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Tenía la respiración atorada en la garganta, como si estuviera atragantada en el medio del esófago

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Tenía la respiración atorada en la garganta, como si estuviera atragantada en el medio del esófago. Sus manos, suave, pequeñas, estaban temblando ligeramente. Sus ojos, profundos como un café recién hecho estaban aguados y fijos en lo que tenía entre los dedos.

La luz era tenue y la música llegaba desde lejos, como un suave rumor. El frío recorría su tersa piel, y estaba segura de que el miedo que estaba sintiendo sería percibido por cualquier persona que pasará cerca de ese cubículo, solo esperaba que no fuera ninguno de esos alfas, de los que se creían dueños del mundo por tener dinero, de esos a los que está tan acostumbrada a atender.

Solo espera que lo que está pensando no sea cierto o no sabe qué va a ser de ella. Pasaría a la fila de Omegas descartables, como tantos que lamentablemente ha visto a lo largo de su corta vida, y es que a sus 19 años. ¿Qué sería de su vida sin lo único que sabe hacer? Complacer. Ser sumisa y callada, y no tener entidad propia.

Un suave sonido en la puerta frente suyo la saca de sus penas mentales, y la trae a ese lugar. A esa única realidad que conoce, ese maldito Burdel que le quita todo lo que es.

ㅡJen. ¿Te encuentras bien? ㅡLa nombrada levantó la vista, suspiró y exhaló, expulsado el miedo ondas. ㅡPuedo sentirte, ¿necesitas algo?

Maldice por dentro. Maldice que en su olor de omega enseguida quede al descubierto sus estados de ánimos o lo que está sintiendo, lo odia tanto. Así como odia a Jisoo que está del otro lado.

Mentira, ama tanto a su amiga. Pero esperaba hacer esto sin nadie a su alrededor.

ㅡEstoy bien Sooie ㅡsusurró, tratando de tranquilizar a la omega. ㅡEn s-seguida salgo, ve tú.

Jisoo es esa hermana que la vida le regaló, el día que llegó éste putrefacto lugar. Era baja, y ojos de un color marrón. Piel suave y dócil, cualquiera diría que era una alfa, pero era el ser más suave y bueno que jamás conoció. La omega más bonita que nunca vio.

ㅡVamos Jen, no puedo irme sin ti. Siento tu aroma.

Vuelve a mirar y se queda en estado prácticamente congelado. Cree oír que Jisoo le está hablando, pero no está del todo segura. Hay una sola cosa que se lleva toda su atención, y son las dos rayitas frente al profundo verde.

'Positivo'

···

Tenía la respiración pesada en su cuello, caliente e incómoda. Su cuerpo laxo, sin fuerzas, estaba sobre la cama y encima suyo ese toque áspero de quién no le importa dañar y de quién se cree merecedor, dueño, de poder hacer lo que se le venga en ganas. En esos momentos, su mente divaga a su niñez, a cuando era feliz.

A cuando su papá realmente la amaba, como se supone que un padre ama una hija. Hace tanto tiempo atrás, una vida parecía haber pasado.

El recuerdo de esa familia que supieron ser es la que le da fuerzas para soportar las últimas estocadas en su cansado cuerpo. Está tan acostumbrada, que esta reacciona solo que finge por defecto.

burdel ↬ chaennieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora