Compras

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Me levanté y miré mi celular. Las 12.30 de la mañana. Era ya muy tarde como para desayunar. Me levante y fui a la cocina. Cuando pase por el salón vi que mi madre ya no estaba allí, aunque todas las botellas de alcohol sí. En la cocina ya no quedaba prácticamente nada de comida. Así que me maldije por dentro y decidí que tendría que salir
a comprar.

Fui a mi habitación y me cambié. Me puse unos pantalones de tiro bajo y un top básico. Me lavé la cara y me hice una cola para recoger mi cabello rebelde. Busque el bolso que el día anterior había utilizado y allí vi el dinero que había conseguido el día anterior. Cogí un billete y salí de casa. ¿Ahora entienden por qué necesitó el dinero no? De alguna manera debo comer. Y como esto, todo. Pagar la luz, el agua, mi ropa...

Salí y empezó a caminar por el barrio dirección a la botiga de siempre. Entre y busqué algo barato que pudiese cocinar. Hiba aún media dormida, pero me di cuenta de que a lo lejos había alguien a quien ya conocía. Estaba Oakley con una chica, por lo que parecía discutiendo. Solo oi una parte.

- Estoy harto Cande, estoy harto de ti, no lo entiendes que no quiero saber nada más
de ti.
- Pero tú no puedes hacerme esto, Oakley, no puedes!
-Dios Cande. Déjame en paz de una vez, oíste, no quiero saber más nada de ti, ni ahora ni nunca.

Es lo único que oí, porque decidí irme a pagar porque si no iba a parecer muy obvia que estaba escuchando la conversación. Fui a pagar. Y regresé a casa. Hice la comida, y recogí todo lo que mi madre había dejado. Luego llamé a África para preguntarle cuando iban a ser las próximas carreras para ir a vender. Me dijo que serían en 2 días y que después habría fiesta de las buenas.

Central cee || Tócate tu mismaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora