08

81 12 6
                                    

Amado Keigo... La vida sigue, el tiempo pasa, pero las heridas del pasado sanan lentamente, aunque las cicatrices permanecen. Keigo, hay veces que siento como si tu fantasma desapareciera, y esos recuerdos de felicidad junto a Tenko se vuelven extrañamente cálidos, y por momentos siento como si ya no existieras en mi vida. Pero... Siempre vuelves a aparecerte en mi camino, mi mundo se vuelve patas arriba y todo se nubla. Solo puedo pensar en ti... Nadie más que tú.

POV NARRADOR

Cuatro semanas habían pasado desde que todas estas personas involucradas en dramas amorosos comenzaron a desarrollar sus sentimientos, pero seguían confundidos y les costaba ser sinceros no solo con los demás, si no también con ellos mismos. A pesar de las dificultades, estaban llevando adelante las situaciones lo mejor que podían. Sin embargo, lo que había empezado como un simple triángulo amoroso se había convertido en algo mucho más grande. Taishiro, Rumi, Keigo, Toya y Tenko. Todos cargaban con el peso de sus decisiones, pero Keigo era quien se encontraba en medio de todo, confundiendo a todos sin querer, y no parecía poder comprender lo que sentía. ¿A quién amaba realmente? Keigo sentía que Rumi no merecía todo lo que le hacía, pero no podía evitar sentir la tentación de buscar a Toya, quién a espaldas de todos comenzaba a trazar su camino junto a un peliblanco, algo inestable pero tan lindo y suave que le hacía olvidar sus problemas. Por otro lado, Rumi, harta de los descuidos de su marido, había encontrado a alguien que la hacía sentir cosas que jamás había sentido y una noticia se cernía sobre sus vidas.

POV TOYA

Estaba recostado en la cama, Tenko yacía a mi lado, después de varias horas de haber estado haciendo el amor, él lucía cansado, exhausto, y no parecía querer moverse mucho. Este último mes a su lado había causado un revuelo en mi mente, me tenía en constante duda acerca de mis sentimientos, y solo en pensar sobre su estilo de vida mi mentalidad sobre el cambiaba de forma brusca. No sabía si lo amaba, pero algo dentro de mi revoloteaba cuando veía su carita enterrada en mi pecho con esa expresión inocente, él tenía un toque vulnerable que era difícil de resistir. El bonito ojicarmin se deslizó sobre las sabanas mientras balbuceaba de forma adormilada, parecía un cachorrito buscando calor entre mis brazos.
Sonreí, y aunque el clima era frío, nos imaginé, juntos, en la playa, tomados de la mano, caminando por la arena, así, sin más sin preocuparnos, sin pensar en nada más que él y yo. Sentarnos a ver la puesta de sol, hacerlo mío...
—"Tenko, ¿Te gustaría que mañana vayamos a la playa?"— Pregunté acariciando sus blancos mechones desordenados mientras lo veía frotar de forma adorable su carita adormilada en mi pecho. —"Podemos ir en la mañana, pasar el día y quedarnos a ver el atardecer"— Fue lo que sugerí.
El me miró con sus hermosos ojos muy abiertos, se podía apreciar a través de la tenue luz que entraba por la ventana un sonrojo en sus delicadas mejillas —"En serio?"— Apoyo sus pequeñas manitas sobre mi pecho alzando su cabeza para mirarme directamente a los ojos, aunque pude ver cómo los brillantes orbes se distraían con mis labios, lucía tan vulnerable, tan inocente, me costaba creer que justo el día anterior lo había encontrado tan drogado que apenas podía hablar. Me perdí en mis pensamientos un momento, acaricié su suave cabello nevado y el sonrió. —"En la playa hay varios puestos, comida, artesanías, podemos pasar el rato, y cuando esté anocheciendo podemos sentarnos a la orilla del mar y mirar la puesta de sol"— Estreché su pequeña cintura con mis brazos y pude oír cómo gemía débilmente se estremeció ante mi toque sus orejas se pusieron rojas y evitaba el contacto visual. —"S-suena bien..."— Lo dijo casi con dudas, levantó su delicada manita y clavo uno de sus deditos en mi mejilla, no me miraba a los ojos, pero podía sentir en la forma en la que su corazón bombeaba que estaba muy contento con el plan.
—"Cierra los ojos y duerme, mañana debemos despertar temprano"— Dije apretando gentilmente su redondo y suave trasero, el dejó escapar un suave jadeo y se quedó en silencio por unos segundos antes de cerrar lentamente los ojos y acariciar su suave rostro contra mis pectorales —"Eres demasiado bueno conmigo" Murmuró y sentí una opresión en el pecho —"No te merezco"— Fueron sus próximas palabras, y estas me mantuvieron despierto durante un buen rato. Lo acuné en mis brazos mirándolo, su rostro dormido, totalmente adorable, su cabello blanco despeinado, exparcido por completo sobre su espalda, sus labios regordetes ligeramente separados mientras dejaba escapar suaves respiraciones.

