Capítulo 2

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Pasaron como 20 minutos y esta morrilla nomás no llegaba y ya se estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, en eso veo como llega un auto que se me hacía conocido-.

-¿Cesar? –pregunte confundida mientras veía que bajaba el mencionado-.

-Ey, qué onda princess –saludo el chico dándome un beso en la mejilla y abrazándome-.

-¿Qué haces aquí? –pregunte aun si saber por qué había llegado-.

-Pues la Lillian me pidió de favor que si venia por ti –respondió con su linda sonrisa-.

-Ay esa plebe pues, no era necesario que vinieras hasta acá –comente con pena-. –Capaz de que andabas ocupado y la Lillian molestándote con sus favores-.

-No como crees, andaba en la casa –menciono Cesar sin importancia-. –Amonos pues, porque si me comento tu hermana que ya se te estaba haciendo tarde para el trabajo-.

-Y esta en lo correcto, ya tendría que haber llegado –dije riendo-.

-Pues suba usted, princesa –menciono mientras me abría la puerta del copiloto-.

-Muchas gracias, caballero –comente con una sonrisa por su educación-.

-¿Por dónde trabajas pues? –pregunto Cesar ya arriba de su auto mientras lo encendía-.

-Sales y por toda la misma calle, a unas 10 cuadras –avise mientras nos poníamos el cinturón de seguridad-.

-Perfecto, pues en camino –dijo con su sonrisa que cada vez me enamoraba más-.

Y con eso dicho arranco el auto saliendo del estacionamiento del edificio para así dirigirnos a mi trabajo, al llegar ahí-.

-Muchas gracias por traerme, de verdad –agradecí mientras me quitaba el cinturón-.

-No tienes por qué agradecer, pa' eso estamos –menciono alegre-. –Cuando gustes puedes marcarme y puedo pasar por ti-.

-¿Y cómo te voy a marcar si ni siquiera tengo tu número de celular? –pregunte obvia al chico-.

-Tiene mucha razón chula, deje se lo paso –respondió el chico mientras tendía su mano para que le diera mi móvil y así pudiera anotar su número en el-. –Ay ta, ahora si no tiene excusa para no pedirme que la recoja-.

-De acuerdo, muchas gracias Cesar –volví a agradecer la amabilidad del chico-.

-De nada, princess –comento el chico lanzándome un beso como despedida-.

Yo solo sonreí ante el acto del chico, solo veo como se aleja del lugar, para así yo dirigirme al lugar de mi trabajo-.

-Hasta que por fin llegas, Jess –escuche que decía el encargado del proyecto-. –La Lillian y los demás ya te están esperando, vamos-.

Yo hice caso y ambos nos dirigimos al set donde seguíamos con las fotos, percibí a mi hermana hablando con los demás del equipo-.

-Esta me la vas a pagar, Lillian Griego –le susurre a mi hermana cuando me acerque a ella-.

-¿No te gusto mi sorpresa o qué? –pregunto burlona-.

-Ósea sí, pero hiciste que Cesar se moviera de donde estaba –comente fingiendo molestia-.

-Que te diré una cosa, después de que ayer te dejara, llego a su casa y me dijo que si en algún momento surgía la oportunidad de estar contigo a solas, le dijera –comenzó a explicarse-. –Y pues qué oportunidad tuvo hoy, y bien que te gusta, se te nota en la carita-.

Permíteme -Cesar Parra y tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora