Capítulo 23

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Capítulo 23 — El fugitivo

La televisión del país había comenzado a retransmitir el evento de Starr Park Academia desde que los Bad Randoms comenzaron su show.
El profesor de fotografía de Center Park, Arti, les brindó su ayuda.

Probablemente todo el país estaría viendo el evento a través de la televisión, pues siempre tenían muchos espectadores que esperaban con ansias el festival.

La calidad del sonido y de la imagen era excepcional, ya que el mejor canal de televisión sería quién tendría el placer de retransmitir aquel gran evento.

—Bien, ¡tenemos récord en audiencia! —le decía el camarógrafo al técnico de sonido.

El presentador, asintió, para luego avisarles de que pronto volverían de la publicidad.

★★★

El hombre comenzó a golpear la pared, furioso. Era la única forma de desahogar toda su ira acumulada, pues haber asesinado a todos los que se encontraban en el reformatorio no parecía suficiente.

Golpeó tan fuerte la pared que acabó haciendo sangrar sus propios nudillos.

Finalmente pareció relajarse, y se decidió a investigar la ubicación de Bull Goodman.

Si no estaba en el internado, probablemente habría vuelto a su ciudad, pero pasearse por allí no sería buena idea estando cubierto de sangre, además de ser conocido por algún que otro vecino.
Unos le conocían porque había vivido allí durante mucho tiempo, y otros, porque había ido a la cárcel tras ser acusado de homicidio y violencia intrafamiliar.

¿Quizá podría utilizar el uniforme de alguno de los guardias del reformatorio?
¿La gente cuestionaría ver a alguien vestido con un uniforme de reformatorio con manchas de sangre caminando por la calle?

¡Maldición!, estaba perdido. No le importaba volver a ser capturado, morir o sufrir alguna horrible tortura; eso le daba igual. Solamente quería matar a Bull Goodman con sus propias manos, y llenárselas de su sangre, que tantas veces había visto y ahora más que nunca quería hacerlo.

Después le seguiría su hermana menor, Bibi Goodman, que sería acompañada en breve tiempo por Fang Lee, su hermanastro.

Su última víctima y con la que, sin contar a Bull, más se divertiría, sería su exesposa, la madre de Fang.

Estalló en carcajadas al pensar lo divertido que sería acabar con la vida de esos cuatro.

Pero no era momento de reír.

Seguramente la policía llegaría pronto; había escuchado a alguien llamar a las autoridades por teléfono cuando comenzó la masacre.

Nervioso, comenzó a pasear por el ahora desolado reformatorio, intentando pensar en algo rápido.

Finalmente llegó a una habitación que no había visto antes; era, probablemente, una sala solo para los guardias.

La televisión estaba encendida, y el hombre se paró un momento para observarla.

Estaban volviendo de la publicidad.

Starr Park Academia [BS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora