Toya Todoroki, un encantador empresario en el auge de sus treinta años, pensó que tenía todo lo que quería en la vida. Como heredero de una gran fortuna, podía darse todos los caprichos que deseaba y su atractivo físico atraía a cualquier persona qu...
Keigo, tú y yo nos hacemos daño, a pesar de ello aún así deseamos estar juntos. Es una sensación dolorosa y agridulce, porque a pesar de todo te amo. Pero no somos compatibles, nos amamos y a la vez nos lastimamos. ¿Por qué será? Se dice que el amor no debe causarnos un dolor así, pero estoy seguro de que te amo y también sé que tú sientes lo mismo por mí. Entonces, ¿Por qué, cuando estoy contigo me siento tan feliz y en paz, mientras que cuando estoy solo, mis pensamientos se llenan de dudas y arrepentimiento?
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POV NARRADOR
Toya había intentado contenerse, sentía que si aceptaba los sentimientos del de orbes dorados se estaba aprovechando ya que el otro estaba en una situación vulnerable, pero aunque lo intentó no pudo resistirse...
-"Keigo-" Susurró Toya contra la oreja del rubio, lamiendo su lóbulo. Las manos del azabache bajaron y comenzaron a juguetear con la entrepierna de Keigo a través de sus pantalones. -"Voy a tomarme mi tiempo esta vez"- Dijo Toya suavemente. El más alto admiraba cada centímetro del tonificado cuerpo de Keigo. -"He estado esperando por ti"- Susurró en el oído del rubio, acariciando su cuello.
Yacían desnudos, dándose placer mutuamente pero parecía que les costaba dar el paso siguiente hasta que... -"Ngh"- Gimió suavemente el ojiámbar en la boca del pelinegro mientras Toya insertaba sus dedos en su apretada entrada. Sus labios se movían lentamente uno contra el otro, sus lenguas bailando juntas en perfecta sincronización. -"Ah... ah... Mételo de una vez"- Exigió Keigo contra los labios del ojiazul. La polla de Toya estaba dura como una roca y palpitaba, lista para hundirse en la apretada y cálida entrada de Keigo. Gentilmente, empujó su miembro contra el agujero estrecho sintiendo cómo lentamente daba paso a su dureza. Con un suave empujón, el de ojos oceánicos ingresó en el cuerpo del rubio. Keigo dejó escapar un grito ahogado cuando la erección del azabache entró en él, sus ojos se pusieron en blanco en éxtasis. Toya sintió los músculos del de ojos dorados apretándose alrededor de su pene. Comenzó a penetrar más profundamente en el cuerpo tonificado de su amado, escuchando sus suaves gemidos y jadeos. -"Mmmm"- Gimió Keigo, -"Se siente bien... Solo... Mierda solo hazlo más duro"- Demandó el rubio. Toya gruñó en respuesta, sus embestidas se volvieron más fuertes y más rápidas. Las sábanas se pegaban a sus cuerpos sudorosos.
Ambos locos de placer, envueltos en el deseo enfermizo que sentían el uno por el otro continuaron con su apasionado acto durante más de una hora, el cuerpo de Keigo se tensó al sentir que alcanzaba la cima del placer. -"¡Ahí... Ahí mmmmh!"- Gritó, su pene palpitaba y pulsaba con cada ola de orgasmo. Toya sintió los músculos del ojiámbar apretándose alrededor de su polla, ordeñandola para obtener cada gota de placer. Con el orgasmo del rubio estimulando el suyo, el de orbes azules cargó salvajemente, empujando profundamente en el estrecho agujero del policía. Podía sentir que se acercaba al clímax. Dejó escapar un fuerte rugido cuando se corrió, su polla palpitaba y liberaba su carga en el cuerpo de Keigo.
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POV TOYA
Ahí estaba, recostado en la cama, la cabeza de Keigo descansaba sobre mi hombro, su aliento cálido se podía sentir contra mi piel. No pude contener mis sentimientos y murmuré -"Te amo Keigo"- El alzó la cabeza y sonrió, luego de un par de minutos en silencio volvió a hablar -"Toya... Podemos... Podemos intentarlo de nuevo?"- Mi corazón latía queriéndose salir de mi pecho, asentí, antes de tomar la mejilla tersa del hermoso rubio frente a mi y plantar un beso en sus labios.
