Olas...

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Juntos mirábamos el mar...

Ni siquiera... sabíamos cómo habíamos llegado a esto... Él era un completo desconocido, e incluso así me tomó confianza...

Actuaba como si... me conociera de toda la vida, y yo... con su sufrimiento, su hermosa apariencia... caí...

Era como si... hubiera caído de la misma peña elevada en la que nos encontrábamos; él sentado observando el mar revuelto, sumido en sus pensamientos, y yo de pie detrás de él... tratando de adivinar lo que circundaba su mente, que suponía yo era brillante. Porque las mentes sufridas... son brillantes siempre.

Granolah balanceaba la pierna suelta y descansaba el brazo en la otra, y la mano derecha sostenía a la cabeza.

No dejaba de contemplar el mar.

El sonido estrepitoso de las olas calmaba su alma dolida.

Pensaba en tantas cosas...

Pensaba en su pasado; en la tragedia y en su pelea con los saiyajin, que curiosamente concluyó en una amistad... demasiado agradable.

Pensaba en la Tierra, en lo extraña que era... Y pensaba en Mai, la chiquilla que residía en la casa de su anfitrión.

Le dijo que tenía novio, y eso... lo había dejado molido. No necesitaba esto ahora. Pero mirarla tan fría con el muchacho, tan despegada... le dio esperanzas.

Se habían besado en secreto... apasionadamente. Y habían ido un poco más allá; a los roces candentes, desesperados. Entonces Mai se separó de él.

Habían roto las barreras, y eso para ella no estaba bien, pero para él sí.

Triste, y al mismo tiempo motivado, la citó
en la playa, aguardando otro beso... y un Sí.

Y ahí estaban, Granolah mirando con una sonrisa apesadumbrada el mar... y Mai mirándolo a él.

¿A quién engañaba?... El corazón le latía acelerado, y le costaba respirar. Nunca le había gustado tanto un hombre... ni siquiera el Trunks del futuro se
había robado su aliento de tal forma, pese a que sí que había estado enamorada de él...

Las lágrimas quisieron salírsele, sin embargo, en cambio, sonrió... con suma alegría. Era un placer mirar a este hombre... que había sobrevivido a lo
peor.

Él... merecía ser feliz. Y si debía ser ella
quien alentara su dicha... claro que lo haría.

Contenta comenzó a avanzar hasta él, y pronto se sentó a su lado en el extremo de la peña. Granolah se sorprendió, y ahora, fue ella quien lo besó.

El ceresiano sonrió durante el beso, amoroso. El corazón... estaba lleno... y cálido entre el aire helado marino y las olas salvajes.

-Te amo -le dijo él. Y Mai lloró finalmente de felicidad.

-Estemos juntos -le dijo ella.

Ya estaba decidido.

















Nota de autor: Drabble que escribí para mi fanpage de ficker en Facebook :) y para el grupo de una muy querida amiga.

<<Una insecta escritora>>. Si eres mujer, no dudes en unirte ;).

Nos vemos pronto 💗.

Drabbles GraMai (Granola x Mai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora