Bill kaulitz;
La acompañe a su casa, todo el camino la pasamos en silencio, no se por que por un momento, me hice la pregunta de si ella era tn, era obvio que ella era tn, no podía ser alguien más, realmente no supe por qué me hice semejante pregunta tan estúpida, cualquier persona me diría que era un completo estúpido por preguntar esas cosas, ni yo sabía por qué decía esas cosas, ni por qué tantos deja vu y escenas se presentaron cuando tn y yo nos besamos, todo era tan raro, tan confuso, quería saber la respuesta a todas esas dudas que tenía ahora mismo, pero no sabía cómo responder cada una de ellas, ¿que debía hacer?
Regrese a casa, tenía la necesidad de drogarme, ¿que hago?, la ansiedad me estaba consumiendo, pero debía de abstenerme, ya no quería drogarme más, a veces hasta la misma droga me hacía sentirme mal.
Pero era una adicción que simplemente no podía dejar, desde que abandonamos la banda, y dejé de escribir canciones, me adentre al mundo de la droga, pensando que sería mejor, pensando que era la mejor escapatoria para mis problemas, y lamentablemente no, no es así, la droga me hace alucinar cosas, me hace viajar a otro lugar, más sin embargo el efecto se pasa y me da para abajo todo, me da por sentirme fatal, me da por querer suicidarme, cosa que ya lo he pensado varias veces.
Subí a mi habitación, estaba a la vista la cocaína, pero también una libreta y un bolígrafo para escribir.
Hace tiempo que no hacía algo así, como desahogarme escribiendo en una hoja de papel, y ahora que se me presentaba la oportunidad, me daba miedo, me daba quizás nervios, o una sensación de tristeza, o tal vez también me parecía raro, ya que me estaba acostumbrado a drogarme cada vez que me sentía vacío, casi siempre, aunque está vez era diferente.
-¿por qué me tocó está vida?- pregunté por lo bajo
Se me empezaron a inundar los ojos de lágrimas.
-¿por qué?, ¿por qué mamá y papá me abandonaron?, ¿por qué tengo que ser así?, ¿es mala mi apariencia?, ¿por qué tengo tantas inseguridades? ¿por qué?, ¿por qué no puedo ser feliz?- comencé a cuestionarme
Todas esas preguntas las escribía con lágrimas en la libreta, me sentía realmente mal, era un maricon.
-¿por qué?, ¿por qué mejor no me muero?, ¿por qué sigo vivo?, ¿por qué tuve que existir?- solté en llanto.
Quisiera saber que sentido tenía vivir, que sentido tenía seguir con vida, si no era feliz en ningún aspecto.
Estaba seguro de que en otra vida tampoco pude ser feliz, seguramente era mi destino, ser un amargado, ser infeliz para siempre, no entendía que propósito de vida tenía, o que misión debía de cumplir, o por qué razón tuve que hacer existido, si por mi fuera ahora estuviera muerto, pero no podía dejar a mis hermanos solos.
Tampoco era tan cruel como para dejarlos así, a pesar de todo me importaban, a pesar de eso no era tan egoísta como para pensar solamente en mi, a pesar de todo, era una persona que no se rendía tan pronto, aunque tuviera tanto deseo de acabar con mi vida de una maldita vez, aunque ya no tuviera motivos por los cuales seguir viviendo, no podía negar, que a veces si quisiera vivir, para ser alguien en la vida, y demostrarle a mi familia paterna que podía ser más exitoso que ellos, para demostrarles que no era un inútil inservible.
Recuerdo que cuando empezamos con la banda, todo iba tan bien, ya éramos algo reconocidos en alemania, solo que hicimos una pausa, por problemas de todos.
Las canciones que escribía eran una manera de expresarme, de desahogarme, o de llorar aunque no lo hiciera directamente, definitivamente no sabía por qué escribía canciones de amor, aún sin estar enamorado o aún sin creer en el amor, pero siempre parecía que estuve enamorado de alguna chica, pero eso cambio justo a partir de noviembre del año pasado, fue tan raro la manera en la que mis pensamientos cambiaron.
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Rescued, rette mich cuarto libro ( bill kaulitz y tn )
FanfictionNo podía levantarme debido a la droga, solo estaba recargado en el suelo y llorando, sintiendo toda esa droga recorrer por mis venas, era una sensación tan buena, era una droga que me estaba atrapando poco a poco, y sin esperarlo, me comenzaba a gus...