POV NARRADOR

A la mañana siguiente Tenko despertó antes que Toya, lo observó dormir por un momento antes de tocar su mejilla con su naricita mientras hacia un puchero, —"D-despierta"— Susurró con voz necesitada —"Quiero ir a la playa"—.
Cuando el pelinegro abrió los ojos no pudo contener su sonrisa, Tenko se sentó sobre su marcado abdomen y él posó sus manos sobre las caderas del pequeño chico, —"Qué hora es? Vamos a levantarnos así podemos conseguir unos snacks"— Toya murmuró sin apartar la vista del bonito chico, observando casi posesivamente como todas las marcas que el bonito chico se autoinflingía ahora estaban cubiertas de sus chupetones. Las pálidas mejillas del albino se coloraron de rosa, le encantaba cuando Toya lo miraba de forma tan atenta, el asintió, todavía a horcajadas sobre la cintura del de ojos azules.
—"Necesitamos traer muchas cosas. Protector solar, toallas, ropa, bocadillos..."— Se detuvo, sus dedos recorrían distraídamente los músculos del pecho de Toya. —"Mmm... Vale entonces, ¿Por qué mejor no te levantas y te preparas mientras yo voy a comprar lo que hace falta?"— El más alto dijo murmurando, casi quedando dormido gracias al cálido sentimiento que se instalaba en su pecho.
El de ojos rojizos hizo un puchero, no quería moverse de su posición, gimió levemente en protesta y se inclinó apoyando su cabeza en el pecho del azabache, luciendo como un niño mimado. —"¿No puedes simplemente seguir abrazándome un poco más?"— Preguntó, sus dedos se curvaron ligeramente contra la cabellera de Toya.
—" Claro que puedo, pero quiero encontrar puestos abiertos, para que puedas comprar algo lindo"—
Tenko dejó escapar un suspiro exagerado, pero sabía que Toya tenía razón. Lentamente se desenredo de él, deslizándose de su regazo y poniéndose de pie. Estiró los brazos por encima de la cabeza y sus rosados botones se endurecieron por el frió, haciendo que la ya dura entrepierna del de orbes azules doliera de deseo.
—"Bien"— Refunfuñó, —"Pero me debes una por hacerme levantar temprano"—

Definitivamente Tenko se estaba volviendo muy mimado...


Tenko, ojalá hubiera entendido antes lo que significabas para mí, incluso con todo el dolor que llevabas, supiste hacer que me sintiera como jamás lo había hecho nadie. Tenías el don de hacer que los demás se sintieran cómodos y cálidos, a pesar del sufrimiento que soportabas, tus ojos nunca reflejaban maldad. Me arrepiento de haber estado dividido entre tu corazón y el de Keigo, y lamento no haber valorado la belleza de tu alma antes.

Triángulo Amoroso (DabiHawks - DabiShiga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora