17

68 12 6
                                    

Tenko, te amo y estaré junto a ti, sacaré fuerza de debajo de las piedras para cambiarlo todo por ti. Seré tu luz en medio de la oscuridad, tu refugio en medio de la tormenta, y tu amigo incondicional. Te amaré con todo mi ser y cuidaré de tus heridas, estaré a tu lado siempre. Eso fue lo que pensé en ese entonces, pero aunque desees con todo tu corazón cumplir una promesa, algunas veces no es posible hacerlo.

POV NARRADOR

-"Has estado actuando de forma muy extraña durante la última semana"- Dijo el rubio rompiendo el silencio que se había formado en el trayecto -"¿Qué pasa? Tú eres quien siempre me ruega que pase la noche en tu casa, así que ¿Por qué me estás llevando a mi apartamento?"- El pelinegro lo miró por unos segundos y luego respondió -"No estoy de humor hoy, tengo algunas cosas que hacer. No puedes venir conmigo."- Su respuesta y expresión eran bastante frías.
Keigo miró a Toya, visiblemente perplejo por su reciente cambio de actitud. -"¿Qué? ¿Desde cuándo actúas así? No hemos pasado ni una sola noche separados desde que empezamos de nuevo"- Sus ojos dorados expresaban molestia, le costaba comprender lo que estaba sucediendo -"¿Ahora de repente me estás echando? Realmente estás empezando a cabrearme."- No podía mantener su boca quieta, realmente estaba llenándose de inseguridades, desde aquel maldito día en la oficina del ojiazul -"¿Y por qué demonios mencionaste a Tenko cuando estábamos juntos?"- El rubio interrogaba, queria respuestas, se había estado conteniendo y no podia más.
El azabache apretó con más fuerza el volante del coche al oírlo mencionar eso, mantuvo la mirada fija en la carretera, con expresión tensa. -"Fue solo un desliz de mi lengua, no tiene nada que ver con nadie. Te dije que tengo cosas que hacer esta noche, así que vuelve a tu hogar y relájate"- Su tono aún era frío y distante. Siendo evidente que intentaba ocultar algo. La frustración y la confusión de Keigo se intensificaron aún más. Se cruzó de brazos mirando fijamente los ojos oceánicos de su novio. -"Un desliz ¿Eh? ¿Crees que me creo esa mierda? ¿Por qué mencionaste a Tenko y cuál es tu problema últimamente? ¿Me estás ocultando algo? Pensé que no teníamos secretos entre nosotros, pero últimamente estás actuando como un bastardo y ahora me estás ocultando cosas. Detén el auto, quiero respuestas."- Parecía que no podía mantenerse callado, había estado esperando el momento para desatarse, para sacar a flote todo lo que había estado guardando. Toya suspiró, todavía negándose a mirarlo. Su agarre del volante permaneció firme mientras conducía, su voz fría e inquebrantable.
-"No pasa nada, solo necesito una noche a solas. Estás pensando demasiado las cosas. Déjalo, Keigo."- Siguió conduciendo sin intención de detenerse ni disminuir la velocidad. Parecía decidido a dejarlo en su casa y poner fin a la conversación.
La paciencia del policía estaba al límite mientras lo miraba fijamente, su irritación empeoraba a cada segundo.
-"¡Mentira! ¿De verdad esperas que crea que solo necesitas tiempo a solas? Hemos sido inseparables durante semanas y de repente, quieres espacio, no me digas que estoy pensando demasiado las cosas. Quiero saber ¿Por qué actúas con tanta frialdad, también si el Tenko que mencionaste es el amigo de Toga?"- En ese punto no pudo evitar alzar la voz.
El más alto finalmente detuvo el auto frente a la casa del ojiámbar, su expresión aún distante, lo miró con desgana y dijo con tono firme -"Ya llegamos. Sal del auto, Keigo".- Sin darle espacio a discutir o alguna explicación, solo quería terminar la conversación e ir a por el peliblanco lo más pronto posible. El rubio apretó los puños, abrumado por la frustración, le lanzo una mirada decidida -"¡No! ¡No me iré a ningún lado hasta que empieces a ser honesto conmigo! Desde que mencionaste a Tenko mientras me follabas has estado evitandome y actuando como un completo extraño. ¿Crees que soy una especie de idiota que no se da cuenta de lo distante que has estado? ¡Quiero respuestas, maldita sea!"-
El de cabello negro suspiró apretando los dientes, trataba de mantener la calma pero la situación lo superaba. -"Keigo, escucha, hoy estuve intentando ser un novio cariñoso, de verdad que sí. Pero necesito estar solo esta noche, ¿Vale? Te buscaré mañana y podremos hablar con calma, te lo juro. Solo sal del coche, por favor."- En su voz había un dejo de desesperación, casi súplica, pero estaba claro que no iba a ceder. Sin embargo el otro tampoco tenía una personalidad sumisa, no estaba dispuesto a dar marcha atrás. Lo miró con furia y gruñó -"¿Amor? ¿A esto le llamas amor? Has estado distante y frío desde que mencionaste a ese tipo. No puedes dejarme y actuar como si todo estuviera bien. Se que estabas fingiendo en la fiesta de Jin, no creas que no me di cuenta, tus besos y caricias eran forzadas. ¿Esperas que esté bien con que me dejes aquí solo porque necesitas una noche a solas?"-
La frustración del más alto llegaba a su límite mientras le devolvía la mirada, sus ojos ardían, pero en su interior se maldecía por no haber tenido en cuenta lo perceptivo que su novio era, prácticamente lo tenía cachado, solo atando cabos, era digno de uno de los mejores policías de la cuidad. -"Maldita sea, Keigo, sal del maldito auto. No quiero terminar diciendo algo de lo que me arrepienta. Por favor, sal y te veré mañana"- Apretó la mandíbula, intentando controlar su creciente irá, estaba claro, había llegado al límite, quería que el rubio saliera del coche antes de no poder controlar sus palabras. Sin embargo a pesar de que el de orbes dorados asintió y se desabrochó el cinturón bajando del auto su mirada no se apartaba del azabache -"Está bien, de acuerdo. Si quieres que me vaya, me voy. Pero no creas que me voy a dar por vencido y aceptaré esta mierda. Estoy harto de tu actitud distante y no me voy a quedar con una explicación a medias. No voy a dejar que un drogadicto cualquiera me aleje de ti, así que créeme que voy a obtener algunas respuestas".-

