Starr Park Academia [BS]

Capítulo 14

Capítulo 14 — Normas y sospechas

Colette despertó, ya era de madrugada y la luz del molesto Sol se hacía paso por su ventana. Se dirigió al salón y abrazó a su padre.

—Buenos días, papá —le saludó con una tierna sonrisa.

—Buenos días, Colette.

Byron le sirvió el desayuno y ella aprovechó para preguntarle una duda que acechaba sus pensamientos.

—Papá, ayer la profesora Lola dijo que el festival de primavera es muy importante para la academia... —empezó—. ¿Por qué exactamente?

—Oh, ¿no lo sabías? Starr Park Academia es una de las academias con mayor reputación en el país. El festival de primavera da final al primer semestre, y por tanto, da inicio a las vacaciones. Hay cámaras por todas partes y también mucha seguridad, pues será retransmitido por televisión —explicaba mientras la albina escuchaba atentamente, con una mirada de asombro—. ¡Nos jugamos nuestra reputación con el espectáculo que demos!

Colette se quedó mirando a la nada durante unos segundos.

—¡Espera!, ¿¡Entonces por qué mie*** te sugerí que se hiciera un baile!? —exclamó—. ¡Yo no sé bailar!

—Primero, cuida tu lenguaje —regañó Byron—. Y en cuanto a que no sabes bailar, los profesores de teatro se encargarán de enseñaros a todos. Si hiciera falta, yo te podría ayudar también —explicó con una sonrisa.

Su hija no dijo nada más, pero sonrió como respuesta.

—¿Ya has terminado el desayuno? —preguntó el mayor. Colette asintió—. Acaba de prepararte rápido, seguro que Edgar ya nos está esperando afuera.

★★★

León y Nita se dirigían a la academia en el coche de su padre Bo. Al llegar, se encontraron con sus amigos. Aún faltaban unos 5 minutos para que abrieran las puertas del instituto y comenzar las clases.

—Chicos, yo tengo que entrar ya. Adiós —se despidió Bo de sus hijos—. Adiós Jessie, Sandy —hizo lo mismo con los otros dos niños, y entró en la academia por una puerta exclusiva para el profesorado.

Aunque dentro del grupo de los cuatro niños se llevaran todos muy bien, había dos subgrupos: el de las chicas y el de los chicos. Jessie y Nita hablaban entre ellas y pasaba lo mismo con León y Sandy. Nos centraremos en la conversación de estos últimos dos.

—León, ¿sabías que tu hermana está muy buena? —dijo Sandy en tono de broma, con una sonrisa burlona.

—No tanto como tu madre —respondió él algo enfadado, entrecerrando los ojos.

—Soy huérfano.

—Lo sé.

León sonrió de lado. A menudo tenían conversaciones así. Claramente las dos chicas no lo sabían -o eso pensaban-.

—Cambiando de tema, creo que tendríamos que poner unas reglas entre nosotros —sugirió Sandy—. Así a lo mejor evitaríamos otra paliza.

—¿Hay una regla para que un tipo chismoso no nos cuente chisme y nos diga que lo esparzamos para que después toda la culpa sea nuestra? —dijo León con una ceja levantada.

—No, pero sí puede haber una de llevar siempre gafas de visión nocturna y que así su camuflaje no funcione con nosotros —respondió el pelimorado con una sonrisa de lado. Después le ofreció su mano a León—. ¿Trato?

—Trato —habló sacudiendo la mano de su amigo.

En cuanto a Jessie y Nita, estas se susurraban cosas al oído mientras observaban a sus dos amigos -que ni siquiera sabían que les estaban mirando-.