Un amor peculiar

capítulo 5

Se apartó, mirando a Matthew a los ojos, el deseo allí reflejaba el suyo.  —Te amo— susurró con voz ronca.  —No quiero nada más que estar contigo para siempre—

Matthew tomó el rostro de Arthur entre sus manos, sus dedos suaves pero firmes.  —Y yo a ti, mi amor. Siempre.—  Él se inclinó y sus labios se encontraron en un tierno y apasionado beso.  Arthur sintió que perdía el control, su cuerpo se movía instintivamente contra el de Matthew.  La sensación de su piel deslizándose una contra la otra, el calor y el peso de él, era abrumadora.  Podía sentir que se acercaba cada vez más, la familiar tensión en su ingle advirtiéndole que estaba a punto de perder el control.

Con un suave gemido, arqueó la espalda, presionando sus caderas contra las de Matthew.  Podía sentir la longitud del cuerpo de Matthew presionado contra el suyo, sus piernas entrelazadas mientras se movían juntas en perfecta armonía.  El mundo fuera de su dormitorio pareció desvanecerse, dejándolos solo a ellos dos, perdidos en el momento.  La respiración de Arthur se entrecortó cuando sintió que se derramaba por el borde, su cuerpo temblando por la liberación.

La respiración de Matthew se aceleró cuando sintió que Arthur lo agarraba con más fuerza y sus movimientos se volvían más urgentes.  Echó la cabeza hacia atrás, dejando escapar un gemido de placer mientras se sentía seguir a Arthur hasta el límite.  Sus cuerpos se convulsionaron, el calor entre ellos era casi insoportable.  Cuando la intensidad de sus clímax comenzó a disminuir, se desplomaron juntos en la cama, con la piel empapada de sudor pegada la una a la otra.

Arthur apoyó la cabeza en el pecho de Matthew, escuchando el ritmo constante de su corazón.  Podía sentir las réplicas de su pasión aún recorriéndolo, un dolor sordo en sus músculos y una calidez en su núcleo.  Quería quedarse así para siempre, envuelto en los brazos de Matthew, a salvo y protegido del mundo.  Pero sabía que el mundo no permanecería alejado por mucho tiempo.