Después de que el más alto se fue, la mente de Tenko solo podía pensar en las palabras de Toya, se quedó unos segundos de pie en el borde apoyado contra la fría barandilla del balcón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Después de que el más alto se fue, la mente de Tenko solo podía pensar en las palabras de Toya, se quedó unos segundos de pie en el borde apoyado contra la fría barandilla del balcón.
La ansiedad lo consumía y no podía evitar rascarse las muñecas con fervor, un hábito que siempre parecía intensificarse cuando estaba nervioso.
Pero no era solo la ansiedad lo que le preocupaba esa noche. Además de sus problemas con la adicción, no podía quitarse de la cabeza el pensamiento del novio del azabache. No quería ser una fuente de dolor o conflicto en la relación.

Intentando esquivar el alboroto de la multitud que se formaba en la fiesta, el albino intentó escabullirse entre el mar de gente hacía la salida. Sin embargo, antes de que pudiera llegar a la puerta, sintió una mano firme que lo agarraba de sus escuálidos hombros, impidiéndole seguir avanzando. Era Toga. -"¡Vaya, vaya! ¿A dónde crees que te estás escabullendo, muchacho bonito?"- Bromeó la rubia, con una sonrisa.
Sin embargo al notar la hinchazón en el rostro del albino debido al llanto, la expresión de ella se suavizó, su tono de voz denotaba preocupación -"Oye... ¿qué te pasa? Tienes los ojos llorosos". Himiko habló en voz baja, inclinando ligeramente la cabeza mientras lo observaba con una mezcla de tristeza y preocupación. No pudo evitar notar las lágrimas. Se acercó al peliblanco, sus ojos escrutando el tierno rostro.
El delicado chico respiró con dificultad, intentando controlar sus emociones mientras respondía a la pregunta de la ojiámbar. Su voz tembló sutilmente, traicionando sus luchas internas mientras lograba hablar en un suave susurro. -"Toya... T-toya me pidió que lo encontrara afuera. Dijo que quería... Hablar..."
Al oír las palabras quebradas, la rubia abrió los ojos, frunció el ceño pensativamente. Se mantuvo un momento en silencio antes de responder con seriedad y firmeza -"Tienes que enfrentarte a él. Tienes que decirle que si no deja a Keigo, no quieres tener nada que ver con él. No mereces que te haga sufrir así"-
Las lágrimas brotaron de los orbes rojizos, su voz temblaba con dolor mientras respondía al tono firme de Toga. Trató de parecer fuerte, pero su confusión interna era evidente en sus expresiones faciales y labios temblorosos. -"Yo... Yo... lo amo tanto. Pero no quiero lastimar a Keigo. No quiero que otros pasen por el mismo dolor que yo... No quiero ser la causa del sufrimiento de alguien más al interponerme en su relación..."-
A la rubia le dolió el corazón de ver a su amigo tan destrozado, secó suavemente la lágrima que corría en la mejilla de Tenko mientras asentía con empatía, suspiró suavemente mientras una de sus manos apretaba la delicada manita de Tenko, su voz reflejaba frustración -"Eres demasiado bueno... demasiado. Por eso siempre eres tú el que más sufre. No quieres lastimar a nadie, incluso a costa de tu propio bienestar"-

Keigo pensaba que habíamos soltado nuestros lazos para siempre. Sin embargo, cada vez que siento ese temido tirón, como si me atrajera hacia ti, recuerdo que yo mismo decidí condenarme a esta dolorosa situación.

Triángulo Amoroso (DabiHawks - DabiShiga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora