13. Krasivyye glaza

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Este capítulo se lo dedico a mi mujer y a mi mayor fan, sexy porteña, este cap. es todo tuyo💓

Samantha Miller...

¿Por qué mierda es tan difícil sacar un pensamiento de tu mente? ¿Tanto le puede gustar a nuestro cerebro procesar todo, más de diez veces?
¿Tanto le puede gustar ser masoquista con sí mismo?

Hace dos noches que no puedo ni dormir dos horas seguidas, por culpa del nuevo descubrimiento y a eso le sumo los reiterados sueños con el collar.

Anoche fue la excepción, ni siquiera llegue a dormir. No hubo forma de que pudiera cerrar los ojos para poder descansar, mis pensamientos seguían carcomiéndome la mente, revolviéndola como si de un huracán se tratara y justo en el centro, en el ojo del huracán, me encontraba yo, desorientada, perdida, asustada y angustiada, tratando de domar al fenómeno y cuando pensé que ya se había conseguido, mis pensamientos seguían ahí, más adheridos, que un chicle a la parte de abajo de un banco.

-Presta atención -Nessa clavó su codo en mis costillas disimuladamente para tratar de lograr devolverme a la realidad-

-Lo siento -me acomode en mi asiento, apoyando un codo sobre el banco para apoyar en la palma de está, mi cabeza, mientras que en mi otra mano sostenía una lapicera de color negro, la cual, danzaba entre mis dedos-

Observó, muy disimuladamente, la hora en mi teléfono.

Mierda, no sé ni lo que ha dicho en toda la maldita clase, lo único que sé es que ya se extendió del horario, como hace siempre.

-Y para la siguiente clase lean el capítulo siete del manual, abarca todo lo que es la concepción de las personas, nacimientos, su registro y todo lo de familia. Les voy a pedir que cada uno traiga su partida de nacimiento, con eso podremos observar con lujo de detalle, cada uno de los elementos que les presentare en la próxima clase... Ya pueden retirarse -dijo la profesora Quinteros-

-¿Qué harás ahora? -preguntó Nessa- ¿Quieres que te lleve a casa?-

-Si eres tan amable de llevarme -le sonreí, mientras ambas nos levantábamos tomando camino hacia la puerta de salida-

-Me siento usada, esto de ser tu chofer hoy, no es divertido-

-Te recuerdo que yo lo soy siempre, así que no te quejes -tomamos rumbo a la salida mientras cada una iba sumergida en sus propios pensamientos-

Hoy Vanessa fue mi chofer personal.

Aunque no me lo crean...

Mi camioneta no quiso arrancar y no estaba en mis planes faltar a la universidad, así que llame a Vanessa y ella vino a buscarme, y a pesar de que me dijo que manejara yo para no romper con nuestra rutina, terminó manejando ella.

Ya me estoy imaginando a mi padre echar humo por las orejas debido al nuevo gasto que le produje.

Caminamos por los pasillos de la universidad, observando los nuevos carteles de una de las agrupaciones estudiantiles que propagaban por todos lados que ellos habían conseguido la victoria.

-¿Como que cada cartel tiene una sutil indirecta? ¿No? -dice Ness, observando uno de los carteles morados con una mueca en el rostro-

-Yo no entiendo porque, en vez de escribir estas hipocresías, no escriben lo que realmente quieren decir. Todo sería mucho más fácil -revoleé los ojos al ver y leer un cartel que decía en enormes letras blanca "Para los estudiantes, no en contra de ellos"-

-Vete acostumbrando, cuando seamos abogadas tendremos que hacer lo mismo- Nessa se ríe-

-Cuando yo lo sea, le diré sus verdades a cada quien en su maldita cara -fruncí el ceño- ¿Acaso tienes alguna duda de eso? -enarque una ceja-

Me encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora