Starr Park Academia [BS]

Capítulo 9

Capítulo 9 — Observándote

Pasaron dos semanas. ¿Y qué ocurrió en ese tiempo? Exámenes, trabajos... También Emz, que en los recreos se encontraba con su maestro Poco para que este le ayudara con su respectiva materia. Pero aún más importante: el chisme que Brock esparció ya lo conocía prácticamente todo el instituto. Aunque por pasar de boca a boca, puede que haya cambiado "ligeramente".

Los murmullos de la gente llamaron la atención de Bibi cuando entró por la puerta principal por primera vez en dos semanas. Si fuera un día cualquiera habría estado con su hermano, pero este seguía sancionado por el centro.

Fang entró con Edgar, y sucedió algo parecido.

— ¿Qué les pasa? — susurró el asiático a su amigo.

— Y yo que sé.

Al entrar en clase, los murmullos no cesaron.

— ¿Ese es el hermano de Bull? — murmuraba alguien

— Sí, hermano del asesino...

— ¿Asesino?

— Sí, he oído que Bull mató a su padre.

Por suerte Fang no les escuchó.

La puerta del aula volvió a abrirse y Bibi la cruzó, para después sentarse en su asiento. Los murmuros fueron más molestos entonces.

Ella estaba molesta. Los susurros la molestaban.

Al notar eso, la gente hizo silencio y prefirió no hablar más del tema. Al menos por ahora.

★★★

— Y así le gané por novena vez a Ocho en los arcades — le contaba Brock a Max, aunque más bien hablaba para él mismo, porque la chica no le estaba prestando atención —. Fabuloso, ¿verdad?

No hubo respuesta.

— ¿Max? — llamó su atención — ¿Me estás escuchando?

— ¿Eh? Ah, sí, sí...

— Esto me suena de algo... — susurró Ocho para sí mismo.

Brock suspiró.

— Max, se que no hemos empezado con el pie derecho, pero te pido que me prestes atención — dijo el moreno algo decepcionado —. ¿Sabes por qué?

Ella solo le miró.

— Porque me gustas — confesó.

Max dejó de hacer contacto visual con él mientras buscaba las palabras adecuadas.

— Brock, yo... — el susodicho tragó saliva —. A mí me gusta alguien más...

El moreno se levantó furioso de su asiento.

— ¡ES ESE SPIKE! ¿¡VERDAD!? — exclamó molesto —. ¿¡QUÉ TIENE ÉL QUE YO NO!?

— Ya te he dicho que no conozco a ningún Spike — dijo molesta —. Y además, no es de tu incumbencia.

El profesor Genio miraba atónito la escenita que habían montado.