Capítulo 13

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Bill Kaulitz;

Eran las 2 de la madrugada, aún no tenía sueño, me estaba drogando con cocaína, como era costumbre, pero cada vez necesitaba más y más, no era suficiente para sentirme bien conmigo, por lo que empezaba a consumir pastillas, lo que me hacía alucinar lo doble. Estaba escuchando música, Crystal Castles para ser específico, me llevaban a otra realidad sus canciones, y me recordaban a Tn bastante, era como estar a su lado, escuchando su hermosa y tranquilizante voz.

Cada vez la amaba más y la necesitaba aún más, quería estar con ella por siempre, no sabía la razón del por qué me sentía así, pero solo sabía que quería hacerla mía, hacerla mi novia, mi amante y mi mujer.

Solo de pensar en ella mi corazón latía a una fuerte velocidad, mis mejillas se sonrojaban y todos mis sentidos se perdían. Más sin embargo tan solo era un maldito drogadicto, un tipo sin futuro, un bueno para nada, un imbécil enamorado de ella, un estúpido.

No supe cuando me quedé dormido, solo al despertar, me di cuenta que nunca llegué a la cama, me quedé completamente inconsciente en el suelo, con la droga sin guardar, fui un gran estúpido, pudo haber entrado alguien, maldita sea. Me levanté rápidamente, guarde todo en su lugar, me mire al espejo, tenía los ojos rojos, y unas horribles ojeras, me veía de la chingada, sin duda, me veía fatal, y sinceramente ya no quería eso.

Iba a salir de mi habitación, cuando por la puerta aparece Tom, con una expresión de enojo.

–Bill no mames, en serio no mames– me empujó, pero pude mantenerme en pie, me tomé de la pared

–¿Qué te pasa Tom?– pregunté y el comenzó a reír sarcásticamente, negando con la cabeza rotundamente

–no, más bien ¿Qué te pasa a ti?– volvió a empujarme con más fuerza –¿Por qué te drogas?– preguntó

–no, yo no me drogo– respondí inmediatamente

–te quedaste dormido en el suelo, ¡Estabas drogado, tienes más de cien bolsitas de cocaína!– gritó fuerte

–¿Acaso te importa?– cuestioné en el mismo tono

–por supuesto que me importa, eres mi hermano, mi mitad, eres lo que más amo, me importa Abby, me importas tú, me importan ambos, son lo único que tengo en la puta vida– estaba aún más enojado

–maldito mentiroso, lo único que te importa es follar, eres un egoísta, solamente te preocupas por ti– contraataque, mirándolo con ira –no te preocupes por mi, no hace falta que lo hagas– salí de la habitación

Tome mi skate, mis audífonos, me coloqué mi chaqueta, guarde las llaves de la casa, salí y me dirigí al parque de skate, tenía un nudo en la garganta, me dolía tanto no poder expresarme, me dolía tanto no saber mi propósito en la vida. Siempre tenía la misma pregunta ¿Por qué estoy aquí? Quería una maldita respuesta, quería solamente saber por qué tuve que existir, cuál es la razón, por qué yo, si no me gusta está vida, por qué mejor no me moría de una buena vez.

Llegué al dichoso lugar, me senté dónde solía hacerlo, saque mi cajetilla de cigarros, un encendedor, pero antes de prender uno, frente a mi aparece una figura femenina, levanté la vista, era Tn, mirándome fijamente.

Se sentó al lado mío, me quedé pensando si prender el cigarro o si mejor guardarlo, quizás le podía molestar.

Hubo un incómodo silencio, pero ella lo rompió.

–¿Sucedió algo?– preguntó un poco preocupada

–solo..– hice una pausa, no pensaba decirle todo –solo discutí con Tom, es todo– asentí mirándola

Rescued, rette mich cuarto libro ( bill kaulitz y tn )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora