Me encontré

8. Lo quiero muerto

Bastian Volkov...

He llegado a Estados Unidos hace aproximadamente 2 horas para buscar a imbécil de Theodore y sacarlo de prisión.

A pesar de que no me ha dado datos de donde se encuentra, no fue difícil para mi equipo de hackers especializados en rastreo buscar la dirección de la llamada.

Me dirijo con mi abogado Antonio Sokolov, no sé qué tan grave es el problema que ha generado Theo, pero sea cual sea el conflicto Antonio es uno de los mejores abogados de Rusia, por no decir el mejor.

Nos encontrábamos en unos de mis vehículos, con rumbo a la central, el problema debe ser realmente importante para haber terminado allí, y no en una comisaría común, donde podría haber sobornado a algún policía y salir. Sin tener la jodida necesidad de llamarme y romperme las pelotas.

Mierda, esta situación me estaba poniendo muy nervioso, necesito saciar esto matando a alguien, y la primera persona en mi lista está detrás de las rejas.

-Quédese tranquilo jefe, el señor Rossi saldrá libremente y sin cargos a su nombre- Me dijo Antonio en un intento de calmarme ya que había empezado a mover impaciente mi pierna-

-Eso espero- Dije y nos mantuvimos en completo silencio hasta que la camioneta se detuvo en frente del gigantesco edificio y ambos bajamos, adentrándonos en el mismo.

-¿Qué se le ofrece?- preguntó un recepcionista-

-Hemos venido porque tan arrestado a uno de mis amigos anoche - Dije, mostrándome lo más relajado posible -

- Déjeme corroborar con mi superior- Y sin esperar respuesta se dirigió hacia unas de las oficinas que se encontraban en la primera planta-

Suspiro con pesadez, no llevo ni diez minutos y ya quiero irme.

Estar rodeados de polis, me desagrada, el olor a café y rosquillas, mezclado con los olores de las oficinas y todos los documentos se me quedarán impregnados en el traje que tengo puesto.

Nota mental: Ordenar que limpien este traje más de tres veces para que se le quite el olor a policía.

- El chico de la recepción regresa- ¿Me diría el nombre de su amigo?

-Theodore Rossi-

-Me informan que su amigo fue arrestado por meterse en una pelea y querer abusar de una joven-

QUE MIERDA THEODORE!!!

-¿Qué es lo que has dicho?- Dije entre dientes -

-Soy el abogado del joven Rossi- Intervino Antonio antes de que le bajara los dientes de un solo golpe al chico- y necesito hablar con él oficial que lo ha restringido de su libertad -

-El oficial no se encuentra en este momento, su turno comienza dentro de una hora, pero puede hablar con mi otro superior-

-Llévanos con él ahora- exclamé y sin más nos llevó hasta una oficina un poco más apartada que el resto-

-Golpeó la puerta y un hombre de aproximadamente treinta y dos años, morocho de metro ochenta y ojos color miel, vestido completamente por el uniforme policial, salió a nuestro encuentro- Señor, estas personas quieren hablar con usted respecto al arresto de anoche del oficial Mcalister-

-El hombre no tardó en escanearnos- Gracias Tom, yo me encargo- El chico asintió con la cabeza y se retiró- Pasen caballeros- Nos indicó y pasamos tomando asiento en las sillas en frente del escritorio- Soy el oficial Esteban Cappot- Estiró su mano hacia el abogado-

-Antonio Sokolov, el abogado del acusado, y él es Bastian Volkov- Ambos estrecharon las mano y luego hicimos lo mismo el policía y yo-

-¿De qué se lo acusa?- Pregunté yendo directo al grano-