Permíteme -Cesar Parra y tu-

Capítulo 4

-Me encantaría, pero tengo demasiado trabajo, aun no termino de editar unas fotos y eso es tardado –mencione haciendo una mueca de desagrado por mi trabajo-.

-Pues en la noche entonces, te vengo a recoger –comento el chico sonriendo-.

-Claro, me encantaría –acepte de inmediato-.

-Eso es todo princess, entonces en la noche te recojo –confirmo Cesar tomándome de la mano y dándole un beso, yo solo me le quede viendo con una sonrisa-. –Lo siento, ¿te molesto que haga eso?-.

-Para nada, al contrario, me gusta ese gesto –mencione con una sonrisa-. –Nadie nunca había sido así conmigo-.

-No pues que babosos la neta, ¿quién no quisiera ser así con una morrilla como tu? –dijo mientras me daba una mirada rápida ya que no podía distraerse manejando-.

-Es que, nunca he tenido novio ni pretendiente –confesé al chico mientras hacia una mueca de tristeza-.

-Pues mira, ya te llego un pretendiente –menciono apuntándose a él-. –Y espero llegar a ser el afortunado de ser el novio de esta belleza de mujer-.

-Pues a ver que dice el destino –comente alegre-. –Todo puede pasar para bien-.

-¿Eso quiere decir que tengo una chance? –pregunto Cesar con entusiasmo-.

Antes de que le respondiera vemos como ya habíamos llegado a mi destino, yo tome mis cosas y me despedí del chico con un beso tronado en la mejilla-.

-Descúbrelo con el tiempo –mencione despidiéndome de él con otro beso en la mejilla-.

-Ya estas mi bella, nos vemos en la noche –comento Cesar lanzándome un beso-.

-Hasta en la noche –me despedí del chico viendo como arrancaba su auto para así alejarse de ahí-.

Yo me quede sonriendo por todo lo que me estaba haciendo sentir uno de los gemelos de los Parras, con eso me dirigí a mi lugar de trabajo para comenzar con la edición de la sesión de fotos de mi hermana mayor, pasaron varias horas y ya eran las 4:00 pm, yo aun no terminaba y ya tenia demasiada hambre, pero quería terminar pronto todo el trabajo, tome mi móvil ya que me había llegado un mensaje, era Cesar-.

-Cesarito chulo-

-Que onda princess, ¿Cómo va la mejor fotógrafa del mundo? –pregunto el chico-.

-Mal, tengo demasiada hambre y no he terminado de editar –respondí con fastidio-.

-¿Cómo que no ha comido? –pregunto con seriedad-.

-No, no he tenido oportunidad de ir por algo de comer –respondí igual de seria-.

-Tienes que comer algo Jess –pidió Cesar diciéndome por mi nombre-.

-No te apures, en cuanto pueda voy por algo de comer –mencione para así cerrar el chat-.

-Chat cerrado-

Puse mi móvil a un lado para seguir con el trabajo, y no paso mas de una hora y solo veo como llega Giovanni a mi lugar de trabajo-.

-Eh morrilla, te envían esto –comento el chico poniendo en mi escritorio una ensalada con una botella de agua natural y una rosa junto con una nota-.

-¿Sabes quien me lo envía? –pregunte con duda-.

-No, solamente me dijeron que te la diera, yo ya cumplí con mi deber de mensajero –respondió el castaño riendo-. –Espero que termines pronto, Jess-.