Toya Todoroki, un encantador empresario en el auge de sus treinta años, pensó que tenía todo lo que quería en la vida. Como heredero de una gran fortuna, podía darse todos los caprichos que deseaba y su atractivo físico atraía a cualquier persona qu...
Tenko, ha llegado el momento de empezar una nueva etapa juntos. Es hora de dejar atrás todo lo que nos ha atrapado antes y caminar hacia un futuro brillante, de la mano. Así como la luz del sol se abrió camino a través de la niebla esta mañana, nuestro amor es lo que nos guiará hacia un camino más claro y feliz.
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POV NARRADOR
Toya empujaba lentamente contra el delicado cuerpecito de Tenko que yacía en el sofá, sus ojos azules llenos de un intenso y desesperado anhelo. -"Te sientes tan bien..."- Susurró besando tiernamente los regordetes labios del albino antes de embestir nuevamente con un movimiento suave. -"Ah... sí, esto es perfecto. Solo nosotros dos..."- Sus caderas se movían con delicadeza, saboreando cada sensación mientras le hacía el amor, sus brazos lo rodeaban fuertemente, no era sexo, no era solo placer, él estaba adorando a Tenko. -"Te amo, te amo tanto"- El corazón de Tenko latía estrepitosamente, sus bracitos aferrados al cuello del pelinegro mientras dejaba soltar sutiles gemiditos, se sentía bien, por primera vez en toda su vida se sentía amado. -"T-toya... Ngh... Y-yo... También te amo"- Su dulce vocecita salía entrecortada. Los belfos del ojiazul bajaron por la mejilla y barbilla del peliblanco hacia su magullado pero suave cuello, salpicándolo de tiernos besos mientras sus embestidas continuaban, lo abrazaba con fuerza, apretándolo como si soltarlo fuera delito -"Eres mío..."- Murmuraba entre besos, con la voz temblorosa de necesidad y adoración.-"Te amo tanto Tenko, no puedo tener suficiente de tí"- Su agarre sobre el ojirubí se hizo más fuerte. Los ojos marinos de Toya adoraban la carita sonrojada y jadeante del angelito, sus dedos largos acariciaron el suave rostro -"Eres hermoso"- Jadeaba con afecto, observando atentamente cada una de las adorables expresiones, estaba totalmente cautivado. -"Ah... Ah... Te sientes tan bien"-
A pesar de que el más alto trataba de contenerse para disfrutar el máximo tiempo posible de su bonito ojicarmin, pudo notar que el delicado cuerpecito bajo él ya estaba convulsionando de placer. Toya trato de contener su orgasmo inminente, quería saborear cada momento de ser uno con el albino. -"No, todavía no mi amor... Necesito más"- Su voz salía ronca y tensa. Tomó al pequeño peliblanco en sus musculosos brazos acunandolo mientras lo levantaba del sofá, sin abandonar el cálido interior. Dirigiéndose lentamente hacia el dormitorio, todavía unidos, sin querer separarse, el bonito angelito cerró sus ojitos al sentir la enorme carne tan profundamente y susurró -"T-toya... N-no salgas"- Los signos de la liberación de Tenko eran reveladores entre ambos abdómenes, haciendo jadear al más alto abrumado por el placer y el deseo de llenar al bonito chico en sus brazos.
