luchando aquí contra una de las copias de ese sujeto que se hacía llamar Pain, su hija se encontrara en un lugar muy alejado de aquí.

Y se sintió peor ante el hecho de que cuando estuvo atrapado y sintió que su visión se ponía borrosa como no sucedía en mucho tiempo, que... no le importaba morir aquí, porque los últimos recuerdos que tenia grabados en su memoria eran de la persona mas preciada en su vida.

Fue en ese momento en que todo se oscureció, él estaba en la nada, seguramente estaba muerto ahora...

Al menos eso pensaba al estar rodeado en oscuridad, que realmente la muerte no era la gran cosa, hasta que escucho un castañeteo como la madera que se rompía por el fuego.

Eso lo hizo girarse, si eso era posible habiéndose vuelto parte de dicha oscuridad, había una pequeña luz en medio de todo y Kakashi empezaba a pensar que realmente existía lo de: "¡No vayas hacia la luz!" algo extraño e irónico si lo pensaba bien.

Ya que si no iba hacia la luz entonces realmente no tenía hacia donde más caminar, se quedaría dando vueltas en círculos por toda la eternidad.

Avanzo lentamente como una polilla hacia la luz.

Sonaba crepitante y sentía que era cálida mientras mas y mas se acercaba y cuando finalmente lo hizo no pudo evitar quedarse quieto en el lugar, tenso y algo sorprendido al ver una persona que no había visto en mucho tiempo. El cabello blanco tirando a grisáceo atado en cola de caballo, usando un chaleco anticuado y empujando la madera con un palillo.

Kakashi no esta seguro si fue porque lo escucho o era cosa de estar en el más allá pero el hombre pareció sentirle y giro la cabeza, sus ojos oscuros se fijaron en los de Kakashi y una sonrisa triste y con culpa se formo en su rostro. -No puedo decir que me alegra verte aquí Kakashi. -Fue lo primero que dijo el hombre y si el mencionado fuera mas joven se hubiese enojado por recibir tal respuesta del hombre, su padre, que marco su vida, para bien o para mal.

Pero ahora mismo Kakashi cree entender que no hay buenas o malas frases para decirle a tu hijo, que aparentemente acaba de fallecer, el tampoco sabría que decir. -No es que este feliz exactamente de estar... ¿Dónde estamos exactamente? -Kakashi avanza y antes de que se diera cuenta, termina sentándose junto a su padre frente al fuego.

El padre de Kakashi, solo puede encogerse de hombros. -Yo tampoco estoy seguro de eso en realidad. –el lugar estaba frio y oscuro, la palabra perfecta para describirlo era algo triste y sin vida. –¿Hay... algo que quieras preguntarme? -Kakashi parpadea un poco ligeramente sorprendido de la pregunta. -Se te nota en la cara que quieres preguntar. –

De hecho, si, Kakashi tenía una pregunta, una desde que era tan pequeño y el día en que tuvo que pararse frente a la tumba de su padre, enojado y triste, no solo para el recuerdo del hombre que tanto admiro, sino hacia la aldea que aun en ese momento susurraban una y otra vez que su padre había sido su culpa que la guerra continuara. ¿Por qué? Esa fue la pregunta que su pequeño yo se hizo y al no obtener respuestas mas que negativas, termino manchando parte de la imagen, creando expectativas y reglas que seguir, todo para evitar algún día llegar a estar enterrado

Luego el más grande después de la muerte de Óbito y Rin, visitando esa misma tumba y adquiriendo el habito de pasar los dedos por el hombre grabado en la piedra pulida, al igual de como lo hacía con la piedra de los héroes caídos. Su pregunta cambio y fue ¿Por qué no estoy enterrado en este momento? Pensó que después de haber fallado tanto, que ya era suficiente, porque no podía simplemente irse...