Me encontré

2. Extraño

En la actualidad....

Samantha Miller...

Me encuentro tumbada en mi cama, me he despertado nuevamente antes que el maldito despertador, no se para que lo he puesto si siempre terminó apagándola antes, pero luego recuerdo que no es culpa del despertador por lo que no he podido dormir estos días... Un sueño demasiado real me invade constantemente y logra despertarme alterada, agitada, toda transpirada y con lágrimas en mis mejillas. No se que significará, pero cada vez se hace más constante, y lo peor es que todo se desvanece en la misma escena...

-RINGGGGGGGG- El maldito despertador me saca de mis pensamientos, indicándome que tengo una hora y media para prepararme para ir a la universidad... Cuatro años hace ya de que comencé a estudiar en Harvard una carrera que me ha dejado mucho que desear, pero aun asi sigo adelante.

Perezosamente logró salir de la cama, para dirigirme al baño, donde observo mi rostro todavía adormecido y sin más comienzo a desvestirme para tomar un buen baño, ayer del cansancio que tenía no he tocado el agua, por lo que al entrar en contacto con ella mi cuerpo se relaja automáticamente. Refriego mi cabello con shampoo cuidando de que no entre en mis ojos y una vez que lo enjuago tomó el acondicionador y me lo coloco en las puntas. Tomo el jabón y lentamente comienzo a pasarlo por mi cuerpo, dejando a su paso un delicioso olor a jazmín.

Cuando salgo de la ducha, vuelvo a mirar mi reflejo y noto que las ojeras me están haciendo una mala jugada, por lo que agarró una de mis tantas cremas faciales y la voy esparciendo en mi rostro que absorbe fácilmente la cremita. Salgo del cuarto de baño y me dirijo a mi vestidor para ponerme mi ropa interior de color negra, y mis medias con una pollera negra que combinaré con una blusa con las mandas al costado de color azul. Para finalizar mi outfit tomo mis borcegos negro y me los pongo. No soy muy fan de las polleras, pero mis padres dicen que para ser una señorita debo usarlas. 

Vuelvo al cuarto de baño y proceso a hacerme un maquillaje tranquilo, que logre tapar mis notables ojeras y que en el proceso resalte mis hermosos ojos celestes. Toma un poco de base y me la coloco por toda la cara con una pequeña esponjita de color violeta, luego tomó el iluminador y me lo coloco debajo de los ojos, agarró el arqueador de pestañas y con el rimel les doy más volumen del que ya tienen y por último con el delineador líquido terminó el simple maquillaje. Tomo todo lo que utilice y lo colocó en un pequeño bolso, donde tengo unas toallitas femeninas y papel higiénico cierro el estuche y me dispongo a salir con él.

Tomo mi bolso, donde se encuentra mi computadora, mis libros, cuadernos y mis lapiceras y colocó el estuche, cerrando así mi bolso. Tomo mi teléfono y veo que me quedan cuarenta minutos para llegar a la universidad. Abandono mi habitación y bajó las escaleras, encontrándome con el personal que me saluda alegremente y yo solo me dispongo a darles una sonrisa de boca cerrada

-Buen día pequeña- Saluda Natalie, ella a  cuidado de mi desde que tengo memoria, mis padres nos son esos padres que están presentes al cien por ciento el tu vida, si lo llegan a estar es un veinte por ciento y lo hacen a su manera. En cambio Natalie me ha brindado todo lo que necesita una niña en cada una de las etapas de maduración.

-Buen día Nonna- A ella le muestro una sonrisa con dientes incluidos, 

-¿Ha podido esta vez ganarte el despertador? ¿ O le has ganado tu otra vez?- Me pregunta, dejándome mi desayuno, a pesar de tener veintitres años, Natt me sigue tratando como si tuviera cinco años y me sigue dando cereales con formitas y leche, cosa a la que no me niego,

-No, todavia no le he permitido ganarme- me llevo una cucharada a la boca

-¿Ya lo has hablado con tus padres?- Dijo dandome la espalda para comenzar a lavar, lo que supongo que ha usado para hacer su desayuno.