-"Vamos amor"- Dije mientras lo levantaba en mis brazos -"Tomemos un baño, tenemos que empezar el día"- El hermoso ojiámbar se rió perezosamente. Antes de salir de la habitación escuché mi teléfono sonar, así que miré las notificaciones sin desbloquearlo... Era un mensaje de Tenko, me preguntaba que querría, pero al oír a mi precioso rubio bostezar cualquier otra distracción se nubló de mi mente, solo importaba él. Lo llevé al baño y lo dejé suavemente sentado en el borde de la bañera, nos miramos el uno al otro dándonos un a sonrisa cómplice, felices ante está nueva oportunidad juntos, abrí el agua, ajustándo la temperatura hasta que estuvo en el punto correcto.
POV NARRADOR
Estaban en la tina, abrazándose y disfrutando del calor del agua, Toya, a pesar de la cercanía parecía algo distante, claramente perdido en sus pensamientos, su mente se dirigió a Tenko y el mensaje que aún no había leído, rápidamente sacudió la cabeza intentando aclarar sus pensamientos y concentrarse en Keigo. -"Kei... Hay algo que debería decirte"- Dijo el pelinegro. -"¿Eh? ¿Qué pasa?"- Preguntó el rubio sintiéndose algo alarmado al oír el tono serio del ojiazul. Se volteó para estar cara a cara, tratando de tener una idea de que podría ser. Toya respiro hondo y lo miro a los ojos directamente -"Antes de que volviéramos a estar juntos, había alguien más con quien me estaba divirtiendo. No fue nada serio, pero como planeo tomar esto entre nosotros en serio, pensé que era justo que te lo dijera"- El azabache notó la mirada sería del rubio y enseguida añadió -"Terminaré las cosas con él, así que no debes preocuparte"- Al oír la revelación una ligera punzada golpeó el pecho del de orbes dorados, se sentía un poco incómodo pero escuchó atentamente mientras el otro hablaba, cuando el mayor terminó el rápidamente cuestionó. -"¿Quién fue? ¿Y cuánto tiempo estuvieron ustedes dos?"- Toya notó la expresión de Keigo y pudo escuchar cierta vulnerabilidad en sus palabras, su expresión se suavizó mientras buscaba las palabras para expresarse. -"No es importante... No era nadie"- Pero por alguna razón sintió que decir eso era una mentira así que dudó unos minutos y luego admitió -"Comenzamos a salir hace aproximadamente un mes. Fue después de que nos volvimos a encontrar tú y yo. Pero no tienes que preocuparte. Fue solo físico, siempre has sido el único a quien he amado"- El oficial de policía se mantuvo en silencio, pero no pudo evitar hacer una mueca. -"Así que físico ¿Eh?"- Murmuró de mala gana. El azabache podía notar las dudas inhundando al rubio así que trato de tranquilizarlo. -"Te dejaré en el trabajo después del almuerzo. Luego me reuniré con él y terminaré las cosas como es debido"- Sin embargo eso no parecía tranquilizar a Keigo, sintió una ola de posesividad al oír que Toya se reuniría con el otro chico, a pesar de la situación trato de mantener la voz tranquila pero falló -"¿Quién es? ¿Con quién te metiste?"- Su tono denotaba claramente celos. El de ojos azules le dio una mirada culposa, no había hecho nada mal, pero odiaba hacer que Keigo estuviera inseguro, tomó su mano húmeda contra las suyas y la apretó suavemente. -"Es mejor que no lo sepas. No hay razón para que estés celoso porque eres el único que me importa. En lugar de centrarnos en el pasado, comencemos a construir un nuevo futuro. Juntos".-
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Anoche soñé con Tenko. En mi sueño, estaba en un hermoso jardín rodeado de pasto verde y árboles de ciprés. En ese lugar, me encontré con él, sentado a la sombra de un árbol, con su cabellera blanca que caía sobre sus hombros y sus ojos que reflejaban la luz de la poniente. Su belleza era innegable, y sentía que necesitaba acercarme a él, pero en cuanto lo hacía, una horda de polillas rodeaba su figura, y yo, desesperado por alcanzarlo, corría hacia él, pero cuando lo lograba, ya no estaba allí.