El control del de orbes oceánicos finalmente se rompe, abrumado por el éxtasis recuesta a su amado angelito en los escalones, cubriendo el cuerpecito con el suyo, con embestidas desesperadas y necesitadas le hacía el amor, sus labios chocaban apasionadamente. Comenzó a alivianar el ritmo al sentir el hormigueo en su abdomen, sabía que no podría contener mucho tiempo su orgasmo. El bonito peliblanco gimió al sentir los besos en su tierno cuello, los labios del mayor mordisqueando su delicada piel antes de bajar y tomar sus rosados pezones, haciendo girar su lengua alrededor de los sensibles botones. -"Ahhh... Nghh m-mi amor y-yo... Ah..."- Sus manitas pequeñas se aferraban a los mechones oscuros, perdido en el placer de sus cuerpos unidos. Se sentía intoxicado, incapaz de contenerse por más tiempo volvió a correrse entre ambos abdómenes. Toya notó la evidencia fresca del placer del más bajito, una sonrisa salvaje se extendió por su rostro. Lentamente bajó la cabeza, un escalofrío de éxtasis recorrió su columna vertebral al saborerar a su precioso ángel, alzó el rostro de nuevo, capturando los rosados belfos en un beso profundo y abrasador, queriendo compartir la dulce esencia -"Eres delicioso"- Sin poder contenerse más el ojiazul soltó un jadeó ahogado, moviendo sus caderas de forma desenfrenada, se vacío profundamente dentro del de orbes rojizos. Pero en lugar de alejarse se aferró al él con fuerza, hundiendo su rostro en el hueco del cuello de Tenko. -"Te necesito... te necesito más que a nada"- Murmuró desesperadamente contra su piel. Finalmente se retiró a regañadientes, pero ver su semilla goteando de la delicada entrada lo llenó de amor y posesividad. -"Mío"- Susurró tomándolo en brazos, llevándolo hacía el dormitorio sin intención de soltarlo.
El azabache lo llevó con delicadeza al dormitorio y lo recostó en la cama con reverente cuidado. Sus ojos azulados estaban desorbitados por sus deseos primarios mientras contemplaba la tierna figura. -"Eres todo lo que necesito"- Lo besó profundamente, vertiendo todo su amor desesperado. Con un suave jadeo penetró al peliblanco una vez más, con embestidas lentas pero profundas. Envolviéndolo en sus musculosos brazos, aferrándose a él como si fuera a desaparecer -"Siento que me asfixiaré si no te toco..."- Susurraba entrecortadamente. Toya se perdió en los preciosos orbes rojos, haciéndole el amor apasionadamente hasta la madrugada. Su necesidad y devoción se habían vuelto insaciables.
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POV TOYA
Fui el primero en despertar, mis ojos rápidamente se dirigieron al cuerpecito de Tenko en mis brazos, una leve sonrisa tiró de la comisura de mis labios mientras observaba la adorable forma en la que se aferraba a mí mientras dormía. Dejé un beso suave en sus labios, decidido a despertarlo, pero en el momento en que rocé los regordetes belfos mi sonrisa se desvaneció. La tierna piel de mi angelito se sentía inusualmente caliente, la preocupación comenzó a invadirme mientras me apartaba suavemente colocando mi mano en la frente del albino. -"Bebé, despierta, te sientes cálido"- Pude oír un suave gemidito y ver como los hermosos ojos rojos se abrían. Su cuerpecito se movió contra mi, enterrando su cabecita en mi pecho, reacio a abandonar la comodidad de la cama. -"Mmm... ¿Q-qué?"- Murmuró Tenko con sus palabras ligeramente arrastradas y aturdido. Su piel se sentía caliente contra mi mano. -"E-estoy cansado"- Se quejó el peliblanco con su vocecita ronca y congestionada. Se incorporó lentamente tosiendo y frotando sus preciosos orbes rojizos. No pude evitar reírme, enternecido por los dulces gemiditos de Tenko, lo ayude a sentarse. No pude evitar fruncir el ceño con preocupación ante la incesante tos. Mi mano nuevamente palmeó la frente -"Mi amor, ¿Te sientes mal? ¿Necesitas algo?"- Y entonces un sollozo escapó de sus bonitos belfos, se frotó la nariz que moqueaba y chilló -"M-me siento fatal"- Su voz era nasal -"Me duele la garganta"- Pude notar como se inclinó hacia mi tacto buscando consuelo y calidez. A pesar de estar resfriado lucía adorable con su cabello blanco desordenado y sus mejillas sonrojadas.
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Keigo Fue bueno haberte conocido. Sin embargo, creo que es hora de que terminemos nuestro ciclo. Cada uno debe seguir su propio camino. Espero que encuentres la felicidad en otro lugar.
